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Los factores que presionan el éxodo de oficinas desde el centro hacia el oriente de Santiago
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Hace unas semanas, Falabella anunció la venta de sus oficinas corporativas ubicadas en Santiago Centro. El retailer decidió empacar sus cosas desde Manuel Rodríguez Norte 730, esquina Rosas, y arrendar instalaciones en Nueva Las Condes, con vista al Parque Araucano.
Para los expertos en temas inmobiliarios, la decisión del grupo no es ninguna sorpresa. Esto es parte de un proceso que lleva varios años, donde distintas empresas se han ido mudando. La crisis social y la pandemia le añadieron ingredientes adicionales a esta presión sobre el mercado de oficinas del centro.
Esto, ya se está viendo en las cifras. La tasa de vacancia de oficinas A (que son las de mayor estándar) en Santiago Centro según GPS Property pasó de 1,93% en 2019 a 7,30% en el tercer trimestre de este año. Sin embargo, el indicador se encuentra en menor nivel que otros mercados, que están sobre el 10%, debido al menor ingreso de metros cuadrados, dado que es una zona donde prácticamente no hay proyectos nuevos, y que las entidades gubernamentales son un público cautivo.
Según el director ejecutivo de GPS Property, Francisco Rojas, cuando hay crisis como la asiática del 89, la subprime en 2008 y la de ahora por el coronavirus, los privados encuentran oportunidades para migrar al oriente, bajo mejores opciones, ya sea de calidad del inmueble o de condiciones de arriendo.
El gerente del área de Retail de Colliers International, Antonio Sivori, señala que la salida de Falabella del sector no marca un hito, sino que “más bien nos parece un proceso lógico que en algún momento ocurriría para hacer un uso más eficiente del espacio”.
“Con respecto a la ubicación (de esta empresa), no se encuentra en el eje donde se concentra la mayor parte de las oficinas y claramente no cuenta con todos los servicios a pocos pasos que buscan las oficinas para sus trabajadores”, apunta.
Más allá del caso de Falabella, los expertos analizan que Santiago Centro ha ido perdiendo su atractivo para el sector privado. Según Rojas, esto se debe “por un tema de comodidades y la forma de acceder”.
Plantea que “los millennials no quieren ir al centro” por temas de desplazamiento y que sus pares se encuentran en otros barrios laborales.
Sivori agrega que la buena conectividad y la cantidad de servicios que ofrece el centro lo hicieron muy útil para instalar empresas.
Pero que “dada la revuelta social y los contantes desmanes en los últimos años han influido que el sector privado optara por trasladarse a sectores con características similares en cuanto a conectividad y nivel de servicios, pero que al mismo tiempo cumplan con los parámetros de seguridad que le permitan seguir funcionando de manera normal”.
“Dado lo anterior, esta ubicación es cada vez menos atractivo para el mundo privado. Esta mayor liberación de metros cuadrados será aprovechado por el sector público/entidades gubernamentales”, apunta.
Por esto, se están privilegiando zonas como Providencia, Ciudad Empresarial y algunos sectores de Las Condes, comenta Fernando Márquez de La Plata, consultor del área de Estudios de Colliers.
“Creemos que en el corto mediano plazo la vacancia del centro continuará al alza, debido a la liberación de superficie principalmente por entidades privadas. Esto, en gran medida, porque la imagen del centro se encuentra bastante afectada desde el 18 de octubre 2019”, sostuvo.
Recuperación del sector
Aunque empresas como Scotiabank, Banco Bice, Itaú y ahora Falabella han dejado el sector en los últimos cuatro años, hay otras que siguen; entre ellas Banco Santander, Banco de Chile, CMPC y Aguas Andinas.
En cuanto a proyecciones, Rojas de GPS considera que para que el barrio sea una opción para los privados, es necesario impulsar un plan desde la municipalidad para mejorar la seguridad y renovar edificios, sino “va a ser súper difícil que el centro vuelva a revitalizarse”.
“Si nosotros consideramos las capitales de Sudamérica y las grandes ciudades, siempre los centros son súper importantes, en el caso de Chile no es así”, dice. Ante este el desgaste, cree que “es un sueño de todas las empresas que siguen ahí de salirse del centro porque hoy no es cómodo trabajar en ese lugar, pero tampoco pueden llegar y cambiarse, porque si eres propietario tienes que ver qué hacer con el lugar”.