Son dos viviendas superpuestas de entre 60 y 70 m². Un dúplex arriba de otro dúplex. Según los encargados del proyecto, la sensación será de estar más en una casa que en un departamento. Cada vivienda cuenta con su estacionamiento. Las de abajo tienen un patio interior y las de arriba, mansarda.

En ambos casos pueden ser ampliadas en aproximadamente 20m² si así lo quiere el propietario. “Una crece sobre el suelo y la otra sobre el aire de su propio techo”, explican desde Elemental, la oficina de arquitectura de Alejandro Aravena y quienes estuvieron detrás del diseño.

El espacio destinado para este proyecto habitacional, llamado “Condominio Parque Los Encinos”, es de ocho hectáreas dentro de la viña Cousiño Macul en Peñalolén. “Es un terreno que tiene más o menos 70 metros por un kilómetro doscientos”, explica Carlos Basch, presidente del consorcio Los Encinos y gerente general de la inmobiliaria Crillón. 

Se trata del mayor proyecto de viviendas de integración social en Chile, que en octubre de este año comenzará su primera fase de construcción y que se espera que finalice con la entrega de 590 casas para mediados de 2024. La inversión es de casi US$ 50 millones. Las demás firmas que participan, y que también son parte del consorcio, son las inmobiliarias Trayecta y EBCO.

El lugar donde estará ubicado este proyecto colinda con la población Lo Hermida de Peñalolén y está cercano al metro Los Presidentes y el Mall Paseo Quilín, en el eje de las avenidas Américo Vespucio Sur y Los Presidentes. “Este es el espacio natural donde están las necesidades de los comités de vivienda y es un lugar que ha sido anhelado por ellos por muchos años”, explica Basch. 

Desde la municipalidad de Peñalolén plantean que la mejor forma de trabajar este tipo de proyectos de integración social es con una colaboración público-privada.

“La convergencia público-privada es una buena manera de construir una ciudad sostenible, armónica, que alinea intereses, necesidades y valores comunes”, dice Carolina Leitao, alcaldesa de la comuna. Además, agrega que “han trabajado con los comités de vivienda y que el rol del municipio ha sido muy importante en el proceso de información sobre los distintos proyectos de vivienda que hay en curso”.

La idea de Los Encinos se gestó después del estallido social de 2019 a raíz de estas demandas por vivienda de Lo Hermida y comenzó a ponerse en marcha en plena pandemia desde la inmobiliaria Crillón, quienes llevan trabajando en el desarrollo inmobiliario de la viña Cousiño Macul desde los años ‘90.

“El alcalde Joaquín Lavín empezó a instalar el tema de la vivienda de integración dentro de la ciudad con el proyecto de la rotonda Atenas. Nosotros no podíamos estar ajenos a ese tipo de iniciativas y, en algún momento, íbamos a hacerlo”, cuenta el gerente de Crillón. Relata que desde la empresa eran conscientes de la necesidad habitacional por parte de los residentes de la comuna. Como no eran expertos en viviendas de integración social, decidieron contactarse con quienes consideran es la mejor oficina de arquitectura para un proyecto de este tipo: Elemental.

Esta es la primera vez que la oficina de Elemental desarrolla un proyecto para el subsidio DS19, que está destinado a familias de clase media y que optan a viviendas con un precio de entre 1.400 y 2.800 UF.

“Para nosotros fue un desafío poder lograr unidades de vivienda que tiendan a nivelar para arriba más que para abajo, dadas las condiciones del subsidio”, cuenta Víctor Oddó, arquitecto asociado de la firma. Desde Crillón agregan que se escogió trabajar sobre este subsidio con el fin de que sea “una buena transición” entre lo que hay en Lo Hermida y en el parque Cousiño Macul. “Es una gradualidad adecuada, nos parece, entre ambos sectores”, agrega Basch.

El principal encargo que llegó a Elemental desde Crillón fue que la arquitectura sea de calidad e innovadora, pero que a la vez logre albergar a la mayor cantidad de vecinos y unidades disponibles dentro del terreno. Desde la oficina decidieron que cada mini condominio sea de entre 30 y 40 viviendas, para lograr mantener el consenso y el acuerdo social entre los habitantes.

Además, explican, con esta cantidad de familias la mantención del edificio no se vuelve ineficiente y se logran acuerdos rápidos en temas de mejoras como pintura, arreglo de patios, manejo de reciclaje y gastos comunes.

“Es parecido al número de un curso de colegio donde alcanzas a recordar el nombre de todos tus compañeros. Esto aplica, de igual manera, en un pasaje o en un vecindario, que no es lo que pasa en los edificios cuando son muy densos. Ha pasado con los guetos verticales”, explica Oddó.

Con el fin de que estas viviendas se diferencien de lo que generalmente se encuentra en el mercado de proyectos para el subsidio DS19, en Elemental pusieron el foco a cumplir con una serie de condiciones. Primero, que la cantidad de metros cuadrados sea más que lo que se ofrece normalmente para este segmento.

Al respecto, Oddó comenta: “Que sea sobre los 60 m² es algo que sí se encuentra, pero fuera de Santiago y no en un lugar tan clave donde el valor del suelo es tan importante, como lo es Peñalolén”.

Segundo, que por cada casa haya un estacionamiento. “Los edificios no se preocupan al 100% y desarrollan proyectos con un número de estacionamientos menor y que terminan por ocupar el espacio público y las calles, saturándolas”, precisa el arquitecto.

En tercer lugar, estos mini condominios cuentan con ventilación cruzada. Es decir, con una ventana para tener iluminación y ventilación natural. “Esta característica es propia de las casas. Nos preocupamos de que no haya una ventilación forzada, que también es clave para el tema climático de los nuevos tiempos”, agrega.

Por último, está la capacidad de ampliar o customizar la vivienda. Desde Elemental, explican que es muy importante entender que una casa tiene una suerte de aproximación emocional, y que debe ser flexible a los cambios. Al respecto, Carlos Basch señala que “esto es algo que la oficina Elemental siempre pone en práctica. Es lo que ellos llaman la vivienda Incremental, que tiene el fin de acompañar a la familia por mucho tiempo sin que tenga que mudarse”.

El proyecto no es solamente de estas viviendas de integración social, sino que también involucra completar los casi dos kilómetros que le faltan a la avenida Los Presidentes y la construcción de un parque de cuatro hectáreas para el sector. “Los Presidentes ya existe de una vía, pero queremos hacerla de otra vía más y que esté separada de un parque bien importante, de más o menos cuatro hectáreas que va a ser hecho conjuntamente entre el Consorcio y la Municipalidad de Peñalolén”, explica Basch. 

El espacio destinado para la construcción de esta área verde está lleno de encinos. “Entonces, va a ser un parque que ya parte formado con sus sombras con estos árboles centenarios”, precisa el gerente de Crillón. Agrega que la idea de esto es que las personas tengan áreas de ejercicios, juegos infantiles y ciclovía. También se contempla que tenga un canil, “que está muy de moda ahora”, finaliza el directivo.