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La millonaria cuenta que van sumando los socavones

La millonaria cuenta que van sumando los socavones

Luego de profundizarse la emergencia en el sector de Cochoa al abrirse una segunda zanja, los propietarios del edificio Santorini Norte se organizaron con abogados para delinear las acciones legales: estas van desde reclamos en la Contraloría, recurso de protección en la justicia e indemnizaciones.

Por: Azucena González | Publicado: Sábado 16 de septiembre de 2023 a las 21:00
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“Te desarman tu vida. Esto me desordenó todo. Tuve que venirme a la casa de mi hermana. Ahora estoy en Olmué. Tengo a mis niños en un colegio en Concón, y voy de Olmué a Concón todos los días”, dice Carolina Astorga Carreño, propietaria de un departamento en el edificio Miramar, uno de los complejos evacuados esta semana tras el segundo socavón que se abrió en el sector de Reñaca Norte, en Viña del Mar.

La vecina explica que va a tener que incurrir en gastos para arrendar otra vivienda, “teniendo mi propiedad, y nadie se hace responsable”, reclama. Cuenta que los vecinos afectados se están organizando para demandar a quienes resulten responsables, y que para ello están reuniendo fotos, minutas y organizando reuniones.

Una demanda que a todas luces va a ser millonaria, considerando los gastos que los vecinos están teniendo que enfrentar, en arriendos, traslados y sin dejar de pagar dividendos, gastos comunes y contribuciones, en una emergencia de proporciones que va para meses, por los tiempos de reparación de los socavones, y que además se da en un contexto que está cruzado por una larga y conflictiva historia por la construcción en esa zona alta de Reñaca Concón, en torno a las dunas.
 

Los dardos al MOP y al Estado

“El responsable directo, tal como lo reconoció la propia ministra (Jessica López), evidentemente es el MOP, porque aquí colapsó un colector y ese colapso hace que las aguas lluvias empiecen a caer en el terreno y lo socavan. Debemos reconocer (que) la primera acción de la ministra fue sincera. Por supuesto que uno como abogado sabe que eso era una llaga para el Consejo de Defensa del Estado, que va a tener que defender estas causas”, plantea la abogada urbanista Jeanette Bruna Jara, experta en derecho urbanístico y construcción, quien tomó la representación de los vecinos del edificio Santorini Norte, uno de los que se tuvo que evacuar. Bruna también apunta que fue el Estado el que concedió todos los permisos, y las personas confiaron.

“Si el Estado considera que hubo algún problema en la urbanización o en la construcción, entonces es el que tendrá que responder también, porque es quien dio los permisos, recibió las obras de urbanización, pavimentos, alcantarillados. Desde la perspectiva del particular, el primer responsable, el primero que falla es el Estado”, dice.

“Para nosotros es claro que la causa fue la falta de mantención del colector, cuya responsabilidad recae en el MOP. La construcción de edificios en esa zona está de acuerdo con el plan regulador, cuenta con todos los estudios técnicos necesarios para asegurar la estabilidad de las estructuras y todos ellos fueron aprobados oportunamente por todas las autoridades correspondientes”, insiste Juan Ignacio Soza, gerente general de Reconsa, firma que ha desarrollado buena parte de las urbanizaciones de la zona, a excepción de las nueve hectáreas donde hoy están los socavones y edificios evacuados.
 

La urbanización y el enredo legal

Para entender el desarrollo inmobiliario en la zona, hay que remontarse a la expansión de Viña del Mar hacia el norte en los años ‘80, cuando Concón no existía como comuna independiente, sino que era parte de la Ciudad Jardín. En ese desarrollo, muy gravitantes fueron los socios de Reconsa, cuya propiedad hoy se divide en tres tercios (30% cada uno) en tres familias: Soza Donoso, Cerda, y Pérez Yoma, más un 10% de Confuturo (ILC, de la Cámara Chilena de la Construcción).  

En su origen, fueron dos grupos de socios los que compraron los terrenos, los socios de Neut Latour -Francisco Soza Cousiño, José Luis Cerda, Eugenio Irarrázaval- en 60%, con una firma del ex ministro DC Edmundo Pérez Yoma, en 40%, dando origen a la sociedad Empresa General de Construcciones (Egeco). El paño original fue de 143 hectáreas: 130, entre el camino Concón Reñaca y Av. Borgoño (es decir, la parte hacia la costa), y 13 hacia el interior.

La compra, rubricada el 29 de abril de 1980, no fue hecha al Estado, sino que a la sucesión de la familia Borgoño, una histórica familia viñamarina, que da nombre a la mencionada avenida. 

