Por dentro
El retailer chileno que quiere destronar a MacOnline y que ve con interés la industria del metaverso
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A ocho meses de adquirir las 15 sucursales de Reifschneider por US$ 8,2 millones, Yáneken, el segundo conglomerado de marcas de retail más grande de Chile, ya comenzó a delinear sus próximos objetivos con la tienda de productos Apple.
Fue en plena pandemia cuando la familia Rishmague, accionista principal de Yáneken -grupo que administra marcas como Belsport, Bold, Crocs, Oakley, Quicksilver y Roxy-, decidió adquirir los activos de Reifschneider, uno de los dos Apple Premium Reseller en Chile (empresas autorizadas por Apple para vender sus productos y ofrecer servicio técnico).
La empresa, que antiguamente pertenecía a la familia Boher, arrastraba una racha de malos resultados. “A ellos nunca les gustó el negocio”, confiesa Sebastián Gebhardt Rishmague, gerente comercial del grupo, y quien lideró el proceso de compraventa.
Con esta operación dieron el primer paso en la industria tecnológica. “Nosotros siempre pensamos que la siguiente etapa tenía que ser en esa dirección”, señala Gloria Rishmague, gerenta general de Yáneken, desde las oficinas de Darrish, el family office del clan, que tiene inversiones en el rubro inmobiliario y empresas como Bci.
“Nosotros siempre pensamos que la siguiente etapa tenía que ser en esa dirección”, señala Gloria Rishmague, gerenta general de Yáneken
La idea, se escucha desde la compañía, es rediseñar las tiendas y aumentar las ventas. Para eso, le cambiaron el nombre (ahora se llaman Aufbau) y en algunos casos tendrán sucursales más grandes. “Nosotros nunca nos íbamos a quedar con Reifschneider, era una mochila muy pesada, ya que muchos la relacionaban con una tienda de fotografía”, confiesa Gloria.
Su principal competidor -MacOnline- tiene 19 sucursales en Chile y acumula ventas, de acuerdo a una fuente de la industria, “muy superiores” a la marca de los Rishmague.
La estrategia, detallan, es potenciar el servicio técnico y aplicar algo -hasta ahora- inexistente: la posibilidad de dejar los iPhone antiguos como parte de pago.
Acá, y por primera vez, las tres generaciones de la familia Rishmague -Pedro, Gloria y Sebastián-, conocidos por ser muy reservados, repasan sus orígenes y desafíos más complejos.
Fue en 1985 cuando Pedro Rishmague Odde, hijo de palestinos, abrió la primera tienda Belsport en Paseo Ahumada 352. “Partimos con zapatillas de lona blancas, luego empezamos con las de plástico”, recuerda Pedro (86 años), quien, hasta hoy, es el presidente del directorio de Yáneken y el principal ejecutivo del family office de la familia.
En los años ‘90 arribaron a la empresa las hermanas Gloria y Pamela Rishmague, ambas hijas de Pedro, quienes protagonizaron el periodo de expansión de la marca.
Pero a diferencia de otros retailers nacionales -que empezaron expandirse por Latinoamérica y a diversificar sus portafolios- los Rishmague se quedaron en Chile. “Mi papá siempre nos dijo que para abrir un país uno de nosotros se tenía que ir a ese lugar, pero nadie estuvo dispuesto”, recuerda Gloria.
“De repente, la empresa llegó a una etapa de maduración. Cuando ya tienes 70 tiendas no tienes muchos lugares donde abrir más sucursales”, indica Sebastián. Y agrega: “Tuvimos la suerte que se nos acercó Nike con una campaña para elevar el mercado”. La idea de la multinacional estadounidense era entrar a Chile con zapatillas premium.
Ante la posibilidad de cerrar un acuerdo con Nike, Gloria actuó rápido: mientras Sebastián seguía en la universidad (Ingeniería Civil PUC). lo mandó a los headquarters de Nike en Portland. “Me dijeron que querían hacer el negocio con nosotros, pero solo si Sebastián lo dirigía”, recuerda la gerenta general.
Así, a fines de 2014, nació Bold, la primera tienda de zapatillas de gama alta que ofreció las Air Jordans en Chile. Desde ahí, abrieron una serie de marcas propias, como K-One (calzado deportivo especializado) y Drops, una boutique de zapatillas donde hay que pedir hora para poder entrar.
En 2018, en pleno plan de expansión, sufrieron un incendio en su centro logístico recién construido en San Joaquín, por lo que se trasladaron a Bodegas San Francisco. Ahí conocieron a la familia Silberberg, dueña de una parte de la empresa.
Los Silberberg, además, eran dueños de International Global Sourcing (IGS), un holding que manejaba la representación de marcas como Bamers, Crocs, Oakley, Three Monkeys Eyewear, The Lab, Wetfly, Roxy y Quicksilver. “Ellos compraron muchas marcas muy rápido y se les hizo difícil la administración. Estaban justo buscando socios. Ahí surgió la idea de fusionarnos”, aclara Gebhardt.
Durante todo 2019 planificaron la fusión y en 2020 recibieron la luz verde de la Fiscalía Nacional Económica. Los Rishmague se quedaron con el 80% del grupo y los Silberberg con el 20%. La operación fue asesorada por Ameris Capital.
Con esto pasaron a ser el segundo conglomerado de marcas de retail más grande de Chile, después de Forus, ligada a la familia Swett, y superando a Komax de Arístides Benavente. Tienen más de 1.400 empleados y 170 tiendas.
Los Rishmague piensan dos veces antes de decir que son una empresa familiar. “En cargos administrativos solo estoy yo, como gerente comercial, y mi mamá, como gerenta general”, aclara Gebhardt. “Los gobiernos corporativos son difíciles de hacer porque uno no quiere herir susceptibilidades. En 2016 me mandaron a hacer un curso sobre esto a Estados Unidos y ahí le dimos la vuelta a la empresa”.
Respecto a 2022, adelantan que será un año clave. “Vamos a concretar Aufbau y potenciaremos Belsport”, dice Gloria Rishmague. Además, abrirán 15 tiendas de sus distintas marcas en Chile.
“A largo plazo ya estamos viendo otros rubros. Todos conocemos la situación macroeconómica en el país. Nos encanta Chile, pero también debemos diversificar el riesgo”, indica el gerente comercial, quien asegura que su expansión podría ser a México, Colombia, Perú o Uruguay.
Pero no se quedarán solo con la industria textil y tecnológica. Ya están viendo posibilidades en el rubro del metaverso y la realidad aumentada: “Hay muchas tendencias que nos gustan, no estamos cerrados a nada”.
“No hay éxito sin fracaso, es una constante. Yo trabajo con puros millennials y les digo que deben equivocarse”, dice Gloria Rishmague. Y agrega: “Los terremotos, inundaciones, saqueos y el incendio en el centro logístico nos han pegado muy fuerte”.
Respecto a negocios con malos resultados, la gerenta general no duda: Belsport Kids. “No nos fue bien porque no creamos el concepto correctamente. Después nos dimos cuenta que Belsport ya llegaba a la familia. Fue una decisión apresurada que no pensamos lo suficiente”.