Esta semana el grupo Ibáñez Atkinson, a través de su plataforma de inversiones Stars, puso su primer pie internacional en el rubro veterinario, en el que en Chile ya participa a través de la red de clínicas veterinarias de nombre Wivet.

En Colombia concretó su ingresó a la propiedad de la firma Movet, que cuenta con cinco clínicas en Bogotá y que ahora con los chilenos en la propiedad quiere activar un voluminoso plan de crecimiento, y abrir una clínica cada mes en los próximos tres años.

En Chile, en 2023, el grupo chileno -ligado a Felipe Ibáñez Scott y sus hijos Sebastián, Tomás, Antonia y Roberto Ibáñez Atkinson- había ingresado al rubro, al adquirir un porcentaje de Clínica El Rodeo, que cuenta con cuatro locales en la RM.

Y delinearon un modelo de negocios, por el que crearon el holding veterinario Wivet, con la idea de crear esta red de clínicas veterinarias, en conjunto con los veterinarios y manteniendo la marca de las compañías en las que compren participación. Ya visualizan llegar a 13 clínicas en las que participen en la propiedad en el país, en el corto plazo.

En Wivet el directorio lo integran Roberto Ibáñez Atkinson; dos ejecutivos de Stars -Andrés Fernández y Josefa Valdés-; y Andrés Maureira, el creador de la Clínica El Rodeo. El gerente general es Andrés Espinosa.

¿Pero qué incentivó a este grupo inversor a mirar el rubro de las mascotas? La expansión que vive este mercado, debido a tendencias que se han hecho presentes: más mascotas y menos hijos, la propensión a la humanización de estos animales domésticos y a situarlos como verdaderos miembros de la familia. Todo ello ha llevado a que el gasto familiar en las mascotas sea cada vez mayor. Mientras en 2018 un 73% de los chilenos tenía al menos una mascota, esa cifra ha aumentado a un 86%.

Además, el gasto en el cuidado de mascotas ha tenido un crecimiento promedio del 5% anual en los últimos cinco años, tendencia que sigue patrones observados en algunas sociedades europeas, donde los hogares tienen más mascotas que niños menores de 15 años. Y se espera que el crecimiento se mantenga alto. Por ejemplo, en Chile, un hogar promedio lleva a su mascota al veterinario 1,3 veces al año, mientras que en Estados Unidos el promedio es de 2,4 visitas anuales, lo que evidencia una brecha por cerrar.

En cuanto a las clínicas veterinarias, hay un estimado de unas mil clínicas en Chile, de las cuales el 95% son empresas familiares, es decir, un mercado altamente fragmentado, lo que presenta oportunidades para un actor que quiera consolidarse en el rubro.