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El Ruby Tuesday, una aerolínea y el crucero: El negocio que llevó a Rolando Musiet a pedir su quiebra

El Ruby Tuesday, una aerolínea y el crucero: El negocio que llevó a Rolando Musiet a pedir su quiebra

El abogado Rolando Musiet fue socio de la cadena de restaurantes Ruby Tuesday. Luego, entró al negocio de los vuelos chárter con la Aerolínea Principal. Su última gran apuesta fue el Crucero Mundial, proyecto comercial que buscaba llevar a miles de espectadores al Mundial de fútbol en Brasil en 2014. A siete años de ese fracasado proyecto, el empresario solicitó la liquidación voluntaria: sus deudas superan los $ 2.200 millones y los principales acreedores son los bancos Santander, Security y Corpbanca.

Por: J. Troncoso Ostornol | Publicado: Sábado 15 de enero de 2022 a las 21:00
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Participó en el rubro de los restaurantes. Luego, en el negocio de los vuelos chárter con la Aerolínea Principal. Su última gran apuesta fue el Crucero Mundial, el proyecto comercial que buscaba llevar a miles de espectadores al Mundial de fútbol en Brasil en 2014.

Pero, a siete años de ese fracasado proyecto, esta semana el abogado Rolando Musiet Talguía solicitó la liquidación voluntaria de bienes como persona deudora. Según reveló, sus deudas superan los $ 2.200 millones y los principales acreedores son los bancos Santander, Security y Corpbanca.

DF MAS -que intentó sin éxito poder hablar con el abogado- tuvo acceso al documento que el jurista presentó a la justicia, donde explica en detalle los motivos que lo llevaron a tomar este camino.

La historia parte a finales de 1997. Musiet explicó que, junto a su familia, comenzó un negocio en el rubro restaurantes, a través de la franquicia americana de comida casual llamada Ruby Tuesday.

El primer local debutó en Isidora Goyenechea, Las Condes, un año después. Fue todo un éxito, dijo el abogado, lo que los alentó́ a abrir más sucursales. Así, en 2013, la sociedad llegó a manejar una cadena de 13 establecimientos en todo el país.

En paralelo, en el añ̃o 2007, el clan Musiet incursionó́ en la industria de los vuelos chárter a través de la Aerolínea Principal.

“Este negocio, en un principio funcionó́ de forma normal y sin grandes contratiempos, pero con el correr de los añ̃os fuimos creciendo desordenadamente y sin una estrategia que nos permitiera enfrentar futuras situaciones de crisis, como lo que ocurrirí́a más adelante”, detalló el abogado en su solicitud de liquidación, para luego apuntar a una mayor competencia en el rubro aé́reo, a travé́s de otras aerolíneas que se dedicarían a lo mismo que la familia Musiet.

A todo esto, señala en el escrito, se sumó que en aquella época el barril de petróleo (principal costo de cualquier aerolínea) superaba los US$ 125.

El CEO de esta firma fue Carlos Musiet, hermano de Rolando, y ambos hijos de Carlos Musiet Harenque, quien fuera el fundador de la desaparecida aerolínea National Airlines en 1992.

La estrategia inicial de PAL, como también fue conocida, apuntaba a realizar vuelos no regulares, los que eran ofrecidos a operadores turísticos y agencias de viajes. Sin embargo, durante 2010 se iniciaron periplos regulares de pasajeros hacia aeropuertos del norte de Chile.

Hasta que llegó el 2014, año en que la aerolínea fue suspendida para realizar operaciones por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) por incumplimiento de requisitos técnicos.

El crucero mundial

Meses antes, el clan había comenzado a fraguar un negocio que les traería aún más problemas: Crucero Mundial, que era liderado por Fernando, otro de los hijos de Carlos Musiet Harenque.

Esta iniciativa tuvo mucha cobertura mediática por lo innovador de la propuesta: un crucero que recalaría en las distintas ciudades donde se jugaría el Mundial de Brasil. La propuesta incluía estadía y tickets para los encuentros, pero los números no resultaron ser los esperados.

“Tomamos una decisión comercial nefasta que fue lanzar para el Mundial de Brasil 2014 un crucero donde los hinchas de Chile podían dormir, comer y que incluía los pasajes aéreos a Brasil y las entradas a los partidos de fútbol en los que Chile jugase en ese Mundial. A este crucero se le llamó́ Crucero Mundial, el cual se veía como un negocio auspicioso y que nos permitiría salir delante de todas las deudas que nos estaba generando la lí́nea aé́rea”, dijo Rolando Musiet en su solicitud de liquidación.

Señaló que esta apuesta comercial respondía a que en Chile había un gran interés en seguir a la selección de fútbol, por lo que creyeron que el viaje sería ultra solicitado.

Sin embargo, nada de ello ocurrió́. El crucero tenía capacidad para más de 2.400 personas y a dos meses del mundial no se habían vendido ni 500 paquetes. Finalmente, al viaje fueron menos de mil pasajeros, pero haciendo promociones incluso de 4 por 1 en los ú́ltimos días.

Este ruinoso negocio generó́ una deuda para mi familia superior a los US$ 22 millones. Se sumaba al desastre anterior, que los bancos nos empezaron a presionar fuertemente para que diéramos las garantías de todos los restaurantes Ruby Tuesday para cumplir con nuestros compromisos con ellos”, sostuvo el abogado Musiet.

Establece en el texto que las entidades financieras les exigieron traspasarles, en dominio, varios bienes raíces que no tenían que ver con este negocio, pero se vieron obligados a entregarlos a efectos de poder cumplir con sus compromisos y mostrar disposición a responder a los clientes.

“Sin embargo, y al poco tiempo de tratar de cumplir a duras penas con nuestras obligaciones, nos dimos cuenta que era imposible pagar todas nuestras deudas, todo lo cual generó́ la declaració́n de quiebra de la Aerolínea Principal en el añ̃o 2015 y la pé́rdida de todos nuestros restaurantes Ruby Tuesday, lo que derivó́ en la pé́rdida de todo nuestro patrimonio y bienes, debiendo comenzar literalmente de cero”, dijo el abogado.

Como si fuera poco, precisó que en la gran mayoría de estas obligaciones firmó como aval de estas deudas. “Al vernos imposibilitados de pagarlas a través de dichas empresas, se me hizo efectivo mi cará́cter de deudor solidario y pasé a deber en el sistema más de $5.000 millones, en circunstancias que eran deudas de las empresas”, explicó. “Intenté́ durante muchos años tratar de salir adelante de este pozo profundo en el que caí́, pero me ha sido imposible cumplir con estas obligaciones”, concluye.

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