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El oleaje político que levantó el Caso Audio: golpe al Piñerismo y críticas a Boric
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Eran pasadas las 13:30 horas del martes 27 y la expectación por la lectura de las medidas cautelares para Luis Hermosilla -en la quinta jornada de formalización del Caso Audio- era alta. Apenas la jueza Mariana Leyton declaró la prisión preventiva para el abogado, las reacciones no tardaron. Justo en ese momento, una fila de diputados de derecha iba saliendo por una de las puertas de la sala. Varios evitaron los focos, hasta que el presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, respondió a la prensa: “Nos parece bien cualquier cosa que determine la justicia”.
El tema, sin embargo, venía hace días siendo incómodo para buena parte de Chile Vamos, desde que el jueves 22 de agosto el nombre de Andrés Chadwick fue mencionado en la audiencia de formalización. Fue por unos dineros que aparecieron pagados por Factop -factoring investigado por estafa y delitos tributarios- para la acusación constitucional del exministro en 2019. Esto luego de ser solicitado por Luis Hermosilla -quien defendió a Chadwick ante el Congreso- para pagar 25 mil euros al alemán Kai Ambos por un informe usado en la defensa y otros $ 14 millones al abogado Jean Pierre Matus por su labor allí.
Dos días antes, el martes 20, Ciper había revelado que la fiscalía mantenía en su poder un respaldo de 17 transferencias de dineros de Hermosilla a Chadwick por un total de $ 190 millones. Chadwick difundió una declaración pública en la que aclaraba que todas esas platas correspondían a pagos por trabajos jurídicos realizados desde que en 2020 ambos acordaron una comunidad de techo. Recalcó que estaban justificados con boleta de honorarios.
Por eso, cuando se conocieron las cautelares, en el Congreso varios parlamentarios mencionaron al exministro. “Todo el círculo se empieza a estrechar hacia el ministro Andrés Chadwick, la defensa en la acusación constitucional del señor Chadwick fue financiada con dineros provenientes de lavados de activos; el señor Chadwick fue quien recibía la información filtrada por el exdirector de la PDI de causas secretas. Ambos tenían el mismo contador, compartían oficina…”, dijo el diputado PS Daniel Manouchehri, querellante del Caso Audio.
Más lejos fue el republicano Agustín Romero, quien emplazó a la UDI: “Una persona que pueda estar eventualmente involucrada en una situación de corrupción no puede seguir perteneciendo a su partido”.
Ramírez fue requerido sobre la militancia de Chadwick: “Hoy no hay una investigación, no ha sido llamado a declarar. Yo no puedo andar especulando acerca de cosas que todavía no se conocen”, dijo.
Pero la alarma ya estaba encendida.
En días previos, la primera en salir a distanciarse de Chadwick fue Evelyn Matthei -la más probable candidata presidencial de la centroderecha-, lo que significó un golpe al interior del bloque. “Acá tiene que caer el que tenga que caer”, dijo. En Chile Vamos dicen que la reacción de Matthei fue efectiva, pues puso una suerte de “cordón sanitario” a su alrededor. En términos políticos, recalcan, estuvo “impecable”, pero en lo humano fue muy complejo: Matthei y Chadwick son cercanos, comparten militancia y trabajo político por años.
En Chile Vamos dicen que la reacción de Matthei fue efectiva, pues puso una suerte de “cordón sanitario” a su alrededor. En términos políticos, recalcan, estuvo “impecable”, pero en lo humano fue muy complejo: Matthei y Chadwick son cercanos, comparten militancia y trabajo político por años.
Desde el círculo de Chadwick comentan que él es “pragmático” y entendió el tono de Matthei, sobre todo con las críticas de la izquierda y algunos análisis sobre la mesa. “Si Chile Vamos esconde la cabeza como hasta ahora, sin una estrategia coherente para enfrentar esta bomba radioactiva, el caso Hermosilla les costará la presidencial”, escribió en X el director de Criteria, Cristián Valdivieso.
