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Por dentro

La difícil semana de Piñera, puertas adentro

La difícil semana de Piñera, puertas adentro

La presentación del requerimiento por parte del gobierno ante el Tribunal Constitucional para frenar el tercer retiro de fondos de las AFP generó una crisis política profunda, e hizo revivir los cacerolazos y barricadas en las calles. Aquí hay seis claves que dan cuenta de cómo el Presidente vivió los hechos desde su círculo más intimo.

Por: María José Gutiérrez y María José López | Publicado: Sábado 24 de abril de 2021 a las 04:00
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Las dos alas del segundo piso

El segundo piso de La Moneda está dividido en dos alas, literal. Hacia la derecha está Cristián Larroulet con su equipo de asesores, entre ellos Andrés Sotomayor, Pablo Eguiguren, Felipe Hubner, Vicente Parodi y Magdalena Salinas. Se les llama "los técnicos". Y a la izquierda, está el sector de operaciones: producción, avanzada, programación, prensa, jefa de gabinete. Ahí trabajan, entre otros Carla Munizaga, la jefa de comunicaciones; Magdalena Díaz, asesora y ex jefa de gabinete, y Teresa Mira, la sucesora de Díaz.

Esta zona es catalogada por algunos en La Moneda como “el área blanda”. Más allá de la diferencia geográfica, en el entorno del Presidente reconocen que existen dos alas políticas: una conservadora y otra liberal, una que estuvo por el Rechazo y otra por el Apruebo, y que en esta oportunidad, habrían estado en veredas opuestas frente a la decisión de llevar el tercer retiro al Tribunal Constitucional.

El ruido no es nuevo y se explica particularmente por el link entre Munizaga y RN: la periodista fue asesora histórica de ese partido, donde es aún militante, y es muy cercana a Mario Desbordes, quien en el último tiempo ha sido el rostro más visible de oposición al mandatario -en el propio oficialismo- frente al retiro de fondos.

En el segundo piso niegan que existan diferencias y enfatizan que no hubo debate frente a ir o no, sino que la duda estaba en cuándo acudir al tribunal. Y subrayan que la decisión la tomó el Presidente con sus ministros del comité político. Sin sus asesores: ni técnicos, ni operacionales. Agregan que cuando se les comunicó hubo un respaldo unánime a la medida, pese al daño político que sabían que generaría.

"El costo político de esto y la frustración para las personas que están pensando cómo usar el 10% es enorme. No es falta de sensibilidad del Presidente. Él se mueve por convicciones y sabe el daño que produce una medida como esta en las pensiones de las personas", señala una fuente de palacio. Y agrega que por lo mismo Piñera “nunca puso en duda” no defender la inconstitucionalidad de la medida en el TC. De todas formas, comenta un asesor político, “el problema de que existan estas dos alas, es que eso colabora a que el comité político esté tan debilitado”.

La carta que empeoró todo

La idea habría sido del ministro de Interior Rodrigo Delgado. El fin era respaldar al mandatario y descartar rumores de que había divisiones en el comité político por la decisión del presidente de llevar al TC el proyecto. De hecho, la diferencia se hizo patente cuando ni él ni su par en Desarrollo Social, Karla Rubilar, estuvieron presentes en el anuncio de la presentación del requerimiento.

Rubilar incluso habría presentado su renuncia, la que no habría sido aceptada por Piñera. La carta fue enviada a distintos medios el miércoles en la noche. Y lejos de ayudar, solo empeoró las cosas. De lo que hay claridad es que Piñera habría estado al tanto de que se enviaría -esas cosas no se hacen sin el visado del Presidente, explica un cercano al mandatario- y no reparó en el efecto que generaría.

Tampoco la Secom, encabezada por el periodista René Cánovas. El principal trasquilado con el resultado fue el propio Presidente, cuya figura y liderazgo se vio empañado por la misiva. “Nadie escribe una carta a su jefe apoyándolo”, advierten en Chile Vamos.

El rol de Morel

¿Sería efectiva la aparición política de la Primera Dama en un momento como este? En La Moneda dicen que no. “Pese a que ella le entrega cercanía y empatía a la figura presidencial, no es que la Primera Dama aparezca y suban las encuestas”, explican. De hecho, tras el estallido social, cuando se filtró el audio en el que Morel -entre otras cosas- reconocía que el gobierno estaba “absolutamente sobrepasado”, su figura pasó a ser motivo de crítica por amplios sectores.

Tras eso, la Primera Dama ha sostenido un perfil político bajo que mantiene hasta hoy. Pero que comenzó antes. De hecho, cuando asumió en este segundo gobierno, tras efectuar una serie de viajes, en su entorno se percataron de que la figura de la Primera Dama en varios países estaba siendo cuestionada e incluso en algunos no existía tal.

Por lo que desde sus inicios optó por un rol más cauto y de menos figuración, enfocado 100% al trabajo de oficina en las siete fundaciones que administra y con los adultos mayores como eje de su gestión. Por lo mismo ha dado pocas entrevistas, la última hace más de un año. Otra cosa a la que está abocada es a Compromiso País, programa que lidera desde que Alfredo Moreno dejó Desarrollo Social.

