“El Grupo Saieh, entre otras cosas, ha usado a CorpGroup Banking (CGB) como caja pagadora del resto del grupo, adquiriendo acciones prendadas -de nulo o escaso valor económico- a valores muy por sobre los de mercado”. Esto es parte de los cuestionamientos que realizaron ante la justicia chilena un grupo de acreedores de CorpGroup Banking, firma ligada a la familia Saieh, y que el viernes presentó los antecedentes para iniciar un proceso de reorganización bajo la ley de bancarrotas de Estados Unidos.

Los acreedores -entre los que figuran las administradoras de fondos MBI, LarrainVial, Compass y varias sociedades del grupo Consorcio- pidieron a la justicia chilena, un día antes que CGB se acogiera al Capítulo 11, que se nombrara un interventor en esta sociedad, así como la retención de bienes y la prohibición de celebrar actos y contratos. “Ello es imperiosamente necesario ante la descuidada administración llevada adelante por el Grupo Saieh”, sostuvo el abogado de los demandantes, Ricardo López Vyhmeister, en su escrito presentado el pasado 23 de junio.

Dijo que sus representadas son acreedoras de CGB -presidido por el primogénito del empresario Álvaro Saieh, Jorge Andrés- por US$ 244 millones, de un bono por US$ 500 millones, el que debía pagar intereses en cuotas semestrales. Estas son las que CGB dejó de cumplir, por lo que entró en cesación de pagos.

"Descapitalización de CGB"

“Durante los últimos años CGB ha llevado a cabo una serie de operaciones con sus sociedades relacionadas, de escasa o nula racionalidad económica. Ello ha implicado una importante descapitalización de CGB, mermando en forma substancial su patrimonio al nivel de prácticamente vaciarlo por completo, en perjuicio de sus acreedores”, señalaron los demandantes.

Tales operaciones, sostuvo el abogado López, consistieron en la adquisición de una serie de activos a un valor muy por sobre su precio de mercado y en el otorgamiento de una serie de prendas, fianzas y codeudas solidarias para garantizar obligaciones de sociedades relacionadas.

Junto a esto, dijo que CGB perdió su capacidad de ‘hacer caja’ para cumplir con sus obligaciones, aquejándole una situación de fuerte estrechez financiera al momento de adquirir activos “ilíquidos”.

Estas compras, precisó, le significaron a la sociedad desprenderse de dinero para adquirir activos “ilíquidos”, comprando acciones de sociedades cerradas cuyos activos conocidos representan una parte menor del total, pudiendo los demás ser de nulo o escaso valor económico. Mientras que, dijo el abogado, el otorgamiento de garantías sobre sus activos para caucionar obligaciones de sus relacionadas con terceros limitó fuertemente su capacidad de emplear dichos activos para pagar sus obligaciones.

"Operación de vaciamiento patrimonial"

“Todos sus actos configuraron una gran operación de vaciamiento patrimonial de CGB, en detrimento de nuestras representadas, al extremo que en la actualidad CGB carece de capital u otros activos relevantes en su patrimonio que le permitan cumplir con sus obligaciones con nuestras representadas”, dijo López.

Aseguró además que estas operaciones con sociedades relacionadas fueron realizadas por CGB en conocimiento del mal estado de sus negocios y en una etapa de creciente estrechez financiera.

“Así las cosas, CGB ha sido administrada de manera abusiva, en perjuicio de sus acreedores. Todo esto, por lo demás, en un contexto de mala situación financiera del Grupo Saieh en general, lo que se ha visto reflejado no sólo en la mala situación de CGB, sino que también por los problemas que están teniendo en varias otras empresas del Grupo, según se ha publicado en la prensa, que se manifiestan en ventas de activos e incumplimientos con sus acreedores”, afirmaron los demandantes.

El jueves 24 de junio, el mismo día que el directorio de CorpGroup Banking aprobó someterse al Capítulo 11, el abogado de esta sociedad, Ricardo Reveco Urzúa, respondió a los acreedores en un escrito presentado a la justicia chilena.

"Tapar el sol con un dedo"

“Esta parte niega desde ya todos los fundamentos de la infundada solicitud de medida precautoria presentada por los demandantes. Ella se basa en una selección arbitraria y trucada de hechos con el fin de dar a entender que se habrían ejecutado actos en perjuicio de los intereses de los acreedores, en circunstancias que ello no es tal”, dijo el abogado.

Aseguró que todos los actos de CGB han sido perfectamente lícitos y ejecutados en un contexto que les provee una racionalidad económica que las demandantes pretenden desconocer. “El propósito de las demandantes no podrá prevalecer, porque el intento ‘de tapar el sol con un dedo’, es lo que precisamente realizan aquellas. Todas las operaciones cuestionadas son razonables y ejecutadas en conjunto con otras que beneficiaron a los mismos demandantes”, dijo Reveco.

Según un abogado que asesora a uno de los acreedores, con dos procesos en paralelo (en Chile y Estados Unidos, lo más probable es que se declare el Capítulo 11 de CGB como procedimiento principal y se detenga la tramitación de las acciones a nivel local.

Eventualmente, dice el experto, podrían seguir las acciones en contra de las otras sociedades demandadas por los acreedores (Inversiones Gasa Limitada, Compañía Inmobiliaria y de Inversiones SAGA SpA y CorpGroup Interhold SpA), que no están consideradas en el proceso en EE.UU.