Por dentro
¿Cómo se redibuja el "Segundo Piso"?
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Antes de que Miguel Crispi (sociólogo UC, militante de Revolución Democrática, 37 años) asumiera como jefe de asesores del Segundo Piso de La Moneda, a mediados de septiembre, su figura ya era frecuente en aquella repartición del Ejecutivo.
Mientras encabezó la Subdere (Subsecretaría de Desarrollo Regional) se le solía ver rondando por las oficinas de los colaboradores más estrechos con los que trabaja el Presidente Gabriel Boric, equipo que antes era dirigido por Lucía Dammert (también socióloga, exjefa de asesores).
“Sin serlo, lo cierto es que Miguel era miembro del Segundo Piso. Por lo mismo, su llegada ha sido bien natural aquí. Siempre estuvo, siempre participó y aconsejó. Es raro que anden los subderes por el segundo piso. Pero él tenía injerencia y se notaba”, relatan cercanos al mandatario. La relación con Boric es de larga data, y en la campaña presidencial, sobre todo en el balotaje, cumplió un rol protagónico.
A un mes de su instalación, quienes trabajan ahí comentan que el sello que le está dando al segundo piso -donde trabajan cerca de 20 profesionales- es uno más político. “Me da la impresión de que quisieron instalar a alguien más político y que pudiera llevar los análisis a la práctica de formas concretas. Llegó a materializar y a ordenar algo que estaba medio despelotado. A poner la pelota en el piso, pero sin mucha parafernalia”, añade una persona que trabaja en La Moneda.
Sobre esto, destacan quienes están al tanto, uno de los cambios más concretos es la dupla que armó con Matías Meza-Lopehandía (abogado U. de Chile, militante de Convergencia Social, 42 años), con quien, aseguran, redefinieron sus roles y los separaron, situación que no ocurrió con Dammert. “Ahora está claro qué hace cada uno, o qué le corresponde hacer a cada uno. Sus tareas, áreas y misiones. Antes, todo era más líquido”, profundizan.
“La diferencia entre un jefe de gabinete y uno de asesores, ahora está más clara. Matías está más concentrado en la agenda del Presidente y Miguel en el trabajo con el equipo complejo, en los mensajes a la ciudadanía, en el trabajo con la Secom. Lo que sucedía antes, más que un problema humano con alguien puntual, era un problema orgánico. Ellos dos están ordenando bastante, redibujando el segundo piso”, profundizan las mismas fuentes.
En cuanto a la dupla de Miguel y Matías, aclaran quienes los conocen, “no se trata de personas iguales. No son un espejo políticamente, para nada. Pero tienen códigos parecidos de conducción política, hablan el mismo idioma. Y eso ha permeado en todo el segundo piso: hay sensación de mayor unidad”.
Otro asesor que trabaja de cerca con esta dupla es Pablo Paredes (publicista y licenciado en Comunicaciones de la Usach, milita en RD, 40 años), director de la Secom.
Paredes tiene una relación política histórica con Crispi, y cuentan quienes están al tanto, en este rebaraje del Segundo Piso, ahora está vinculado más directamente con presidencia. “Hay más trabajo directo de la Secom ahí”, especifican sus cercanos. En este proceso, Paredes también ha concretado cambios: el martes 11 de octubre se sumó Sebastián Fierro a su equipo -en reemplazo de Javiera Olivares-, quien para ello debió salir del Mineduc. "Sebastián es alguien muy de acción, de concretar. Lo que se requiere en esta etapa", relatan conocedores de esta nueva fase.
Además, se sumaron Catalina Aninat y Francisca Acevedo. “Habrá más contrataciones estos días pues se está reforzando esta secretaría para, con ello, potenciar las comunicaciones del gobierno”, adelantan.
Pese a que en La Moneda hay una autocrítica a los seis meses que llevan en el gobierno en cuanto a su relación con los medios y la sensación de “puertas cerradas” que existía entre periodistas que cubren palacio, hoy piensan que la situación es distinta: se han organizado conversaciones con directores y editores de medios con el ánimo de reconstruir este lazo.
La Secom es parte de la Segegob, que dirige la ministra Camila Vallejo. “Por lo mismo, ella siempre está en el Segundo Piso. Es parte de su ADN y la cara visible de las comunicaciones del gobierno”, explican.