En esta semana especialmente compleja para el Presidente, Morel ha estado trabajando desde su casa, y solo fue a La Moneda el martes para lanzar un fondo para los adultos mayores. Dicen en su entorno que se le ve fuerte y que así “debe estar” para apoyar a Piñera sobre todo en momentos como este. “Ella lo contiene, lo escucha”. Hasta antes de la cuarentena solía recibir en su casa a sus hijos y nietos los fines de semana. Por ahora, el matrimonio habla con ellos a diario por teléfono, con cámara, para ver a los nietos.

La columna que circuló en los chat cercanos

Morir con gloria es el título. El texto del abogado Cristián Valdivieso, publicado el miércoles en La Tercera y donde celebraba el “coraje” del Presidente tras la decisión de recurrir al TC, fue tema de conversación en el chat que reúne al mandatario con sus cercanos. ¿Por qué? Según han comentado a su entorno los Piñera, hay una convicción transversal en el grupo de que el accionar del mandatario es correcto porque “quiere lo mejor para Chile en el largo plazo, aunque no sean las decisiones más populares”, señaló un miembro del clan esta semana. “Estamos muy tranquilos porque se están haciendo cosas a conciencia”, agregó.

En los chat familiares apenas se habla de política, más bien se envían fotos y también memes y bromas; tanto en el del Presidente con sus hijos y cónyuges, como en el ampliado donde participan sus hermanos y sobrinos. La última vez que Sebastián Piñera se reunió con sus hermanos fue en un almuerzo en su casa, con Pablo y Magdalena, haciendo uso del permiso de las 2 horas.

Pablo suele charlar con su hermano y quienes los conocen dicen que son conversas para subirse el ánimo. Lo mismo hacen sus amigos Ignacio Cueto, Ignacio Guerrero y José Cox cuando se reúnen virtualmente con él. El último Zoom fue hace 3 semanas.

En la privacidad reconocen que pese a los momentos de tensión de esta semana -o del último año y medio, más bien- esto no se compara con el estallido social, a todas luces el momento más difícil que le ha tocado vivir al mandatario. “Nunca entendió lo que estaba pasando, fue como que le hubieran pegado un puñete”, reconocen en su círculo. Por estos días, agregan, se le ha visto más “para adentro”, como suele ocurrir cuando enfrenta situaciones complejas.

¿Y Blumel?

El vacío que dejó en La Moneda la salida de Gonzalo Blumel nadie lo ha podido llenar, reconocen en Palacio. Si bien Sebastián Piñera se entiende muy bien con el ministro Jaime Bellolio, no tiene un consejero político, como fue en su momento el Evópoli o Andrés Chadwick. Por eso, desde afuera, Piñera suele conversar con ellos, no así con Jaime Mañalich, con quien estaría molesto por el rol omnipresente que ha tenido el ultimo tiempo, “actuando como segundo ministro de Salud en momentos en los que se requiere unidad”, explican.

Blumel, así como jugó un rol clave en la gestión del acuerdo del 15 de noviembre de 2019, dicen en el piñerismo que habría comentado al Presidente la necesidad de generar un acuerdo amplio con la oposición, recogiendo el anzuelo que lanzó Provoste. El candidato a constituyente ha comentado que estuvo de acuerdo con la decisión de recurrir al TC, y se ha mostrado lejano a la propuesta de Lavín de retirar fondos desde el Seguro de Cesantía.

De vuelta en Palacio comentan que por estos días, al ministro que Piñera más escucha es Rodrigo Cerda, que ha colaborado con su gobierno desde 2010.

Cómo salir

La ventana la abrió Yasna Provoste. La presidenta del Senado dio el jueves una señal de búsqueda de entendimiento cuando planteó al Presidente públicamente que retire la presentación al Tribunal Constitucional, “y que nos permita a partir de mañana hacer un reinicio de un camino de reencuentro político”.

Tras eso, el ministro de la Segpres, Juan José Ossa, habló con los medios en el Congreso. “Lo que hemos oído, empezado a comentar, es que ojalá existan acuerdos en ciertas materias que nos permitan enfrentar de forma mas tranquila lo que queda de pandemia (...) Estos espacios de diálogo para encontrar acuerdos, que a veces van mas allá de discusiones especificas de un proyecto de ley, pueden ser el camino mas apropiado”.

Tras el punto de prensa Ossa y Rodrigo Cerda comenzaron a llamar a los presidentes y secretarios generales de los partidos de Chile Vamos para citarlos a una reunión en La Moneda. En la cita, que comenzó a las 6:30 pm, donde participó el Presidente y los ministros Bellolio y Delgado del gobierno, se puso sobre la mesa cómo profundizar el apoyo a las familias a través del IFE y Bono Clase Media y se esbozó la posibilidad de avanzar en un acuerdo tributario.

Luego, el viernes por la tarde el ministro Bellolio anunció que el gobierno está abierto a presentar un proyecto propio que permita un tercer retiro de fondos previsionales. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición no había ningún avance concreto de un acuerdo, ya que la oposición lo condicionó al retiro del requerimiento del TC, cuestión que Piñera ha dicho que no quiere ceder.

Un cercano a Sebastián Piñera resume el futuro así: “Él esta preocupado de su legado, que al final va a ser que sobrevivió. La única forma de que salga bien es que gane la derecha la elección presidencial o que ocurra un milagro”.

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