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Los 31 “no es efectivo”: Jaime y Jorge Carey responden ante el tribunal en litigio con Claudio Lizana

Los 31 “no es efectivo”: Jaime y Jorge Carey responden ante el tribunal en litigio con Claudio Lizana
El 25 de abril los abogados Jaime y Jorge Carey Tagle participaron de la diligencia conocida como absolución de posiciones, que consiste en contestar preguntas en torno al litigio que mantienen desde 2023 con el exsocio del bufete.
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El 21 de agosto de 2023 el abogado Claudio Lizana, experto en libre competencia, estampó en la justicia una demanda de indemnización de perjuicios, solicitando $1.100 millones, en contra del Estudio Carey, de Jorge y Jaime Carey Tagle, en un litigio en el que se debaten los términos en que este profesional dejó el mayor bufete de país, tras trabajar en él más de tres décadas.
Al entender de Lizana -según ha quedado plasmado en parte de los escritos que obran en la justicia en este caso-, él fue objeto de una exclusión “forzada, artificiosa y carente de fundamento de Estudio Carey, sin que existiera causa legítima alguna que justificara su desvinculación”, y alude a que se le comunicó su exclusión, “sin expresión de causa y sin observar los mecanismos establecidos en el Pacto de Socios de Carey”.
En dos documentos fechados el 5 de mayo en la justicia donde se ventila este conflicto, constan las respuestas que el 25 de abril dieron Jaime y Jorge Carey Tagle al caso, al participar ambos de la diligencia conocida como absolución de posiciones, que consiste en contestar preguntas en torno al litigio.
En el escrito vinculado a Jaime Carey, hay 55 preguntas y en el otro, de Jorge Carey, 53, si bien algunas de estas interrogantes fueron excluidas de ser formuladas por decisión del tribunal, al estimar que algunas de ellas no eran pertinentes para la discusión.
En total, fueron 14 veces las que Jaime Carey contestó “no es efectivo” al responder en su calidad de presidente ejecutivo del estudio, mientras Jorge Carey dio similar respuesta en otras 17 ocasiones, incluso tachando de “completamente falso” en dos ocasiones las preguntas formuladas.
Jaime Carey respondió, por ejemplo, que no era efectivo al preguntarle que se haya comunicado la exclusión de Lizana sin expresión de causa. O que no era efectivo al inquirirle si no hubo una propuesta formal por parte del Comité Ejecutivo del Estudio Carey en torno a su exclusión. O que no era efectivo, al preguntarle si la exclusión del abogado fue injustificada. También negó bajo aquella expresión que le haya señalado a Lizana que tenía que irse del estudio porque “estaba podando la maleza”
Abordando el fondo del tema, y al contestar cuáles fueron las razones dadas en la asamblea de socios del 23 de noviembre de 2022 para que se acordara la salida de Lizana, Jaime Carey dijo: “fueron varias razones que comentaron distintos socios, entre ellas, mala avenencia con algunos socios, maltrato a asociados y administrativos de la firma y problemas con autoridad y con clientes”. Más adelante en sus respuestas, especificó en este punto que se refería al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia. Preguntado sobre si se contaba con evidencias escritas de la supuesta mala evaluación de Lizana, Jaime Carey dijo: “no constan evidencias escritas. Hay circunstancias que dan pie a evaluaciones negativas, pero las evaluaciones mismas no constan por escrito”.
También Jaime Carey fue consultado acerca de si es efectivo que las críticas que Lizana le hacía respecto de su administración financiera del estudio le causaban molestia o incomodidad, a lo que Carey puntualizó: “No es efectivo, ya que conversamos largamente respecto de sus críticas e incluso, contratamos dos especialistas en distintas oportunidades para hacer un análisis del modelo y situación financiera del estudio, resultado claro que el modelo era razonable y adecuado, desde un punto de vista financiero. Él lo entendía, se le olvidaba y volvía sobre lo mismo años posteriores. Lo anterior no me causaba molestia o enojo y solo implicaba largas conversaciones”.