En agosto de ese mismo año sumaron otro paño, de unas 450 hectáreas, tras un remate público que hizo RCP (Enap de Concón), ubicados en la zona del interior, hacia el Camino Internacional. Reconsa surgió en 1998 -Sociedad Urbanizadora Reñaca Concón S.A., como filial de Egeco-, y fue la que emprendió la urbanización. Primero, Bosques de Montemar, luego Pinares de Montemar, y luego Costa de Montemar, esta última 53 hectáreas en la parte alta de Higuerillas. Todo ya tenía uso de suelo urbano.

También Reconsa vendió nueve hectáreas a la sociedad Reñaca Norte -vinculada a Carlos Echeñique, que había sido propietario de Radio Finísima-, que son los terrenos ubicados entre el campo dunar y Cochoa, donde están hoy los socavones y los edificios evacuados.

Reñaca Norte, a su vez, fue vendida a la sociedad Serinco (Sergio Ramírez, Juan Pablo Simian, y Eduardo Effa), quienes fueron los urbanizadores de esa zona en específico. 

Fuentes que conocen esta historia explican que tras una asesoría de la firma Hidrosán, que hizo un estudio de evacuación de aguas lluvia, se contemplaron cinco colectores, de los cuales se construyeron cuatro, porque el quinto va en una zona aún no urbanizada. Estos cuatro dan a Higuerillas, Costa Brava, Playa Bahamas, y el cuarto, a los terrenos de Cochoa correspondientes a lo vendido a Reñaca Norte, urbanizados en 2005 y cuyo colector lo aprobó el MOP ese mismo año.

Las mismas fuentes exponen que cuando Reconsa vendió esas nueve hectáreas era un paño bruto no urbanizado, colindantes, pero no en lo que después fue conocido como el Santuario, y que contaban con uso de suelo H7, esto es: ocupación de suelo del 25%, altura sin límite y coeficiente 2 (dos veces el tamaño del terreno). “Tenían todas las autorizaciones”, dicen conocedores.  

Avanzando en el tiempo, surgió Duna Viva -integrada por la Corporación Pro-Defensa del Patrimonio Histórico y Cultura de Viña del Mar y la Fundación Yarur Bascuñán, vinculada a Jorge Yarur-, acérrima opositora a la construcción en la zona dunar Concón Reñaca, movimiento que fue activando una seguidilla de acciones legales para evitar el levantamiento de edificios ahí.

En esta historia, hay dos fechas claves: una, el 26 de diciembre de 2012, cuando el gobierno de la época comandado por Sebastián Piñera estableció como Santuario de la Naturaleza el sitio Campo Dunar de la Punta de Concón, unas 30,1 hectáreas, que está en manos de Reconsa, sin construirse.  

La segunda fecha relevante es el 5 de junio de 2019, cuando en uno de los litigios judiciales, la Tercera Sala de la Corte Suprema dictaminó que un proyecto de dos edificios, emplazado “inmediatamente contiguo al Santuario”, dijo, debió ingresar al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental.

Un involucrado en este litigio indica que este fallo dio vuelta una decisión del Servicio de Evaluación Ambiental (antes era Conama), pues ante consultas de pertinencia, había resuelto que no se requería evaluación ambiental (RCA). Pero como la Suprema estableció lo contrario -lo mismo había hecho la Corte de Apelaciones de Valparaíso, en abril de 2019-, se paralizaron las obras de ese complejo.

Y es este mismo fallo el que hoy dio pie a que Duna Viva emprendiera nuevas acciones ante Contraloría cuestionando los permisos entregados entre 2011 y 2023 por el Director de Obras Municipales (DOM) de Viña del Mar, Julio Ventura, los permisos de obras y recepciones definitivas dados “en las cercanías del extremo sur del Santuario”, dice la denuncia.

Por ello, para el abogado de Duna Viva, Gabriel Muñoz, el problema de los socavones es multifactorial. Pero señala: “Hay un principal responsable, que es quien otorgó los permisos de edificación no debiendo otorgarlos, que es el DOM, en primer lugar”.

Plantea además que esa responsabilidad se extiende hasta hoy a la alcaldesa Macarena Ripamonti, porque habiendo tenido las herramientas para cambiar el curso de los hechos, no lo hizo. Eso es, a juicio de Muñoz, que tras el fallo de 2019, se pidiera la invalidación y nulidad de permisos. En esta arremetida contra el DOM, Duna Viva menciona explícitamente al edificio Kandinsky, hoy declarado inhabitable, y a Alto Santorini. Una de las alternativas que baraja el MOP para solucionar este caso consiste en rellenar los socavones con la mejor materialidad que se disponga, ha señalado la ministra Jessica López.

Ante ello Muñoz advierte: “Si el MOP quiere hacer una solución de un relleno de cemento, nosotros vamos a pedir un EIA. Esa acción está arriba de la mesa en cualquier momento que empiecen a construir sin ningún EIA. Duna Viva busca que se cumpla la ley, el santuario dunar, y que no se construya ni sobre ni alrededor”.
      

