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Emprendedores y Plebiscito: 10 historias detrás de un voto
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Diego Fleischmann, cofundador Migrante: “La propuesta no da incentivos claros para el emprendimiento”
“Estuve por el Apruebo en el plebiscito de entrada. Siempre pensé que escribir una nueva Constitución, con la participación de los partidos políticos, del mundo independiente y de los pueblos originarios, podía ser un lugar de encuentro para trazar un proyecto de futuro para Chile. Al igual que a muchos me ilusionó la consagración de derechos sociales. Pero para que eso ocurra y esos derechos no queden en papel, debe existir progreso económico para aumentar la recaudación y así pagar este mayor gasto.
Mi decisión (Rechazo) la tomé en base a que la propuesta no da incentivos claros para el emprendimiento. Y ahí estoy anclado a tres razones bien específicas.
La primera es que se precariza el derecho de propiedad en tres ámbitos. Primero en el agua, que se pasa de derecho de aprovechamiento a solo autorizaciones de uso. Por lo tanto, si uno es agricultor, al no tener derechos, queda a merced de la autoridad administrativa de turno. Segundo, está el tema de indemnización: creo que el justo precio y la eliminación del pago al contado -en el artículo 78- también precariza el derecho de propiedad. Y tercero, es que en el artículo 95 la propiedad intelectual no está consagrada, solo se rescata el derecho al autor.
La segunda es la libre competencia. Por un lado, se permite que por ley simple se puedan crear empresas públicas. Hasta ahí no hay problema. Pero lo que se perdió es que no contempla el principio de neutralidad competitiva, que es muy importante. El Estado podría poner una panadería popular, competir al panadero de la comuna, vender a precio bajo mercado y hacerlo quebrar. Al permitir que el Estado pueda crear empresas públicas sin ese principio pone en riesgo el emprendimiento. Por otro lado, es que en el artículo 348 se debilita el Tribunal de la Libre Competencia, un organismo muy profesional.
La tercera razón es la parte laboral, que deja a las pyme y emprendedores en una situación muy compleja. En el artículo 47 se dice que se puede hacer huelga en todo momento y no solo al término de la negociación colectiva.
No fue una decisión fácil. Hay que basarse en argumentos y no solo en emociones. Desde el punto de vista de la emocionalidad estaba por el Apruebo, con el sueño de construir un país en conjunto, con una Constitución escrita en democracia. Pero cuando uno estudia directamente la propuesta y desmenuza artículo por artículo, te generas una opinión específica.
Esto no termina el 4 de septiembre, sino que empieza el 4 de septiembre. Si gana el Apruebo vamos a tener que ponernos de acuerdo para hacer reformas bien importantes para que el país salga adelante. Y si gana el Rechazo, estamos obligados a construir una nueva Constitución con una participación muy amplia”.
Daniela Baytelman, cofundadora Easycancha: “Podemos terminar en una dictadura de izquierda o de derecha”
“He tratado de estar súper informada por ambos lados. El proceso se alejó mucho de lo que imaginaba cuando voté Apruebo en el plebiscito de entrada. Más allá de eso, la propuesta final me genera preocupaciones súper fundamentales que afectan mis principios más básicos.
Me considero bastante de centro izquierda, pero lo que veo acá son dos cosas. En primer lugar, que atenta contra las libertades. No se debe forzar a la gente a tomar decisiones. Uno tiene dudas de cómo va a resultar el nuevo sistema de salud o pensiones… me molesta que te quiten la libertad de elegir. Si el nuevo modelo de salud pública es bueno, todos vamos a terminar ahí. Pero como no tengo esa garantía, quiero poder elegir.
Por otro lado está el sistema político, que me preocupa profundamente. Como está definido en la propuesta podemos fácilmente terminar en una dictadura de izquierda o de derecha. Está todo dado para que una línea tome el poder, desde el Presidente al Parlamento.
