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Boom biotecnológico a la vista: millonarias inversiones y fondos
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Primera máxima: invertir en soluciones para necesidades médicas no cubiertas. Y todo con una rentabilidad de dos dígitos. Los fondos de biotecnología se han convertido este último año en la gran revelación y nueva apuesta del mercado. Millones de dólares de inversionistas privados están financiando a científicos e investigadores para dar con los remedios para las enfermedades más caras y difíciles de tratar.
La gestora LarrainVial lanzó en octubre dos fondos temáticos donde fichó al doctor de la Universidad de San Francisco en biología celular, Sebastían Bernales, para ser su asesor científico, y adentrarse en el área de la biotecnología y salud.
En el primero, llamado LV Health and Biotech, la gestora apuesta por terapias genéticas, enfermedades asociadas al envejecimiento y las tecnologías facilitadoras. Junto con esto, se pretende invertir en empresas globales, utilizando todo el conocimiento de Bernales, quien es socio y se encarga de resolver las dudas científicas que puedan surgir a la hora de invertir en compañías de este tipo.
El segundo fondo trabaja junto a Droia, una compañía belga que lleva más de cinco años en el rubro enfocada en las innovaciones para tratamientos oncológicos, que ahora también apuesta a terapias genéticas.
"Cuando se invierte solo en empresas que ya se han abierto en bolsa, dejamos de lado todas estas oportunidades que están pasando en la academia y en las empresas cerradas. Entonces, ahí surge la idea de un fondo para invertir en esas oportunidades. El gran limitante es que, si uno quiere invertir en empresas privadas o profesores, debe tener una red de contactos demasiado profunda porque es difícil conocer a los académicos más destacados a nivel internacional. Por eso nos asociamos con Droia porque ya tienen sus contactos para el segundo fondo", sostiene Jorge Morel, gerente de fondos temáticos de la administradora.
Enfermedades
Las enfermedades huérfanas son aproximadamente 7 mil en el planeta, afectan principalmente a niños y un 80% tiene origen genético. Una de estas es la Atrofia Muscular Espinal (AME), que padece Rafita, un bebé que aún no cumple los tres meses, que vive en la Región del Bío-Bío y que fue apadrinado por el golfista Joaquin Niemann, ya que necesita recaudar US$ 2,1 millones para pagar el medicamento Zolgensma, uno de los más caros del mundo.
"El avance tecnológico que ha tenido esa enfermedad ha sido extraordinario. El 2016 las expectativas de vida eran dos años y en ese mismo año salió una nueva terapia que fue muy positiva, aumentándola hasta los 10 años, algo que es importante, pero no suficiente. En 2019 salió la primera terapia génica, para curar la enfermedad y no palearla. Fue tanto el éxito que hoy se habla de pacientes que tuvieron esta única inyección podrían tener una expectativa de vida de 40 a 70 años", comenta el gerente de LarrainVial.
Morel espera que durante los próximos dos años salgan nuevas terapias al mercado y logren una revolución. Confía en que todas las enfermedades huérfanas van a ser las primeras que van a tratar de solucionarse con nuevas técnicas. Además, se esperan avances en males que afectan el sistema nervioso central, básicamente el alzheimer y parkinson, donde la medicina hasta ahora no ha entregado una solución.
El negocio con Droia
El primer fondo, Health and Biotech, ha generado retornos positivos en sus tres meses de existencia, con un promedio de un 16% entre sus series. "Le hemos ganado a todas las métricas de comparación que podamos tener", dice con orgullo Morel. El fondo ha capitalizado aportes de US$ 16 millones y esperan en el corto plazo llegar a US$ 50 millones.
"El segundo fondo con Droia, de las terapias genéticas, ha sido igual de positivo. Es algo totalmente nuevo en Chile, un vehículo de inversión única, que las personas tienen que ir masticando de a poco", añade el ingeniero civil industrial, quien destaca la juventud de los aportantes. "Tienen mucho conocimiento y hambre de entender estos nuevos sectores. Yo creo que esto está recién empezando", agrega.
Además, reconoce que la pandemia del coronavirus, con todas las noticias del éxito bursátil de las fabricantes de vacunas o soluciones médicas, atrajo un interés más generalizado a este sector.
Desde California, donde está radicado, Morel señala que en el fondo junto a los belgas de Droia invertirán entre US$ 13 y US$ 15 millones. El vehículo en total tendría entre US$ 200 millones y US$ 250 millones.
Con un horizonte de 10 años, el fondo de Droia invertirá cada año en empresas nuevas y distintas de Estados Unidos y Europa. En el primer destino colocará el 60% de las inversiones, y en el viejo continente el 40% restante.