El silencio de Chadwick
Parlamentarios del oficialismo han insistido con que Chadwick debe salir a dar una explicación, pero en su círculo defienden su estrategia del silencio. En Chile Vamos leen los antecedentes que han salido a la luz como una “operación” ni siquiera en contra de la UDI, sino más bien como un golpe directo al legado de los gobiernos de Sebastián Piñera, porque, dicen, lo que queda del “piñerismo” es primeramente la figura de Chadwick: el verdadero “pánzer” de sus dos administraciones y referente de la centroderecha.
Un histórico dirigente del sector dice que ya son expertos en estos “asesinatos de imagen pública que planean desde la izquierda”, por lo que, subraya, de nada le serviría a Chadwick salir a hablar cuando sólo intentan “hundir” el legado de Piñera. En su círculo comentan que el exministro sólo hablará si el Ministerio Público lo requiere. Afirman que Chadwick está tranquilo, que ya vivió algo similar -“la presión de la izquierda”- cuando el exdirector PDI Sergio Muñoz fue enviado a prisión preventiva. Sí reconocen que ése sigue siendo un caso “duro”: se trata de la formalización de quien fue su mejor amigo por décadas.
En todo caso, las críticas sobre el eventual involucramiento de Chadwick en el Caso Audio se dan igualmente porque Hermosilla fue reconocido asesor de Interior de Piñera. Y no sólo eso: hubo asesores que trabajaron en esa repartición y en la oficina de Hermosilla, como María José Gómez, ex jefa de gabinete de Chadwick y exsubsecretaria de Prevención del Delito.
En Chile Vamos leen los antecedentes que han salido a la luz como una “operación” ni siquiera en contra de la UDI, sino más bien como un golpe directo al legado de los gobiernos de Sebastián Piñera.
Desde la derecha, además, dicen que hay algo de cierto en las palabras del defensor de Luis Hermosilla, su hermano Juan Pablo, cuando critica que se hace “cherry picking” del celular pues, advirtió, habría hasta ministros de la Suprema involucrados. “Que aparezcan todos los nombres”, sostienen las fuentes consultadas.
¿“Torpeza” de Boric?
Pero hubo un inesperado cambio de giro. Las críticas del oficialismo hacia la figura de Chadwick pasaron esta semana a segundo plano cuando el Presidente Boric salió a valorar la prisión preventiva de “un señor que se creía todopoderoso”. La oposición lo tildó públicamente de “imprudente”, y en privado decían que fue una “torpeza” porque mutó el tema de la agenda.
En el oficialismo, en privado, dijeron sorprenderse de las palabras de Boric. En público también hubo asperezas. Por ejemplo, el presidente del PPD, Jaime Quintana, afirmó en Cooperativa que “para resguardar bien la separación de poderes, es mejor que las autoridades del Poder Ejecutivo omitan opinar sobre resoluciones del Poder Judicial, más aún cuando son procesos en curso”.
La oposición lo tildó (a Boric) públicamente de “imprudente”, y en privado decían que fue una “torpeza” porque mutó el tema de la agenda.
Siempre en privado, parte de las observaciones desde la centroizquierda era que Boric no tuvo el mismo énfasis cuando Daniel Jadue (PC) quedó en prisión preventiva por el caso Farmacias Populares y en momentos -además- en que el jefe de asesores del Segundo Piso de La Moneda, Miguel Crispi, también ha sido cuestionado por haber contratado a Hermosilla como su defensor en el caso Democracia Viva.
En todo caso, en el bloque gobernante hacían ver que probablemente los dichos de Boric podían tener buen eco popular, pero, agregan, eso no se sabrá hasta una nueva encuesta. La presidenta del Frente Amplio, Constanza Martínez, de hecho, defendió a Boric y señaló que en las palabras del mandatario “no hay una intromisión al juicio” y que “lo que señala el Presidente es algo que señala toda la gente en la casa: que en este país no puede haber una justicia para ricos y otra para pobres”.