Jorge Marín Correa invitó a Ana Sainz de Vicuña Bemberg, en 2009, a invertir en Grupo Security. La empresaria, parte de una de las familias más ricas de España y ampliamente conocida en Argentina, pagó US$ 25,7 millones por el 5% del grupo financiero; y luego seguiría comprando acciones hasta conseguir el 6,32%, convirtiéndose en la cuarta principal accionista, después de los Pavez, Matsumoto y la familia Marín. 

Y fue el mismo Marín quien el pasado viernes 3 de enero compró en US$ 65 millones todas las acciones de la empresaria. Ella salió totalmente de su aventura en el grupo financiero chileno multiplicando casi por tres su inversión. Y él, se convirtió en el principal accionista del Security, con cerca del 17% de la propiedad, a un par de meses de concretarse la OPA para fusionarse con el Bice de la familia Matte.

El vínculo entre los Sainz de Vicuña Bemberg y los Marín Correa data de 2004, cuando invirtieron en el mundo inmobiliario a través de Territoria. Fue en ese rubro que la familia española llegó a Chile, donde también apostó por hoteles en la Patagonia y en el desierto, además de terrenos agrícolas y de uvas para vino. 

Este movimiento accioniario ocurre mientras los equipos internos del Bice y del Security se preparan para la fusión, lo que hizo que esta semana se anunciara la nueva plana ejecutiva, que liderará Juan Eduardo Correa. Tras la aprobación de la operación por parte de la Fiscalía Nacional Económica y la Comisión para el Mercado Financiero, hay sendos equipos de coordinación de cara a la nueva entidad financiera. En marzo se espera que se lance la OPA, con lo cual el banco de los Matte controlará la nueva sociedad. 

Consultados en el Security confirmaron que las acciones que compró Marín a Sainz de Vicuña Bemberg también van a la OPA. 

“A través de una transacción en la Bolsa Electrónica, las sociedades Hemaco Ltda., Polo Sur Sociedad de Rentas Limitada y Doña Marusa Ltda., vinculadas a la familia Marín Correa, adquirieron todas las acciones del Grupo Security que mantenía la sociedad Arcoinvest Chile, ligada a la empresaria española Ana Sainz de Vicuña, representativas del 6,3150% del capital accionario del holding”.

Y agregaron que “las sociedades que adquirieron los títulos suscribieron el acuerdo de compraventa entre Bicecorp y accionistas del Grupo Security, que representan un 65,23% de las acciones emitidas con derecho a voto, para concretar la integración de ambas entidades, por lo que participarán en el proceso de Oferta Pública de Acciones (OPA) que se realizará próximamente”.

La OPA será por un precio de acción de $ 276,43, mientras que Marín compró los más de 252 millones de papeles que tenían los españoles en $ 260 cada uno.  

Las razones de la empresaria para vender ahora, a semanas de la OPA, tienen que ver con que su porcentaje de acciones se diluirían en demasía al concretarse la fusión, lo que dejaba de ser una inversión atractiva para el holding familiar. Además, al quedar en una posición tan minoritaria, menor al 5%, existía un cambio tributario en su matriz, que no les convenía. La primera opción para salir, dicen conocedores, fue Marín. Son viejos conocidos y siguen teniendo negocios juntos en el mundo inmobiliario.

Cuando los Sainz de Vicuña Bemberg quisieron entrar al Security en 2009, contrataron la oficina de asesoría financiera 7A, de Cristóbal Hurtado y Bernardo Fontaine, para que les hiciera la valuación del precio a comprar el paquete de acciones. Con Fontaine, Ana Sainz de Vicuña comparte actualmente directorio en el Security. 

Mientras las razones de Marín Correa, también ex controlador de CGE, ex accionista de Gasco y fundador de Nevasa, son la de subir su participación de cara a la nueva entidad, ya que fue él uno de los que más empujó la alianza con el Bice. Con los Matte se conoce desde hace mucho, e incluso es director de CMPC. 

Según la memoria 2023 de Security, la familia Marín Correa, a través de diversas sociedades, ostentaba el 11% de la propiedad, por lo que tras la compra a la familia española, superará el 17%. 

El nacimiento de la fortuna de los Sainz de Vicuña Bemberg está al otro lado de la cordillera: la familia creó Quilmes, la marca de cerveza más conocida de Argentina. En España, en tanto, fueron los primeros en llevar la Coca-Cola a la península ibérica. De ambos negocios ya salieron, y hoy su fortuna se estima en 800 millones de euros (US$ 800 millones) repartidos en diversos negocios financieros y reales en tres continentes. 

El origen de la familia Bemberg se sitúa en la segunda mitad del siglo XVI en una pequeña ciudad alemana llamada Langenberg. En esa localidad, Conrad zum Bimberg -el primer miembro familiar del que se tienen registros- poseía una propiedad en la que cultivó sus primeros viñedos. Pero el linaje más conocido comenzó en 1850, cuando Otto Bemberg cruzó el Atlántico y se instaló en Argentina. Junto a su hijo Otto Sebastián fundaron la Destilería Franco Argentina y la Brasserie Argentine Societé Anonyme. Más tarde, se conocerían como Cervecería Quilmes. Aunque su foco era la cerveza, nunca dejaron sus pasados unidos al vino. En 1920 compraron viñedos en Mendoza y en 1996 adquirieron terrenos en el Valle de Napa en California. 

