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CorpArtes con pérdidas: La fórmula de los Saieh para mantener su proyecto más emblemático, tras el fin del auspicio de Itaú

CorpArtes con pérdidas: La fórmula de los Saieh para mantener su proyecto más emblemático, tras el fin del auspicio de Itaú

Pese a la crisis financiera por la que atraviesa el grupo Saieh desde hace varios años, la familia del empresario ha seguido adelante apoyando uno de sus proyectos más queridos: CorpArtes, fundada en 2002. El escenario es desafiante: en 2022 concluyó el convenio a través del cual Itaú se comprometía a realizar aportes y que surgió tras la fusión con Corpbanca, razón por la cual la fundación ha debido sobrevivir con herencias -que ya dejaron de llegar- y con la venta de entradas y renta de espacios a privados.

Por: Nicolás Durante | Publicado: Sábado 24 de mayo de 2025 a las 21:00
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La mañana del miércoles 29 de enero de 2014, el mercado nacional se vio sorprendido por una noticia que luego se transformaría en la más relevante del año para el sector financiero: a través de un hecho esencial la brasileña Itaú Unibanco y la chilena Corpbanca -en ese entonces controlada por el grupo Saieh- anunciaron un acuerdo para fusionar sus bancos a través de un canje de acciones. Tras meses de negociación y aprobaciones por parte del regulador, nacía Itaú Corpbanca.

Entre los cientos de papeles que contenía el acuerdo de fusión hubo uno que para muchos pasó inadvertido: la naciente institución financiera se comprometía a que, durante los próximos 20 años la Fundación CorpGroup Centro Cultural -fundada en 2002 por la familia Saieh- recibiría anualmente US$ 1.950.000. 

Este hito forzó a que la fundación cambiara de nombre desde Fundación CorpGroup a CorpArtes. En el acuerdo se plantea además que las actividades principales de la entidad “seguirán relacionadas con la cultura”. Por su parte, “la Fundación Itaú se mantendrá y conservará su nombre actual. Dichas fundaciones se gestionarán de forma independiente”.

Así, en 2014 se inauguró el Centro Cultural CA660 Itaú Corpbanca, un moderno teatro ubicado en la intersección de Presidente Riesco con Rosario Norte, que tiene una capacidad para 878 butacas y fue realizado por el arquitecto chileno Renzo Zechetto. El Centro Cultural en su conjunto tiene un espacio para exposiciones de 1.500 metros cuadrados.

Todos estos antecedentes forman parte del Transaction Agreement alojado en la SEC de EEUU entre Saieh y los brasileños cuando iniciaron su sociedad. Pero las cosas no resultaron como se esperaban. La historia es conocida: la fusión resultó cuesta arriba, el nuevo banco no dio los resultados proyectados y por años la empresa no repartió dividendos. Esto fue el comienzo de una crisis financiera que implicó para el grupo Saieh -a través de CorpGroup Banking- caer en default e iniciar un proceso de capítulo 11, que concluyó el año 2022 con el fin de la sociedad entre Saieh e Itaú. Todo esto implicó una fuerte reducción patrimonial para el grupo: perdió el banco y la empresa de centros comerciales VIVOCorp. Hoy conserva SMU y la compañía de medios Copesa. 

Con el fin de la sociedad, y la familia chilena fuera de la propiedad del banco, CorpArtes también fue una de las instituciones que sufrió daño colateral. Las partes acordaron terminar anticipadamente el compromiso de financiar la fundación por los 20 años estipulados inicialmente. Sin el auspicio de Itaú y sin aportes de herencias o directos desde la familia Saieh, el año pasado la fundación reportó pérdidas por $ 610 millones, y quedó con $ 100 millones en caja.

Sin donaciones ni herencias
Pero CorpArtes no fue el único perjudicado con el fin de la sociedad entre Itaú y Saieh.

El Transaction Agreement también comprometía aportes a la Fundación Itaú, que recibiría US$ 250 mil anuales por 20 años; la Fundación Descúbreme otros US$ 300 mil por 10 años; la Universidad de Chicago, donde el empresario chileno tiene un edificio con su nombre, recibiría US$ 1,8 millón los primeros cinco años y otros  US$ 150 mil los cinco años siguientes. Al MIT se le darían US$ 50 mil por 10 años y otras instituciones recibirían US$ 220 mil por 10 años a sugerencia del vicepresidente del directorio (silla que quedó en manos de los Saieh). Entre las fundaciones que podrían optar a este aporte estaban el Museo El Barrio, Woodrow Center, Fundacion Museo Reina Sofía, Fundación Educacional Ven Aprender. 

Consultado Itaú, señalaron que “el 14 de junio de 2022 Itaú Chile informó mediante un hecho esencial el término del Transaction Agreement sostenido con Corp Group Banking, que, entre otras implicancias, ponía fin a los aportes del banco a la Fundación CorpArtes, los que se mantuvieron hasta 2023. En esa línea, Itaú Chile decidió reorientar sus aportes hacia iniciativas relacionadas con educación, ya sea a través de Fundación Itaú Chile o mediante terceros”. Así, sin los aportes de Itaú, el año 2023 el centro cultural pasó a llamarse CA660 a secas.

Al revisar los estados financieros de la fundación, es posible ver que durante 2023 la familia Saieh siguió aportando con donaciones pero vía herencias de vinculados a la familia. Sin embargo, el 2024 esa llave se cortó. 

Esta situación queda en evidencia al comparar los estados de resultados de la fundación. 
En 2023 en el ítem “ingresos por donaciones” la fundación recibió $ 1.018 millones para su funcionamiento y otros $ 571 millones para actividades culturales. Además obtuvo ingresos por $ 201 millones en el ítem de venta de entradas a las producciones culturales. 

