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“Mario fue mi tercer jefe”: la larga relación laboral entre Marcel y Tohá

“Mario fue mi tercer jefe”: la larga relación laboral entre Marcel y Tohá
Ambos no sólo coincidieron en el gabinete del gobierno del Presidente Gabriel Boric -donde comenzaron una relación sentimental-, sino que entre ellos hay una larga relación de trabajo, que se remonta a los años ‘90.
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Revuelo ocasionó esta semana la confirmación que hizo la propia precandidata presidencial del PPD, Carolina Tohá, de la relación sentimental que mantiene con el ministro de Hacienda Mario Marcel. Pero lo cierto es que en el ámbito laboral ambos personeros no sólo coincidieron en el gabinete del actual gobierno que encabeza el Presidente Gabriel Boric, sino que entre ellos hay una larga relación de trabajo, que se remonta a los años ‘90.
Y fue la propia Carolina Tohá, quien el 11 de enero de 2022 recordó esta historia laboral, en un discurso que pronunció en un evento de Clapes UC, cuando ella y otros asistentes participaban del encuentro titulado “Economistas celebran a Mario Marcel”, un homenaje a quien en ese momento aún era presidente del Banco Central.
Faltaban justo dos meses para que empezara el gobierno de Gabriel Boric, y según ella misma recordó a La Tercera el domingo pasado, la relación entre los dos empezó “el primer año en que fui ministra”, es decir, ese mismo 2022.
“No sé cómo terminé metida en este homenaje, así que hablo también por los chilenos y las chilenas que han sufrido a los economistas (…) Mario fue mi tercer jefe. El primero fue Jorge Arrate, que ya entonces era una eminencia. El segundo fue un italiano que era bien carrilero y parlanchín. Y después vino Mario, que era como todo lo contrario. A duras penas lográbamos que subiera levemente una ceja cuando algo le parecía bien. El problema es que cuando algo le parecía mal, subía exactamente la misma ceja. Entonces, uno podría decir ‘qué difícil trabajar con un jefe así’, pero la verdad es que fue todo lo contrario”, dijo Tohá, remontándose a cuando ambos coincidieron en una oficina llamada Subdirección de Racionalización y Función Pública, en la Dipres. “¿Han visto ustedes una repartición pública con un nombre menos sexy que ese? Pero bueno, la misión era bastante atractiva y la impronta que le puso Mario aún más, porque ahí en lo que se trabajó en esos años fue en la idea de tener un Estado capaz y moderno, un Estado que aspirara a la excelencia, un Estado que permitiera que las personas que se atendían como ciudadanos sintieran que siendo ciudadanos y no clientes, tenían más y no menos derecho a esperar un trato digno y un buen servicio”, dijo Tohá, quien continuó relatando que Marcel fue parte del equipo que concibió la Jornada Escolar Completa (JEC).
“Esa vez se le notó un poquito la emoción. A pesar de que hemos dicho que el cabro no era muy expresivo, era un entusiasmo casi incontenible. Esa reforma yo creo que el tiempo todavía no le ha hecho justicia. Lo que representó, lo que significó como esfuerzo del Estado por abatir las barreras de la cuna en la educación y también la posibilidad de las mujeres de trabajar. Y ese episodio terminó con una pseudo salida de Mario de la Dipres, que se iba a ir a hacerse cargo de la JEC. Le hicimos despedida, hubo regalos, lágrimas, y después no se fue, porque hubo un cambio de gabinete y terminó prolongándose ese período”, dijo.
Luego, tras regresar Marcel del BID, en el gobierno de Lagos, y ella estar de subsecretaria General de Gobierno, “me tocó de nuevo hacer varias cosas con él, algunas que no se conocen para nada. No se conoce mucho que Mario fue contraparte del Sernam en el primer esfuerzo por transversalizar el género en la administración pública, el año 2001, cuando estas palabras casi no existían en nuestro léxico. Se logró imponer a todos los servicios públicos la obligación de tener metas de género. No les quiero decir las caras que ponían los jefes de servicio cuando les venían con esta extravagancia y lo que ‘pelaban’ en los pasillos”, dijo Tohá con humor, recordando que de ahí salieron iniciativas, como que la Superintendencia de Bancos de ese entonces logró con la banca privada dar con indicadores directos del comportamiento de las mujeres en el sistema financiero. “De ese período también es la regla del superávit estructural. Todos sabemos que ha sido una política muchas veces renegada o vista por desdén por el sector de Mario, que también es el mío. Pero bueno, la vida es muy intrincada y da muchas vueltas. Los que somos agnósticos tenemos derecho a pensar que Dios no existe. Pero lo que no podemos poner en duda es lo intrincado que son los caminos del Señor, porque en la práctica lo que ha terminado pasando es que hoy día el superávit estructural es un objeto del deseo de todo el mundo, evaluado como una política necesaria y, enhorabuena, como parte importante de la sustentabilidad de cualquier gobierno que intente hacer reformas y transformaciones para que esas transformaciones no lleven al país al desfonde y no sean seguidas después por contrarreformas”.
Años después -continuó relatando Tohá-, “me volví a topar con Mario cuando estaba en la OCDE. En esa época yo era alcaldesa y Mario estaba metido en estos temas de la descentralización. Y la verdad es que este caballero, que ha sido acusado de ser un halcón que defiende los intereses de los poderosos, de ser un manito de guagua que esconde la plata, que ha sido acusado de ser un tecnócrata insensible que no conecta con los sentires ciudadanos, ha estado detrás de gran parte de las reformas más progresistas que se han hecho desde el retorno a la democracia, como algunas de las que mencioné”, apuntó Tohá.
Y cerró diciendo: “Al contrario de mis antecesores, pienso que hoy realmente es cuando este homenaje menos lo necesita Mario. Ha tenido reconocimientos que han llovido por todos lados, incluido la renovación de su período como presidente del Banco Central, con apoyo transversal, algo impensado. Todo el mundo valora lo que desde ahí se ha hecho para enfrentar la crisis del COVID y para enfrentar también el estallido. Y yo supongo, intuyo, que los que incitaron a este homenaje, lo que tenían en mente era también un cierto desagravio por la forma en que Mario ha sido tratado por sus posturas respecto de los retiros. La verdad es que le han dado hartos palos bien destemplados, bien injustos y oportunistas. Pero creo que la postura que Mario ha tenido en esa materia, a diferencia de las otras oportunidades que mencioné, no ha sido ni heroica ni audaz, ha sido simplemente decente. Y cuando en un país empieza a confundirse lo decente con lo heroico, es porque algún problema tenemos. Yo sinceramente creo que en la izquierda tenemos un problema. Nos gustan demasiado los discursos verborreicos, las posturas altisonantes, y en eso Mario nunca ha tenido un registro muy bueno. Quizá por eso muchos lo malinterpretan o no lo entienden en nuestro sector. Pero creo que hemos dado aquí ya bastantes pruebas de que detrás de ese jefe parco y detrás de ese economista que muchas veces dice que no, hay una pasión por lo público, por la justicia, que realmente a veces llega a ser conmovedora. Y aunque Mario casi nunca hable fuerte, la verdad es que su recorrido grita por sí solo”.