Personaje
A los 94 años, muere Juan Cueto Sierra
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El empresario nació en España en 1929 y cuando tenía siete años, llegó a Chile. Padre de Enrique, Ignacio, Juan José, Felipe y Esperanza, participó en diversos negocios, siendo su entrada a a Lan en 1994, el hito más conocido.
Aquí una entrevista al empresario el año 2011 en Diario Financiero (autoras, Sandra Burgos y Jimena Catrón).
Si hay alguien que cumple con los requisitos que se esperarían para ser considerado un patriarca familiar, ése es Juan Cueto. El empresario asturiano, quien fue uno de los fundadores de Fast Air en 1978 y forma parte del directorio de LAN Airlines desde 1998, supo traspasar a sus hijos Enrique e Ignacio su pasión por la aviación, y la idea de convertir a la aerolínea en un sinónimo de éxito -según su propias palabras-, y luego de la anunciada intención de aliarse con la brasileña TAM, en una compañía de importancia regional.
Y a pesar de su larga trayectoria en la industria, a la hora de hacer un balance, responde que prefiere mirar hacia adelante y no lo que ya pasó, “ya que cuando se llega a una cima, y se ve hacia atrás, lo único que se ve es un precipicio”.
Aunque reconoce no estar involucrado en el aspecto operativo, eso no significa que esté alejado de lo que ocurre en la empresa. Muy por el contrario, conversa diariamente con sus hijos, de quienes destaca su compromiso con el trabajo y el esfuerzo por sacar adelante la compañía, especialmente en un momento en el que la incertidumbre económica respecto de lo que ocurra en Europa, y cómo esto pueda afectar a Estados Unidos y la región, puede significar un “tropiezo” en el camino por crear la mayor aerolínea de Latinoamérica.
-¿Cómo ve a Lan en diez años más?
-Me gustaría que LAN anduviera en el camino que hemos proyectado para ella. No creo que se pueda decir que la alianza con TAM va a ser un éxito ni a tres ni a cuatro años, puede serlo a siete u ocho años. Eso depende de la economía mundial, que es el factor más importante. Luego hay otros factores que le tocan a la aviación, como el petróleo, que le afectan más en la “guata” a la industria.
-¿La idea es pasar de ser un actor regional a uno mundial?
-El tiempo va dando las oportunidades. Depende de qué pase con Asia, donde están las principales compañías aéreas. Europa no sé si sea muy atractivo, porque está muy dividido, y Estados Unidos es una cosa distinta. Hay que esperar, porque las oportunidades dependen de quien las está buscando, y no tanto de que se den las condiciones.
-Dada la incertidumbre económica, ¿no se han arrepentido de haber formado esta alianza ahora?
-No mucho, porque ese es un tema que se maneja en la cabeza. Estamos en un país con indicadores muy buenos, que da mucha tranquilidad, y que los pasos que está dando son muy buenos. Brasil tiene una economía muy importante y bien manejada. Ahora, si viene una crisis, no es que nosotros nos vayamos a arruinar. Podría ser un tropiezo, o un pequeño fracaso, pero no más que eso.
-¿Participó en el proceso de negociación, le recomendó algo a sus hijos?
-No, hace unos diez años que no estoy en la parte operativa. Sí estoy en las conversaciones diarias con ellos, y sé que esta nueva tarea implica mucho trabajo y esfuerzo, días sin dormir, y prefiero dejarlos a ellos a cargo. Este es un desafío y una alegría.