Pero en 2006 decidieron vender su participación en Quilmes a la belga Inbev. Le vendieron su 68% en US$ 1.800 millones. Y en 2010, compraron el grupo Peñaflor, uno de los 10 mayores embotelladores de vino del mundo, con 3.200 hectáreas productivas, bodegas en seis provincias de Argentina y 2.900 empleados.

Al otro lado del charco, en tanto, uno de sus aliados en los negocios son los Botín, controladores del Banco Santander. Recién en diciembre pasado compraron Palacios Alimentación, una cadena europea de comida, en consorcio con JB Capital, la firma inversora de Javier Botín, GPF, Ion-Ion, Corporación Financiera Guadalmar (uno de los vehículos de inversión de los Sainz de Vicuña Bemberg) y Label Investments.

En política también han estado. El abuelo de Ana Sainz de Vicuña, Pascual Sainz de Vicuña Camino, fue nombrado por el dictador Francisco Franco cónsul de Hendaya y Caballero de la Legión de Honor. Además, se casó con Tina Soriano Roxas, heredera de una de las familias más ricas de Filipinas.

Mientras que Juan Manuel Sainz de Vicuña y Soriano, tío de Ana, fue quien llevó la Coca-Cola a España, al diseñar los primeros sistemas de embotelladoras regionales. En 2017, los Sainz de Vicuña decidieron salir de ese negocio y le vendieron en 90 millones de euros sus acciones en la embotelladora a Coca-Cola Iberian Partners. 

Según los sitios web de Bemberg Capital y Quilvest, su vehículo de inversión financiera, los hermanos Ana, Inés, Federico y Beatriz Sainz de Vicuña Bemberg, son accionistas principales en marcas como Cabaïa, RCA, Ermitage, Groupe EDH, Newbury. Mientras que a través de Quilvest tienen US$ 600 millones bajo administración en fondos, US$ 1,2 mil millones en bienes raíces adquiridos desde 2013 y 83 propiedades, también están en capital privado y en coinversiones en marcas de mercados medianos como la supermercadista BBB en México. 

De los hermanos Sainz de Vicuña Bemberg, Ana y Federico son los que más participan. Él se encarga de Europa. Y Ana de Sudamérica. 

En Argentina, tienen un campo de enormes dimensiones en Jujuy. Y el turismo patagónico es de sus principales pasiones. Ana, nacida en 1962, es licenciada en economía agraria por la Reading University de Reino Unido y tiene un Program for Management Development por la Universidad de Harvard. Hasta 2002 desarrolló por 18 años una carrera profesional en Merrill Lynch en España, antes de dar el salto y ser cara visible de su familia empresaria. 

En el banco estadounidense inició su carrera en Banca Privada, donde estuvo 12 años ejerciendo de Financial Consultant. Posteriormente se incorporó a la Sociedad de Valores y Bolsa, que se constituyó tras la adquisición de FG, ayudando en la integración y desempeñando distintos cargos, el último de ellos como responsable de Operaciones, Sistemas, RRHH y Finanzas. Finalmente fue nombrada directora general de la sucursal en España de Merrill Lynch International Bank. 

Aunque tiene un perfil bajísimo, una de sus incursiones más públicas fue en 2006, cuando en las elecciones del equipo de fútbol Real Madrid, Sainz de Vicuña se presentó como vocal dentro de la candidatura a la presidencia del empresario Juan Miguel Villar Mir, el mayor accionista de OHL y fallecido en julio del año pasado, junto a otros empresarios de la construcción española. Villar Mir obtuvo 23,94% de los votos, y perdió ante Ramón Calderón.

La empresaria también ha sido parte de otros directorios, como la empresa de infraestructura global con base en España, Acciona; la empresa inmobiliaria Colonial; Mobiel Dreams Factory, una agencia de marketing y publicidad móvil, así como de Corporación Financiera Guadalmar, uno de los vehículos de inversión en real estate y hospitalidad en Latinoamérica. En todo caso, por ejemplo a las reuniones de directorio del Security, Ana sólo se conectaba vía Zoom, nunca presencial. 

En Chile, también, otra rama de los Bemberg, los Montalembert, fueron parte de La Polar, donde entraron en 2006 y llegaron a tener 10% de la firma. Jacques Louis de Montalembert Bemberg estuvo en el directorio con Norberto Morita en el retailer antes de su caída estrepitosa. Los Bemberg salieron en noviembre del 2009 a través de un remate en bolsa por diferencias en la gestión de la empresa, principalmente contrarios a su expansión internacional. En julio del año siguiente empezó a germinar el Caso La Polar que estalló a mediados de 2011.