Por eso creo que es más sencillo partir de un nuevo texto que empezar a reformar esta propuesta, que la encuentro demasiado coja. No es que hay que pintar la casa, hay que construir los pilares de nuevo.
También estoy convencida de que va a haber una nueva Constitución si gana el rechazo. Sería ridículo no hacerlo. Sería un suicidio para la derecha decir ‘ganó el rechazo, pasó la vieja’. Dado que va a haber una nueva carta magna y será un nuevo inicio el 5 de septiembre, a mí me parece una mejor opción el Rechazo.
Además, encuentro que la Convención Constitucional no era representativa del pueblo de Chile, por más que fuera elegida democráticamente. Fueron elegidos en un momento de mucha ira, también está la cantidad de independientes y los escaños reservados. Algunas de las iniciativas populares más apoyadas ni siquiera fueron evaluadas.
El mundo emprendedor está muy preocupado del proceso. Al final esto nos afecta a todos. Si la nueva Constitución no queda razonable para atraer inversión, ¿cómo vamos a levantar capital? Es algo del día a día de nosotros. Eso claramente nos afecta”.
Carlos Oberg (43), fundador de Vessi: “Creo que se pueden resolver los problemas del texto que salió de la convención”
“Voté Apruebo en el primer plebiscito. Soy un convencido de que tiene que haber un cambio y que eso le va a hacer bien a la sociedad. Durante el proceso de la Convención Constitucional percibí los ripios y me molestaban algunos comportamientos de la Convención, pero siempre tuve la esperanza de que iba a salir un texto moderado. Para mí las constituciones no resuelven todos los problemas, es un tema más de la sociedad. Y creo que hoy día, Chile puede resolver los problemas que tiene el texto que salió de la Convención.
Leí algunos párrafos de la nueva Constitución, pero me di cuenta que era tremendamente técnico. Puedes poner a dos constitucionalistas a explicar y van a tener interpretaciones diferentes. Siempre entendí que esto era más un tema político que técnico. Claro que hay temas como el sistema político que hay que perfeccionar y entiendo que están todos de acuerdo en eso.
Pero también creo que necesitamos menos incertidumbre y aprobar significa salir rápido y empezar a trabajar sobre algo que tiene que resultar, comparado con empezar de nuevo otro proceso que no sé qué legitimidad va a tener y que va a mantener la incertidumbre, que a nosotros como empresarios nos hace difícil trabajar.
Por suerte, mi círculo es súper respetuoso. Es muy válido que haya gente que piense distinto. No he tenido mayores problemas con eso. En mi círculo todos creen que hay que cambiar la Constitución, ese es el acuerdo general. Algunos creen que hay que cambiarla desde la actual y otros desde la nueva, esa es la discusión. Pero en la situación país que estamos, necesitamos estabilidad social y eso se resuelve con más oportunidades y más igualdad”.
Magdalena Bulnes (34), socia de Lysto: “Soy emprendedora y me preocupa la inestabilidad”
“Para el primer proceso, en 2020, estuve súper indecisa: un día me inclinaba por el Apruebo, el otro por el Rechazo. Pero soy emprendedora, y me preocupé por la inestabilidad que podría gatillarse durante el proceso. Me he dedicado toda la vida a armar negocios sola, no depender de una gran empresa, y esa inestabilidad de estar pisando tierra de nadie durante tres años, sin reglas claras, me hizo dudar. Tengo tres niños y necesito certezas, certezas para mí y muchos y muchas que están en mi misma situación. Ahora no tengo dudas de que votaré Rechazo.
Todo el proceso desde el plebiscito de entrada, estuve con miedo porque las reglas del juego variaron mucho. Lo que iba pasando al interior de la Convención tampoco era muy esperanzador: el primer día ni siquiera cantaran el himno nacional, se habló desde un principio de refundar el país... fue un balde de agua fría.
Al interior de la Convención se vio poco compañerismo, se vio lo peor de la política: no hubo acuerdos para temas clave para el país, cero solidaridad ni consensos. Me he leído los artículos centrales de la propuesta constitucional completos: el hecho de que los poderes del Estado se reestructuren completamente, no tiene lógica. Están armando un Chile con base nueva, y no creo en eso.
