Por dentro
La desconocida apuesta radial de Pablo, Hernán y Juan de Dios Larraín (y Sebastián Lelio)
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Es martes 21 de enero y el reloj marca las 12:30 de la tarde. A esta hora se está empezando a escribir este reportaje y suena en Radio Isla Negra la canción “Okinawa Fantasia”, de Martin Glass, un misterioso DJ y productor norteamericano. Minutos después, se escucha al compositor chileno-estadounidense Nicolás Jaar con su atrapante “Problems with the sun”.
Mientras estas canciones se reproducen, decenas de íconos aparecen en un mapa mundial en la web de la radio digital Isla Negra. Cada punto representa la localidad donde, en tiempo real, están sonando los distintos temas de la emisora chilena. Para sorpresa, la mayoría de los dardos no se encuentran en Sudamérica: Portugal, Francia, Alemania, Inglaterra, Rumanía, Rusia y la República Checa son algunos de los países que más concentran reproducciones. Hoy, cerca del 60 % de las escuchas provienen del extranjero.
Así es un día normal en Radio Isla Negra, estación de música online con base en la Región de Valparaíso, que lleva 25 años funcionando y cuyos fans, todos melómanos, denominan de “culto”. Ellos definen su trabajo como “No sugar. No additives. Just Music”.
El espacio, que no tiene publicidad ni interrupciones, nació en 1999, cuando su fundador, el escritor y guionista Hernán Rodríguez Matte (entonces de 27 años), se fue a vivir a una pequeña cabaña en Isla Negra. Instalado allí, se dio cuenta de que ese espacio había sido ocupado años antes por Los Blobs, un icónico grupo musical de los años ‘70 compuesto por Eduardo Gatti y Juan Pablo Orrego, entre otros. En ese lugar, y mientras escribía una novela, conectó su computador a Internet, transmitió su música online y la compartió con sus amigos. Así, sin quererlo, fue creciendo la emisora.
La SpA
Para conmemorar los 25 años de vida, Radio Isla Negra participó de distintos eventos. Por ejemplo, en diciembre de 2024 el Centro de Estudios Públicos (CEP) realizó un encuentro bautizado “Acordes a contracorriente” donde Rodríguez Matte habló con Javiera Parada (coordinadora de Arte y Cultura del think tank) sobre la influencia de este dial en el desarrollo musical de la escena local. Ahí, el fundador recordó la historia de la radio y reveló anécdotas sobre el negocio. Por ejemplo, cuando un fan alemán le pidió que pusiera música en su matrimonio en las afueras de Berlín.
Pero hay algo que hasta ahora era desconocido y que se materializó a finales de noviembre pasado: aparte del fundador, Hernán Rodríguez Matte, a este proyecto se sumaron una serie de socios con connotación pública.
Para empezar, según escrituras públicas, entraron sus tres primos Pablo, Juan de Dios y Hernán Larraín Matte, todos a través de sociedades personales. Los dos primeros son fundadores de la productora Fabula (Jackie, Spencer, María, El conde, La memoria infinita) y el tercero fue convencional y presidente de Evópoli. También -mediante entidades de inversión- se incorporaron el director de cine Sebastián Lelio (Una mujer fantástica), quien trabaja permanentemente con Fabula, y la diseñadora Piedad Rivadeneira.
También ingresó el publicista Sebastián Arteaga, quien es socio de Flama, pizzería que acaba de inaugurar un segundo local en Lastarria y que por estos días fue viral luego de que la cantante Dua Lipa se paseara con una caja de estas pizzas durante el rodaje de una publicidad en el centro de Santiago.
También ingresó el publicista Sebastián Arteaga, quien es socio de Flama, pizzería que acaba de inaugurar un segundo local en Lastarria y que por estos días fue viral luego de que la cantante Dua Lipa se paseara con una caja de estas pizzas durante el rodaje de una publicidad en el centro de Santiago.
“Es un dream team para darle un revival a este proyecto”, dice alguien involucrado. Esta incorporación se formalizó en noviembre de 2024 en la 34ª Notaría de Santiago, con la constitución de la sociedad Radio Isla Negra SpA.
El objetivo, según cuentan personas que participan en este proyecto, es darle un segundo aire a la radio, ya que hasta ahora ha sido un proyecto sin ánimo de lucro. Sin embargo, debido a lo costoso que resulta financiar una estación de estas características, han pasado por momentos financieros complejos.
De hecho, hace 12 años Rodríguez Matte bajó la cortina de Radio Isla Negra. Pero pocas semanas después, un alemán y un suizo, ambos desconocidos, le escribieron un correo electrónico: decían que eran fanáticos de la radio, que habían grabado las transmisiones durante 10 años y que habían creado un sitio espejo para revivir el proyecto. A partir de ahí, el dial volvió a la vida y empezó a funcionar con un modelo de donaciones.
La gracia de la radio, dicen sus oyentes más fieles, es la aleatorización, sin géneros, épocas ni estilos predefinidos. Cuentan con tres canales distintos (cada uno con un estilo diferente) y todas las canciones son elegidas a mano por Hernán Rodríguez Matte. No hay algoritmos ni inteligencia artificial.
Contactada la radio por DF MAS, no quisieron hacer comentarios.
Son las 16:21 del mismo martes y ahora suena una música muy distinta a la de hace unas horas atrás: “Lady Madonna” de Los Beatles, y “Over & Over” de Fleetwood Mac.