En 2024, en tanto, los ingresos por donaciones se fueron a cero.

Los ingresos por venta de entradas de la nutrida agenda que tuvo el centro cultural crecieron a $ 276 millones, lo que no alcanzó para cubrir los costos directos que tiene la fundación por producción artística y cultural así como por funcionamiento y administración, los que llegaron a $ 1.121 millones. En otros ingresos, sumó $ 496 millones principalmente por asesorías, lo que logró suavizar los números. 

Esta situación generó que la fundación perdiera el año pasado $ 621 millones, versus los $ 1.727 que ganaron en 2023. 

Uno de los pagos que apremia es la renta del edificio, cuya propiedad es de Patio. El pago del arriendo no está atrasado, según se pudo confirmar. 

Buscando auspicios
El empresario Álvaro Saieh es un reconocido coleccionista de arte y amante de la cultura. El año 2002 creó la Fundación CorpGroup Centro Cultural, con el objetivo de promover, fomentar y apoyar el acceso de todas las personas a actividades artísticas y culturales de excelencia, con un fuerte énfasis en la educación, mediación e inclusión.

Es por eso que en el entorno del Centro Cultural le reconocen que pese a la crisis financiera por la que ha atravesado desde que CorpGrup Bancking cayó en default, su familia no ha dejado de liderar las gestiones para que la fundación salga adelante. 

El año pasado, el empresario Álvaro Saieh decidió salir del directorio, aunque no se ha desvinculado de la Fundación. El directorio actual lo preside su hija, Catalina Saieh, que es la que más se involucra, y la vicepresidencia está a cargo de Ana Guzmán. El resto de los integrantes del directorio son los otros dos hijos del empresario, Francisca y Jorge Andrés, y los ejecutivos de más confianza, Pilar Dañobeitía y Andrés Winter. 

Según cuentan en el sector, el directorio y la administración, liderada por su director ejecutivo, José Tomás Palma, vienen trabajando desde hace meses en un plan de acción y aseguran que este escenario no los sorprendió. Actualmente están en una intensa búsqueda de nuevos auspicios. Lo que están ofreciendo es comercializar el nombre del teatro CA660. Han contactado a varios filántropos artísticos locales y extranjeros, y a diversas empresas que pudieran interesarse en tener su nombre en el centro cultural. 

Desde Fundación CorpArtes, su director ejecutivo, José Tomás Palma, indicó a DF MAS que “las actividades de CorpArtes se han mantenido plenamente activas, de acuerdo con nuestra planificación anual”. 

Una de las actividades que han reforzado es la renta del espacio como locación para distintas marcas que los eligen para realizar eventos, lanzar productos, así como agencias que usan el lugar para sus grabaciones, lo que contribuye a su financiamiento.

“Respecto a su consulta sobre el contrato de auspicio que existió con el Banco Itaú, debemos decir que mientras éste estuvo vigente, esa institución cumplió a cabalidad con los aportes comprometidos. El contrato de auspicio no se encuentra hoy vigente, por lo que la institución busca nuevas formas de financiamiento para mantener esta importante iniciativa en beneficio de las culturas y las artes del país”, agregó Palma. 

También mantienen convenios con distintas municipalidades, corporaciones culturales, colegios, universidades y otras entidades como Gendarmería y también instituciones privadas, lo que les ha permitido realizar talleres, ensayos abiertos, master class, conversatorios, funciones escolares y distintas actividades para sumar ingresos. 

“Es importante tener presente que todo este trabajo requiere un esfuerzo institucional muy importante de nuestros fundadores, que actualmente mantienen íntegramente su compromiso con nuestra fundación y su sustentabilidad. La familia Saieh sigue activamente comprometida con el propósito y el objetivo de CorpArtes”, destacó el director ejecutivo. 

El show debe continuar 
De hecho, la cartelera del centro cultural está a tablero vuelto. 

Entre las iniciativas destacadas para la presente temporada se encuentran distintas obras de teatro con compañías nacionales como Teatro Cinema y La Llave Maestra, entre otras.

También renovaron su alianza con la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles (FOJI), lo que implica una temporada de seis conciertos gratuitos a lo largo del año.

Asimismo, mantienen su acuerdo de trabajo conjunto con la Universidad Andrés Bello para traer una temporada anual de conciertos con la Camerata UNAB y distintos solistas nacionales e internacionales, actividad que está en desarrollo. Temporada que también incluye teatro y música popular.

En otro ámbito, han incluido ópera familiar con la adaptación de El barbero de Sevilla, que se presentó con gran éxito, y los conciertos sinfónicos temáticos como Star Wars, incluyendo la participación de orquestas regionales y música de películas con la Orquesta Sinfónica Nacional.

El director ejecutivo destaca que están desarrollando también un Ciclo Internacional de Piano con gran convocatoria de público, denominado Armonías de otoño, y diversos eventos externos y privados de distinta índole como seminarios y congresos, además de la ópera Tosca, que agotó seis funciones, y la cantante de Broadway Meghan Picerno, que también agotó todas sus localidades. 

“El resto del año está prácticamente copado con programación de calidad, tanto en artes escénicas como musicales, y está pronta a ser anunciada. En junio se presentará la ópera Carmen, como producción externa, y en agosto el pianista Pedro Robert, con una orquesta de más de 40 músicos interpretando un programa dedicado a Beethoven. Esto último como parte de nuestra programación, en colaboración con la UNAB”, destaca Palma. 

En lo que hacen hincapié varios consultados es que los Saieh no van a dejar caer la Fundación. Fueron ellos los que le dieron vida en 2002 y han estado involucrados como familia desde siempre. Por lo mismo están buscando auspicios y esperando ordenar financieramente el grupo para volver a hacer aportes a la Fundación, un brazo esencial en las actividades familiares.

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