Los tres poderes nos dan estabilidad y nos hacen ser país democrático. La plurinacionalidad, el no saber dónde podré ahorrar mi plata en el futuro, qué va a pasar con mis pensiones... Nada tiene sentido. Por eso y porque me preocupa lo que viene, me inscribé como apoderada el 4 de septiembre. El que está inquieto, debe participar”.
Alejandro Pérez (42), CEO de Cobranza Online: “Mi intención era votar Apruebo, pero no se pudo”
“Fui de los pocos que votó Rechazo de entrada. Desde un inicio estuve en contra de la creación de una nueva Constitución. De eso me arrepiento. Si pudiera volver atrás, habría votado Apruebo, porque en todo el proceso me di cuenta de lo importante que significa tener una Constitución escrita democráticamente, independiente del contenido de la misma”.
Sería mucho más fácil decir, ‘voté Rechazo, miren en lo que estamos, siempre lo supe’. Pero no, no digo eso.
Durante el proceso empecé a escuchar y leer. He leído a pensadores e intelectuales, y de a poco me fui nutriendo de la ilegitimidad que tiene esta Constitución actual: más allá de si era buena o mala, fue hecha entre cuatro paredes y eso la deslegitimiza. Por eso creo que es necesario un nuevo proceso, una nueva Constitución.
Voté Rechazo, mi intención era votar Apruebo en esta pasada, pero no se pudo. Estaba súper abierto a aprobar, a ver qué iba a pasar, hasta que apareció el movimiento “Amarillos por Chile” liderado por Cristián Warnken. Si la centroizquierda pensaba así, era para preocuparse, y me decidí por el Rechazo. Leo sus columnas con atención, pero para informarme reviso principalmente lo que escriben economistas, De Gregorio y Sebastián Edwards, por ejemplo.
Los temas valóricos son importantes, pero no inclinan mi balanza, no como lo hacen los artículos en relación al futuro de Hacienda, del Banco Central. El cómo administras. te permite hacer caja para todo el resto de las medidas. Sin presupuesto, no se puede”.
En cuanto a las formas, lamentablemente la elección de los constituyentes fue un error y maleó el proceso: claramente no representaba al país. La realidad en Chile es que la mitad es de izquierda, la otra de derecha. O centro izquierda y centro derecha. Y eso no se vio en la Convención, que quedó con una representación de más de 70% de izquierda. Por eso, lo que se escribió, no nos identifica, no nos une.
Sólo satisface a un polo de izquierda, pero no a la gran mayoría. Por eso me incliné totalmente al Rechazo, porque el gran sentido de todo esto era unirnos, pero nos dividió. Creo que se tiene que rechazar y hacer un nuevo proceso donde los constituyentes tengan una mayor hegemonía, que representen a Chile, y no nos deje enemistados como ahora. Comunistas y republicamos viven en guerra. Y el centro está sufriendo esta guerra.
Tadashi takaoka, gerente general socialab: “Los argumentos (a favor y en contra) tienden a irse a extremos, pero yo tiendo al promedio”
“Desde el emprendimiento siempre se mira el efecto directo de la dificultad de partir y sobrevivir: impuestos, burocracia, sueldo mínimo, etc. Al revisar una Constitución, vemos que esa mirada puede ser demasiado de corto plazo.
Una Constitución no es una casa; es el terreno donde se construye la casa. Personalmente, requerí mucha ayuda para llegar a una opinión final. Leí completa la propuesta, anoté mis dudas y pregunté a abogados especialistas. Mi sensación es que tiene bases sociales necesarias para el desarrollo.
Los argumentos, a favor y en contra, tienden a irse a casos extremos (quitarnos las casas, perder la pensión, ser el mejor país en sostenibilidad, vida digna para todos), pero yo tiendo a ser más pensante en el caso promedio y en que no se puedan trancar discusiones por la Constitución, sino que siempre se puedan abordar desde las leyes. Encuentro interesante la fuerte tendencia hacia la sostenibilidad en esta propuesta.
