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María Laura Giorgi, de Uber Direct para Chile: “El género no debería ser un tema para las próximas generaciones”
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Es argentina y vive en el país vecino, pero desde hace ocho meses su trabajo está 100% abocado a Chile a cargo del nuevo servicio que ofrece la plataforma pensada para emprendedores, tiendas online, farmacias o restaurantes que necesitan un sistema de entrega para sus productos y utilizan la red de repartición de Uber, “que hace más de 10 años perfecciona sus algoritmos y tecnologías”, agrega la ejecutiva.
Es una idea que surgió a partir de la necesidad de los propios usuarios al principio de la pandemia, cuenta María Laura Giorgi (36). Lleva más de tres años en la compañía, antes como Gerenta de ventas de Uber Eats en el cono sur.
Conoce bien el mercado chileno, le parece especialmente atractivo y asegura que es uno de los que más crece a nivel regional con una respuesta espectacular al servicio Uber Direct.
Ella está a cargo de un equipo directo de 10 personas, todos instalados en Chile, y viaja constantemente a nuestro país. En el mediano plazo proyecta trasladarse aquí, pero los planes se han retrasado ya que actualmente está embarazada de su segundo hijo.
Sobre la política de género al interior de su empresa, tiene buenos comentarios y experiencia personal. Cuenta que fue promovida dentro de la compañía cuando ya estaba con licencia prenatal de su primer hijo y se expandieron sus responsabilidades.
Agrega que en Uber aplican una política de posnatal universal de 18 semanas tanto para mujeres como para hombres, como también reembolsos en tratamientos de fertilidad incluyendo aquellos para postergarla, como congelar óvulos.
Destaca además que Uber Direct cuenta con gerentas mujeres en México, Brasil, Costa Rica y Ecuador, además de Chile, práctica que se extiende a otras áreas de la empresa y menciona a Grace Schiodtz, gerenta chilena de Uber Chile.
“Creo que mientras más diversidad haya en las distintas instancias de creación, va a permear en una cultura empresarial más rica. Se habla de la meta de 30% de cupos para mujeres en altos cargos en empresas, pero si uno mira la sociedad somos 50% y las organizaciones deberían reflejar esa representación. El género no debería ser un tema para las próximas generaciones, ojalá en 10 años no esté en agenda”, señala.
Pero, aunque es optimista, afirma que también es consciente de que queda un gran camino por recorrer para alcanzar la igualdad. Cuenta que fue invitada a participar del programa W50 de London School of Economics en conjunto con Santander, donde se reunían 50 profesionales mujeres de distintos países. “Fue abrir los ojos y darme cuenta de que los problemas e inquietudes en las que nos sentimos muchas veces tan solas, son las de todas, son compartidos”, dice.
Considera que en ese sentido las mentorías, asesorías y referentes son fundamentales. “A las nuevas generaciones las motivo a crear redes y buscar referencias con quienes te identificas en el día a día dentro de tu organización. Ofrecerse para ser mentora de chicas más jóvenes, para mí es un recurso muy grande, más ahora que me he visto en un doble rol laboral y personal como madre”.