El 6 de septiembre Diego Pardow (abogado U. de Chile, militante CS, 42 años) dejó su puesto en el Segundo Piso, donde se desempeñaba como jefe de la Unidad de Seguimiento de Compromisos Presidenciales, para asumir como ministro de Energía.
A principios de este mes, en su reemplazo, asumió Leonardo Moreno (abogado UC, máster en Gobernabilidad y Desarrollo Humano, Universitat Oberta de Catalunya, Doctor en Políticas Públicas por la Universidad Pontificia Comillas, España).
Eso sí, se "rebautizó" el cargo para él: es jefe de Seguimiento y Políticas Públicas. Moreno es un hombre de experiencia: fue director ejecutivo de la Fundación Nacional para la Superación de la Pobreza, exconsultor para el Banco Mundial, PNUD, Unicef, y estuvo a cargo de la División Social en el Ministerio de Planificación Social de Ricardo Lagos. Y, según cuentan en La Moneda, “encarna el giro social del Segundo Piso. Es un vuelco hacia las políticas públicas para enfrentar urgencias de las personas”.
Es precisamente uno de los focos que se fijó en ese sector del gobierno en este "segundo tiempo": dar respuesta a urgencias, ser “un gobierno que gobierna, que soluciona”. “Ese es el mantra”, especifican. Entre los asuntos que requieren más apuro están: seguridad ciudadana, seguridad económica y seguridad social. Y añaden: “Esos temas más que, por ejemplo, TPP11, que es lo que está en pauta en medios hoy. El TPP es más de nicho que de conexión transversal con ciudadanía”, explican.
Otro de los cambios más visibles en este tiempo de cambios es el de Giorgio Jackson: desde que dejó la Segpres y asumió en Desarrollo Social, ya no se le ve en esta área de palacio.
En toda esta reorganización, añaden desde La Moneda, Luna Follegati (historiadora de la U. de Chile, militante de CS, 39 años) es una figura relevante.
Académica y con especialización en feminismo, asesoró a Gabriel Boric para las presidenciales en asuntos de esta área -es cercana a las ministras Camila Vallejo, vocera de gobierno, y Antonia Orellana, ministra de la Mujer y Equidad de Género- y trabaja en el Segundo Piso desde inicios de este gobierno. “Formalmente no ha cambiado su rol, pero está mucho más presente en las reuniones y en el corte de decisiones, desde que empezó la era Crispi”, aseguran.
Tatiana Klima (periodista de la Universidad de Temuco), jefa de la oficina de prensa en Presidencia, es otra de las asesoras clave del Segundo Piso. El área que dirige también enfrentó cambios: se creó una subdirección a cargo de Nicole Vergara.
Carlos Durán (historiador de la U. de Chile, sociólogo de la Arcis, Convergencia Social, 48 años), en tanto, es otro actor de esta relevante dependencia de La Moneda: está a cargo de contenidos y participa en la elaboración de los discursos.
Todos estos profesionales suelen frecuentar la oficina del Presidente: está próxima a la de Crispi y Meza-Lopehandía, por lo que es común verlos conversar a los tres en el despacho del mandatario. Boric, en todo caso, es cercano a gran parte de los asesores del Segundo Piso, y varios de ellos tienen acceso directo a él.
Es frecuente además que las cabezas de esta zona de La Moneda se reúnen a debatir temas y que almuercen al menos una vez a la semana todos juntos.
El puesto que no existe - "es asumido y repartido entre varias dependencias", aclaran- y que podría ser creado estas semanas, adelantan, es el de director(a) de Programación, que en la administración pasada estaba en manos de María José Torrealba.
Otro de los aspectos que destacan de Miguel Crispi, es su cercanía con la Concertación. “Es hijo de Claudia Serrano, exministra del Trabajo, que estuvo vinculada a la campaña de Paula Narváez. En este segundo tiempo, donde tenemos que aunar fuerzas entre ex-Concertación y los ‘millennials’, esa doble mirada es un aporte estratégico. Quienes conozcan esos dos mundos, hoy están en posición aventajada”, concluyen desde La Moneda.