He visto desde la innovación social que es muy central, desde lo práctico, para escalar negocios. ¿Y sobre la incertidumbre y el daño que puede producir a los negocios? Es inevitable pensar en esa posibilidad. Pero es importante entender que no podemos descansar solo en la tarea de cambiar, o no, una Constitución.
De ahí debemos vigilar las leyes que la acompañen, ahí estará la lucha del emprendedor. Dicho lo anterior, enfocándome en la búsqueda de estabilidad social y dado que en mi experiencia las economías que tienen apoyo social bien orientado logran superar las malas bases (sobre todo en educación), es que decidí votar Apruebo”.
Natalia Espinoza, fundadora de Papinotas y miembro del G100: “Lo perfecto es enemigo de lo bueno”
“Votaré Apruebo: la propuesta tiene elementos claves que la Constitución actual no contempla, tanto a nivel sustantivo, como los derechos que garantiza, como a nivel de mecanismos, como es la integración del sistema de salud, democracia directa, entre otros.
No es perfecta, como no lo es ninguna Constitución, pero confío en su perfeccionamiento, ya que el Congreso que diseñará las leyes en el tiempo que dan los artículos transitorios tiene buena representatividad de todos los sectores.
Por otra parte, el mecanismo de cambio constitucional del nuevo texto le aporta a la Constitución mayor legitimidad de la que goza la actual. Con el Rechazo tendríamos que partir un nuevo proceso, sin garantías de un mejor resultado, que nos haría esperar al menos un par de años más, en un país con una crisis social cada vez más aguda, que podría detonar nuevos estallidos -incluso de mayor violencia- y dar espacio al posicionamiento de líderes populistas.
En Chile hay consenso en la necesidad de reformar aspectos estructurales del sistema, por eso casi el 80% de los chilenos votamos por redactar una nueva Constitución. Pero creer que resolver esa profunda demanda era una carrera rápida de solo 12 meses es ingenuo. La nueva carta magna marca el inicio de un largo camino en el cual lo importante es avanzar y reconocer que ‘lo perfecto es enemigo de lo bueno’”.
Macarena Guajardo, fundadora y directora ejecutiva de la fundación basura: “Apruebo porque es hora de avanzar y no retroceder”
“Entiendo que existen distintas líneas de pensamiento. También entiendo que exista mucha desconfianza en las personas, partidos e instituciones. Solo pienso que nos hace falta, como sociedad, hacer reflexiones profundas en cuanto a lo que aspiramos como raza humana, al bien común, a la noción de felicidad y bienestar que al parecer es distinta entre los sectores de la sociedad.
No entiendo por qué la campaña del Rechazo además se basa en difundir noticias falsas y generar miedo en las personas. ¿Por qué no podemos conversar como gente adulta, estableciendo los puntos de vista y generando acuerdos? Creo que, más que una división, tenemos una mala -o inexistente- metodología de construcción social.
Medio ambiente y salud, son los temas que más nos importan. Como Fundación Basura, hicimos una intervención en la Convención para invitar a les constituyentes a comprometerse por la protección socio ambiental con la entrega de botellas reutilizables, para evitar así la generación de plásticos de un solo uso durante sus actividades.
Esto es un proceso democrático y estamos donde estamos porque así lo hemos elegido como comunidad y, el 4 de septiembre, aprobaré porque, sea óptimo o no, el resultado del trabajo colectivo y esto debe reconocerse y valorarse. Rechazar este resultado también es darle la espalda al proceso. Si hay cosas que mejorar, entonces avancemos juntos y juntas desde este nuevo hito. Apruebo porque los avances en materia socioambiental son innegables.
