Una ciudad llamada Pomona, en honor a la diosa de la fruta en la mitología romana, es la que generó esta semana un nuevo dolor de cabeza a SQM, luego de que el jurado de una corte de Los Ángeles (California) emitiera un veredicto en contra y le impusiera un pago de US$ 48,1 millones.

El juicio partió en 2010, y el de esta semana fue la tercera repetición del juicio, los primeros dos fueron favorables a SQM. Pero la historia se retrotrae a la década de 1930, cuando SQM no existía.

Resulta que en los años ‘20 del siglo pasado, la familia Guggenheim, una de las más importantes dueñas de salitreras en el norte de Chile, vendía una gran cantidad de fertilizantes a Pomona, un valle con alta producción de cítricos. Esos fertilizantes, según la ciudad, cuyo alcalde es Tim Sandoval, habrían contaminado las napas del valle y afectado a su población hasta el día de hoy.

¿Por qué SQM tiene que hacerse cargo? Porque Soquimich es el resultado de muchas fusiones de antiguas salitreras del norte de Chile, entre ellas la que tenía de clientes a los fruteros de Pomona, perteneciente a la familia Guggenheim. En la firma, que creó la filial en Estados Unidos en los años ‘90, estaban confiados en que podrán revertir la decisión apelando a tribunales superiores.

Hoy, Pomona es la séptima ciudad más grande del condado de Los Ángeles, con una población de más de 151 mil personas y es un suburbio urbano que dejó casi en el olvido su pasado agrícola.