De a poco, los fondos cotizados en bolsa (ETF, sus siglas en inglés) se han convertido en un instrumento indispensable para muchos inversionistas, administradoras de fondos e incluso, bancos.

Esto, al punto de que la inversión a escala mundial en este tipo de activos alcanzó en agosto US$ 90.800 millones, superando fuertemente los US$ 77.300 millones registrados en julio, según un informe de la industria realizado por BlackRock.

Ahora bien, ¿de qué se trata? Siempre se habla de comprar una acción o varios papeles por separado, pero en este caso, los ETF buscan reunir todo en un lugar a partir de un índice de referencia como puede ser el S&P IPSA o el S&P 500. De esta forma, el inversionista compra el valor del índice en vez de acciones individuales, diversificando su portafolio a bajo costo.

A modo de ejemplo, y como señalan desde BlackRock: “Piensa en un equipo de basketball, compuesto por jugadores clave con distintas posiciones. Juntos, pueden diversificar sus habilidades para ganar el juego. De la misma manera, un ETF es como un 'equipo' conformado de 'jugadores' diversificados como acciones, bonos y materias primas que van tras la 'meta' de igualar su desempeño al de un índice”.

ETF recomendados

Antes de empezar a clasificar los cientos de ETF existentes en el mercado, siempre es necesario recordar que cada uno incluye activos distintos dependiendo del sector. Pero en este caso, dejaremos los que este año han tenido mayores rentabilidades.

De acuerdo a Investing.com, en primer lugar, destacan tres fondos cotizados de VelocityShares ligados al S&P GSCI, un índice estadounidense basado en el rendimiento de commodities como el gas natural. Este, ya representa un crecimiento de 8.097% en lo que va de año.

A continuación, le siguen los de ProShares, y en particular, aquellos ligados al petróleo como “Ultra Bloomberg Crude Oil”, y el ETF de SPDR centrado en activos de construcción de viviendas. Ambos marcan un avance anual sobre 45% y 100%, respectivamente.

En tanto, los analistas de BICE Inversiones recomiendan el ETF de Vaneck MOAT, así como otros fondos temáticos que permite el acceso específico a ciertas industrias.

Específicamente, destacan el ETF VanEck Semiconductor ETF, que invierte en empresas dedicadas a la fabricación de semiconductores; el VanEck Video Gaming and eSports ETF, que invierte en la industria de Gaming y eSports, y el Global X FinTech ETF que invierte empresas a la vanguardia del sector de tecnología financiera emergente (FinTechs).

En tanto, el jefe de ventas en Chile de Capitaria, Sergio Rivadeneira, explica que "dada la contingencia global y donde no vemos todavía claridad sobre qué va a ocurrir con la variante Delta o incluso con alguna otra variante del Covid-19 que no conozcamos, parecen atractivos, según mi punto de vista, los ETF de sectores más 'defensivos'".

Entre ellos, destaca al ETF XLU enfocado en el sector utilities que aglomera compañías que ofrecen servicios públicos como electricidad, gas, agua o autopistas, y algún ETF enfocado en el área de la salud, como puede ser el XLV. 

Otras alternativas

Si bien de por sí los ETF se caracterizan por su diversidad, existen más opciones alejadas del mercado tradicional que ha atraído el interés de inversionistas minoristas, como aquellos ligados a la criptomoneda más grande del mercado: Bitcoin.

Y es que aún cuando no se haya aprobado en EEUU un ETF ligado a la divisa, sí existen a nivel internacional otras alternativas que apuestan por compañías centradas en su minería, transacción, etc. En Canadá, por ejemplo, destacan el Purpose Bitcoin ETF y CI Galaxy Bitcoin ETF. 

No obstante, desde el mercado recalcan que si bien pueden entregar grandes retornos, también son altamente volátiles en comparación a otros activos o instrumentos.

"Es uno de los instrumentos ideales para quien quiera especular. Sin embargo, especular supone entender muy bien qué se está haciendo, si invertimos en este tipo de instrumentos o en este tipo de ETF, vamos a poder enfrentarnos a ganancias muy significativas, pero también tenemos una posibilidad cierta de enfrentarnos a pérdidas muy materiales", explica el economista y socio de PKF Chile, Hector Osorio.

Por otro lado, también existen ETF más “verdes” centrados en papeles o activos con criterios de gobierno ambiental, social y corporativo (ESG, su sigla en inglés), como el iShares Global Clean Energy o el ALPS Clean Energy. Asimismo, en la Bolsa de Santiago destaca el ETF ESG de Itaú que replica al S&P IPSA ESG Tilted Index.

¿Cómo entrar?

Para comenzar a invertir en un ETF, es necesario -como casi siempre- una pequeña inversión inicial, que puede realizarse a nivel internacional o en la misma Bolsa de Santiago, a través de un bróker en línea o una corredora de bolsa.

En este sentido, los expertos destacan tres factores a considerar antes de entrar. Primero, conocer bien el ETF para poder alinear los objetivos del inversionista con los objetivos del fondo escogido, esto es, el proveedor, trayectoria y tamaño de la industria. Segundo, saber cómo está compuesto el ETF, es decir, qué activos lo integran, ya que será clave para nivelar el riesgo.

Por último, es importante conocer los costos. "Los ETF tienen dos costos a los cuales se ven afectados, que son las comisiones por transacción y el costo de administración", explica Rivadeneira. Estos, en todo caso, son mucho menores a los pagados al invertir en una acción.

"La gran recomendación para las personas que buscan participar de este negocio es que lo entiendan muy bien, cada cierto tiempo aparecen en el mercado instrumentos y vemos a algunos agentes que se vanaglorian de altas rentabilidades obtenidas. Sin embargo, el que esas rentabilidades se hayan obtenido en el pasado no significa ni garantiza que se repitan en el futuro", complementa Osorio.

"Un error común entre las personas que se inician en la colocación en instrumentos de inversión, ya sean los ETF u otros, es que se asustan con variaciones puntuales, cambios que pueden ser muy menores, pero que para la persona que no está preparada significan un gran temor. Tenemos que estar preparados para soportar variaciones que pueden ser puntuales esperando el objetivo al que estamos apostando, esto es retorno de largo plazo o variaciones materiales en el precio", agrega.