Comenzando por el artículo 1 de la Constitución donde se menciona a Chile como un estado ecológico, lo que me llena de orgullo y esperanza. Apruebo porque además se ha incluido el enfoque de género, el derecho a la salud y se considera también a la comunidad LGBTIQA+. Apruebo porque es hora de avanzar y no retroceder. Los procesos sociales no se detienen y los avances seguirán llegando”.
Javier Ramirez, Fundador Matchetune SpA @matchetune: “Veo un marco más moderno, inclusivo y amoroso para construir la sociedad del futuro”
“En el plebiscito de entrada aprobé y luego seguí de cerca el proceso constituyente, sobre todo los temas relacionados a pueblos originarios, recursos naturales y organización de la sociedad.
Uno de los elementos que me hace votar Apruebo es la inclusión de pueblos originarios, su reivindicación, respeto de su cultura, cosmovisión, medicinas, forma de organizarse y gobernarse, cuidado del medio ambiente por parte de ellos, de los ecosistemas, el agua, el respeto a los seres energéticos que sustentan la naturaleza, las medicinas que crecen en dichos ecosistemas, en fin, todo lo que las culturas originarias saben hace miles de años, que es necesario para preservar la vida, física y espiritualmente.
Todo esto lo digo con absoluto conocimiento, pues con nuestra empresa Matchetune, venimos trabajando con pueblos originarios hace cinco años, nos hemos ganado su respeto, tarea difícil de lograr para un winka. Aquí estamos, trabajando con productos con nanotecnología, y complementando con sanación holística, incorporando la cosmovisión ancestral mapuche, entre otras medicinas alternativas, porque nuestra propuesta es inclusiva y cooperativa.
La sociedad chilena sigue siendo un adolescente medio malcriado, con miedo profundo al futuro (y por lo tanto violenta), sin un arraigo cultural profundo que permita avanzar de manera sólida.
El principal cambio que debemos hacer como sociedad es que el dinero deje de ser la única y primera prioridad de Chile. Necesitamos empresas que construyan la sociedad inclusiva del futuro, en el largo plazo. Si gana el Rechazo, seguiremos esperando a madurar espiritualmente como sociedad. Veo en la propuesta de Nueva Constitución un marco más moderno, inclusivo y amoroso para construir la sociedad del futuro”.
Juan Pablo Swett (49), presidente de la Multigremial Nacional: “Rechazaron todos los artículos sobre libertad para emprender”
“Voté Apruebo e hice campaña para el plebiscito pasado: publiqué cartas en los diarios, participé en un cabildo con Javiera Parada en el Cerro Santa Lucía. Y cuando se inició el proceso ya con la Convención andando, partimos con esperanza, pensé que había buenas personas con las que podríamos dialogar, Pato Fernández, Benito Baranda, por ejemplo.
La composición en el papel se veía bien. Pero vino enero y cuando empezó el proceso de discusión de iniciativas populares de normas constitucionales, me tocó liderar la de “libertad de emprender”, para la cual juntamos 25 mil firmas.
Me preparé durante una semana para exponer en el Pleno: hablaba de los dolores de pymes y emprendedores y me preparé para mil preguntas. Pero ‘oh sorpresa’, me dieron solo dos minutos para exponer y me interrumpieron a los 30 segundos y rechazaron todos los artículos. Esto me pasó las dos veces que fui a la Convención a hacer la presentación.
Fue un combo fuerte porque para nosotros los temas de concentración económica, acceso a financimiento a las pyme, entre otros, son súper importantes. Y ninguno fue ni si quiera discutido. El único que me hizo una acotación fue Benito Baranda: me dijo que las grandes empresas se disfrazan de pyme para pagar menos impuestos. Un nivel de desinformación total.
Esto fue en el verano. Y ya en marzo la desmotivación fue aumentando. Y miré desde la galería cómo se peleaban los convencionales, nuestros representantes para esta tarea. Y muchos fuimos respetuosos a que terminaran todos los plazos para decir ‘esto salió mal’. Y ahora estamos en campaña para rechazar este proceso e iniciar uno nuevo en el que se apoye con fuerza a los emprendedores”.