A su turno, Jorge Carey -quien dijo que ejercía el cargo de presidente del comité ejecutivo, si bien hoy no tenía ninguna vinculación formal-, también dijo que Claudio Lizana había sido excluido “con expresión de causa”. Preguntado si era cierto que con posterioridad a la exclusión se le imputó una causal de exclusión, dijo que no es efectivo, “porque el momento de la exclusión se produce cuando la Asamblea de socios decide por unanimidad excluirlo con causa. Ese es el verdadero momento de la exclusión. Antes de eso había habido conversaciones amistosas que hiciera innecesario la Asamblea”. Preguntado por el tema neurálgico de las razones que él dio a la Asamblea de socios del 23 de noviembre de 2022 para que se acordara su expulsión, Jorge Carey dijo: “que se había terminado el afectio societatis como consecuencia de que el señor Lizana reiteradamente se llevaba mal con sus pares, subordinados, clientes e incluso las autoridades, antecedentes que la inmensa mayoría de los socios conocía”.
Jorge Carey también fue preguntado si era cierto que la expulsión de Claudio Lizana se debió en gran parte a su aversión personal hacia Lizana, a lo que el abogado dijo: “Completamente falso. De hecho, yo le tenía afecto”. También preguntado si Lizana era crítico de la administración financiera del estudio y de su alto endeudamiento, Jorge Carey dijo que era efectivo. “Entiendo que él quedaba tranquilo cuando contratábamos expertos externos que contradijeran lo que él decía”. Inquirido si era cierto que la expulsión de Lizana se debió en especial a su interés de no ser criticado respecto de la manera que administraba el estudio, dijo: “completamente falso”. Y también contestó que no era efectivo al preguntarle si la expulsión se debió a que Lizana se oponía a que Carey se reeligiera como presidente del Comité Ejecutivo del estudio, cuestión que sucedió en agosto de 2022, un par de meses antes de que se expulsara a Lizana.
También se le preguntó si era efectivo que él había emitido opiniones negativas o descalificatorias de Lizana, a lo que Jorge Carey dijo que no era efectivo. “Es evidente que en el seno de la asamblea cuando se votó la exclusión con causa, yo di mi opinión respecto de los hechos del caso. Fuera de eso, nunca he dicho nada denigratorio del señor Lizana”.
Antes, el 16 de abril, había comparecido, en calidad de testigo, Luis Massad, un abogado quien dijo haber ido a pedido de Claudio Lizana, quien era un ex compañero de colegio y amigo.
“Lo que hemos conversado con Claudio es el impacto que él ha sufrido en su ánimo, en su autoestima, en su honor, reputación y prestigio profesional (…) Conozco la trayectoria tanto profesional como académica de Claudio y siempre ha sido de excelencia, tanto en lo humano académico y profesional. Fue el mejor alumno de su curso en el colegio, uno de los mejores de su promoción en la U de Chile, estudió en Harvard. Yo lo vi semi choqueado porque la invención artificiosa de una causal se constituye en una conducta infamante”, dijo Massad. Y agregó: “una vez que salió de Carey sus clientes fueron fiel con él y siguieron siendo atendidos por él, casi el 100%, adicionalmente se fueron con él dos abogados asociados. Claudio me ha explicado que la verdadera razón para haber sido expulsado de Carey es la manera directa y asertiva que él tenía de manifestar las discrepancias en la gestión de Estudio, principalmente ante Jaime y Jorge Carey.
Contrainterrogado este testigo sobre su expresión “invención artificiosa” al calificar la causa de expulsión, dijo: “se fundamenta en una deducción lógica. Según los estatutos de Carey una expulsión con causa tiene una menor indemnización que una sin causa (…) Su expulsión se debió a la antipatía que sentían por él principalmente Jaime y Jorge Carey por la manera franca que Claudio Lizana planteaba sus divergencias en lo relativo a la gestión del estudio (…) Todo esto lo sé porque lo he conversado a lo largo de los años con Claudio Lizana”, dijo Massad. Y profundizó: “yo lo vi profundamente afectado en su dignidad, en su honra, en su prestigio profesional (…) Creo que hay un daño a su salud sicológica y a su prestigio profesional causado por afirmaciones infamantes al inventarse artificiosamente una causal y hacerlo responsable de ella con la finalidad de pagar una menor indemnización, habida cuenta de que fueron 34 años de trabajo en ese Estudio, 20 de ellos como socio”.
Consultado Carey, declinaron hacer comentarios, explicando que no se pronuncian sobre causas en curso, especialmente cuando éstas han sido declaradas como reservadas por la justicia.