La batería de acciones legales 

La abogada Jeanette Bruna explica que el primer curso de acción consiste en lograr que la delegada presidencial fije un rango mínimo de seguridad para proteger los bienes. Además, están estudiando concurrir a Contraloría para intervenir en el proceso de los permisos que está estudiando de la DOM.

También menciona un recurso de protección, dado que estima que el MOP está poniendo en riesgo a las edificaciones, para que realicen la labor de contención urgente. “Necesitamos primero que todo, que se realice un verdadero trabajo de contención del terreno que evite nuevos socavones por las próximas lluvias”, dice Bruna, apuntando a que ya hay un reconocimiento del ministerio de que el primer socavón fue responsabilidad de ellos.

“Y este primer socavón lo contienen con una manga plástica que no tiene ningún criterio constructivo técnico. Lo habría hecho un maestro chasquilla. Nos han dicho que eso no tiene ningún cálculo ingenieril. Por tanto, nosotros pedimos que el Estado actúe con eficiencia, eficacia”, reclama. Y luego menciona las acciones indemnizatorias.

“Toda la labor está concentrada en que el Estado cumpla su deber de reparar el daño causado. Primero conteniendo el socavón y posteriormente se verán las indemnizaciones”, dice. DF MAS consultó al MOP, la municipalidad de Viña del Mar y al Sernac, sin obtener respuesta de estas entidades públicas, al cierre de esta edición. 


Juan Ignacio Soza, gerente general de Reconsa: “El colector falló por falta de mantención oportuna, la cual corresponde al MOP”

- ¿Qué responsabilidad tiene Reconsa?
- Reconsa no tiene ninguna responsabilidad. La zona donde están ambos socavones fue originalmente de un privado, la Sociedad Balneario Concón Ltda, de la sucesión Borgoño. Reconsa compró esos terrenos en abril de 1980 y luego vendió esa parte, sin urbanizar, el año 1998 a otro privado. La urbanización y construcción de los edificios posteriores no fue realizada por Reconsa.

- ¿Cuál es la causa de los socavones?
- Reconsa encargó en 1995 un estudio de planificación integral de evacuación de aguas lluvias del área urbana y zona de expansión de Concón, el que fue aprobado por los organismos pertinentes. El colector que tuvo el problema es uno de los cinco indicados en ese plan maestro. Dicho colector, aprobado por la Dirección de Obras Hidráulicas del MOP, fue construido por la empresa propietaria de los terrenos en el año 2005 y su capacidad estuvo pensada para evacuar las aguas lluvia de una cuenca de 107,3 hectáreas, de las cuales sólo la mitad están urbanizadas hasta este momento. Esto significa que el colector debiera estar operando al 50% de su capacidad de diseño. En nuestra opinión, el colector falló por falta de mantención oportuna, la cual corresponde a la Dirección de Obras Hidráulicas del MOP. La construcción en las dunas no ha sido la causa de los socavones, ese caudal de agua hubiese producido similares socavones en otro tipo de terrenos.

- ¿Qué visión tiene de las imputaciones hechas por Duna Viva?
- Duna Viva ha realizado una permanente y larga campaña de desprestigio, llena de falsedades y medias verdades. No tenemos ninguna responsabilidad en lo sucedido, no nos hacemos cargo de estas imputaciones.

- ¿Es necesario demoler los edificios?
- Reconsa ha leído la opinión de ingenieros expertos y todos los informes de dichos ingenieros señalan que los edificios son seguros y que podrán volver a ser ocupados por sus habitantes tan pronto se resuelva el relleno de los socavones, en la medida que los rellenos se efectúen a la brevedad. Hemos hecho una consulta y petición a la Dirección de Obras Hidráulicas del MOP de la Región de Valparaíso, para que nos indique las acciones que a la fecha se han desarrollado para hacerse cargo de la contingencia y lograr la estabilización de ambos terrenos afectados. Hemos pedido una indicación cronológica de todas las nuevas conexiones que se fueron incorporando al colector hasta el 10 de agosto de 2023.

- ¿Los edificios están en zona protegida?
- No, los edificios afectados están fuera del Santuario. Sólo uno de ellos, el Kandinsky, es colindante al santuario.

- ¿Qué aconsejaría a los desplazados?
- Concón es una de las ciudades con mejor calidad de vida urbana de Chile, de acuerdo al índice ICVU. Les sugeriría que mantengan su propiedad. En la medida en que los trabajos se hagan de manera rápida y efectiva, esos edificios volverán a ser plenamente habitables y seguros.


