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Mujeres en el mundo STEAM: las cifras que urge revertir

Mujeres en el mundo STEAM: las cifras que urge revertir

Sólo 1 de cada 4 matrículas de pregrado en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas fue de alumnas mujeres. Todavía son pocas, muy pocas las que optan por estas áreas y a medida que avanzan en sus carreras son aún menos las que llegan a la cima. Y no es por falta de interés.

Por: Pamela Fierro | Publicado: Sábado 8 de octubre de 2022 a las 04:00
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¿Te imaginas que no puedas tomar muestras en el mar para tu doctorado porque los pescadores son supersticiosos con la presencia femenina? ¿O que exista un decreto que te impida desarrollar una actividad en el área que estudias? Esas son algunas de las dificultades que enfrentaron y superaron chilenas cuando hace más de 30 y/o 40 años apostaron por el área STEAM.
  
Si bien este tipo de barreras ha ido desapareciendo, hay otros factores sociales y culturales presentes en el propio seno familiar que hacen que las niñas desde temprana edad descarten a las ciencias de su espectro. O peor aún, que ni siquiera las tengan en su imaginario. 
  
En el mundo menos niñas que niños, incluso entre los mejores, aspiran a carreras científicas o tecnológicas. Chile ocupa el lugar 61 entre 65 países consignados en un informe de UNICEF (2020) en ese ámbito. 
  
La doctora y directora del departamento de Biología de la Universidad Católica del Norte, Elisabeth von Brand, lleva 37 años en la academia. Un camino inesperado por su madre, cuya máxima aspiración en los años ‘70 era que sus hijas estudiaran pedagogía. Pero ella, sus hermanas y hermanos optaron por las ciencias. Clave fue su padre, físico, quien les decía: “No hay que sacarle el cuerpo al conocimiento, no duele ni quita espacio”.
  
El papá de Elisabeth fue atípico. En Chile, Portugal y Hungría alrededor del 50% de los padres esperan que sus hijos cursen una carrera STEM. Pero menos del 20% tiene dicha expectativa para sus hijas (Unicef 2020). 

 

De más a menos

En el mundo, constata Unicef, el 18% de las niñas optan por las STEM en la educación terciaria versus un 35% de los niños, pero dentro de esta área están parejos en su opción por las ciencias naturales. No así en Ingeniería y en las TIC donde los porcentajes se distancian: 7% mujeres versus 21% hombres, y 3% versus 6%, respectivamente.
  
Realidad que confirman Elisabeth y la decana de la Facultad de Química y Biología de la Usach, Leonora Mendoza. La primera recuerda que cuando ella estudió, el 30% de quienes cursaban biología marina eran mujeres y ahora superan el 50%.
  
“Tenemos un interés femenino bastante grande dentro de las carreras que dictamos. La mayoría se inclina por la química farmacéutica, la bioquímica, pedagogía. En las cifras de 2022 el porcentaje de estudiantes femeninas (62,52% en matrículas de pre y postgrado) es mayor que el de los varones”, comenta Mendoza. Comparte con Von Brand que la situación es distinta en las ingenierías o matemáticas.
  
Previo al estallido social y la pandemia, a nivel país, el 27% de quienes rindieron la PSU de Física fueron mujeres y el 9% de las matrículas en Ingeniería Eléctrica correspondía al género femenino.
   
El año pasado, el 54% de las personas matriculadas en pregrado eran mujeres, pero solo 1 de cada cuatro matrículas del área STEM correspondió al género femenino. 
  
“Se observa un fuerte efecto intergeneracional: los postulantes tienden a reproducir el área de trabajo o estudio de los padres del mismo sexo”, dice Sabina Montoya, académica y hoy jefa del departamento de Química de la UCN. Así, las mujeres suelen optar por áreas más feminizadas.
  
Cuando Sabina escogió la ciencia tuvo que lidiar con las bromas de sus compañeros por ser mujer, más aún cuando compitió codo a codo con ellos y los superó. Fue la única representante del género en cursar un magíster, y durante las clases más de algún académico le preguntó “‘¡¿Y usted qué hace acá? ¡Vaya a estudiar párvulos!’ Esa vivencia, hoy al menos tendría sanción”, asegura.
 
“Las mujeres siguen estando subrepresentadas en las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. En 2019 solo un 7% de mujeres que se titularon en el pregrado lo hicieron en carreras STEM”, detalla Montoya con cifras en mano del Ministerio de Ciencias y Tecnología, Conocimiento e Innovación, siendo el porcentaje más bajo entre los países de la OCDE.
  
A pesar de que estamos en el año 2022, todavía existen estas ideas preconcebidas de que las capacidades de las niñas no están en las matemáticas, la física pura o en la ingeniería mecánica. Hay talentos en todos lados, así como hay varones estupendos en la cocina hay chicas que son talentos excepcionales en ingeniería”, agrega Von Brand.
 