Jeanette Bruna Jara, abogada vecinos: “Nadie del gobierno se acercó”

“Son temas de coordinación del Estado lo que los vecinos están necesitando. Sobre todo, ahora que aparecen abogados que siempre han estado contra inmobiliarias y que lo que pretenden es hacer caer estos permisos”, dice la abogada Jeanette Bruna, apuntando a declaraciones como la del gobernador Rodrigo Mundaca, quien dijo ‘si hay que demoler, hay que demoler’, “olvidando el gobernador que él es parte de un Estado. No puede hablarse en forma tan liviana como que haya que demoler por culpa de las inmobiliarias. Estamos hablando de la propiedad privada y el derecho a la vivienda”.

- ¿Es errado plantear “hay que demoler”?
- Los vecinos no están de acuerdo con que las autoridades den declaraciones sin ningún sustento técnico. Impacta escuchar al gobernador de la zona, que es representante del Estado, diciendo que hay que demoler construcciones que fueron aprobadas por distintos organismos del Estado. Eso también da pie para la futura demanda de indemnización de perjuicios que se pueda establecer. Lo que uno espera es que se actúe con equilibrio. La alcaldesa de Viña del Mar ha actuado en forma bastante equilibrada en sus declaraciones y siempre esperando los informes técnicos. Extraña ese mismo accionar por parte de las otras autoridades que representan al Gobierno.

- ¿Cómo van a encauzar el daño económico?
- He pedido a los copropietarios que hagan un avalúo de cada gasto que están incurriendo. El tema económico va a ir, pero en una segunda etapa y para eso están juntando todos los antecedentes de gastos y también de sus créditos hipotecarios. En este momento estamos concentrados en la seguridad y contención a sus viviendas.

- ¿Serán millones de dólares?
- Sí. Del Estado el único que llegó a hablar para preocuparse de la situación emocional de los copropietarios, fue el delegado municipal. Nadie más. Acá hay un prejuicio del Estado porque no se actúa ante desastres con el mismo protocolo que cuando son personas en situación de vulnerabilidad económica. Nadie del Gobierno se acercó para ver si necesitaban traslado o no. Todo lo consiguieron en forma particular, con taxis, con vecinos, con amigos.


Jorge Yarur: “Es muy fácil culpar a una lluvia”

- ¿A quién responsabiliza de lo sucedido con los dos socavones?
- La culpa la tiene la ausencia de Estudio de Impacto Ambiental. Reconsa y su urbanización de cemento sobre las dunas, y los alcaldes de Viña del Mar y Concón que han dado permisos y recepciones ilegales. No hay dudas, eso ya lo dijo la Corte Suprema. Aquí hay mucha avaricia, ganas de lucrar y la ingenuidad de la gente que compró sus departamentos. Todo a costa de las dunas y los vecinos.

- ¿Adoptarán como Fundación o Duna Viva nuevas medidas legales o administrativas?
- No vamos a aceptar la inacción, negligencia o complicidad de la alcaldesa Macarena Ripamonti o del alcalde Freddy Ramírez con estas obras ilegales. Ya presentamos un recurso para destituir al DOM de Viña del Mar, el mismo que lleva más de 40 años en el cargo y que en mayo fue apoyado por la alcaldesa en tribunales. La Contraloría le está exigiendo información a Ripamonti, veremos lo que dice.

También está corriendo el plazo para que la alcaldesa demande a Vimac por daño ambiental. Si no lo hace, vamos a demandar al municipio por co responsable. Y haremos lo mismo con el alcalde de Concón. Lo increíble es que toda la defensa de las dunas ha sido muy solitaria, sin apoyos del mundo público. Si hasta las ministras de Medio Ambiente y de Obras Públicas han desconocido que la Corte Suprema prohibió construir en la zona del campo dunar sin EIA, además del ministro de Vivienda. Ni las obras del MOP tienen EIA.

- ¿Puede ser injusto responsabilizar a inmobiliarios si los fenómenos de lluvias son anormales en magnitud?
- Estos socavones y los que vengan no son producto de las lluvias, sino de obras ilegales que se construyeron temerariamente sin EIA y sobre dunas inestables y milenarias. Es muy fácil culpar a una lluvia, un temblor o la casualidad de la complicidad en este negociado que han hecho en las dunas. Y ahora están callados Soza, Ripamonti y Ramírez, todos apostando a que la gente se olvide. Esto lo venimos diciendo desde hace más de 10 años y hemos aportado estudios que lo avalan.

- ¿Qué debería ocurrir a su juicio con esas construcciones?
- Los vecinos ya sufrieron un daño irreparable. ¿Alguien va a querer comprar uno de esos departamentos? Son como las casas Copeva, que quedan estigmatizadas para siempre. Además del enorme daño que han provocado en las dunas milenarias.

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