Investigadoras

Una de las quejas reiteradas de las estudiantes STEM son los pocos referentes femeninos. Advierten que en las universidades la mayoría de los docentes son hombres. De todas las materias, las alumnas matriculadas en magíster llegaron a 54% en 2021 y en doctorados, a 43%, pero en las áreas STEM los porcentajes bajan a 29% y 37%, respectivamente para ellas.
  
En Chile, las investigadoras enfrentan barreras en el acceso al financiamiento público para la investigación, en la progresión dentro de la carrera y en el acceso a un salario equitativo, develan los datos de la Radiografía de Género 2022, de la cartera de ciencias.
  
Del total de personas con doctorado que trabajan en universidades un 36% son mujeres y del total de investigadores un 34% también lo es. “Hay una gran brecha porque los cargos de poder que determinan la participación y la adquisición de recursos, la toma de decisiones es más masculina, y eso hace que cuando uno hace un análisis de género se encuentra con que hay poca participación femenina”, afirma Leonora Mendoza. 
  
Y si se considera el total de personas que trabajan en universidades, que poseen un doctorado y tienen un contrato indefinido, solo el 33% son mujeres. Algunas reconocen haber boleteado por años, hasta que ya no quedan cupos para llenar la plaza dejada por un hombre. Vicios e ideas preconcebidas como que se dedicarán a los hijos y la familia y que por ende habrá más licencias, atentan contra su despegue.
  
La PUCV, la Usach y la UCN crearon el Consorcio Science Up, que se adjudicó el proyecto Ciencia e Innovación para el 2030 de la Corfo, que busca implementar un plan para la transformación de sus facultades de ciencias en pre y posgrado cambiando su cultura para disminuir las brechas de género. Aspiran a aumentar la participación y el liderazgo de las mujeres en docencia, proyectos de investigación, transferencia tecnológica, innovación y emprendimiento.
  
A mediados de este año, la bioquímica Rosa Devés capturó los titulares al asumir como rectora de la U. de Chile, la primera mujer en ese cargo en 30 años. Con ella ya son cuatro (tres del área STEM), de 18, las mujeres que lideran las universidades públicas. “El día que dejemos de destacar cuando una mujer adquiere un cargo es cuando recién vamos a haber superado el tema de la paridad”, asevera Mendoza. 

Cifras en I+D y emprendimiento

Mujeres en actividades de I+D: En 2019 un 54% de las personas que entregaron apoyo administrativo, sin estar directamente involucradas en I+D, fueron mujeres. El 45% de quienes proveyeron apoyo técnico fueron mujeres y solo el 35% fueron investigadoras.
 
Patentes: En 2019 un 22% de quienes solicitaron patentes fueron mujeres, en los últimos siete años dicho porcentaje se ha movido entre 17% y 25%. El 34% de personas con doctorado que han generado productos nuevos, solo el 34% fueron mujeres.
 
Publicaciones: Solo un 37% de las personas con publicaciones en revistas indexadas a WoS, Scopus y SciELO entre 2008 y la actualidad, son mujeres.
 
Financiamiento de I+D: Solo un 28% de quienes lideraron proyectos financiados por InnovaChile Corfo entre 2011 y 2021, fueron mujeres (pero el financiamiento promedio fue mayor para ellas).
 
En cuanto a los emprendimientos y empresas de base científica tecnológica, solo un 11% está liderado por mujeres en Chile, y un 15% posee liderazgos mixtos. Mientras que el 36% no cuenta con ninguna mujer entre sus empleados y en el 32% las mujeres representan la mitad o más del total de personas empleadas.

¿Cómo revertir?

Para Sabina Montoya además de identificar qué factores facilitan u obstruyen la elección de una carrera en esta área, es crucial tener políticas públicas de inserción y búsqueda de una mayor participación de las mujeres en las prácticas científicas.
 
Al igual que Von Brand considera clave potenciar referentes de científicas chilenas desde la educación escolar, sobre todo en niñas que vienen de hogares que no son del ámbito académico porque no se atreven a seguir el área STEM más por desconocimiento que por aptitud. Por ello, consideran relevante visibilizar y destacar el trabajo de investigadoras chilenas en las diversas áreas e incluir bibliografía de autoras femeninas en programas de asignaturas de carreras científicas.
 
La intervención temprana en ciencia hace la diferencia. Hace 10 años la UCN partió con el programa Científicos de la Basura, donde estudiantes de básica clasifican la basura de las playas. Hoy algunos de ellos han llegado a las aulas.
  
En la Usach tienen programas donde sus científicas visitan colegios para motivar a las estudiantes en base a sus experiencias, y este mes retomarán las ferias científicas con charlas de mujeres de relevancia nacional en este ámbito.

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