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Montañista, filántropa e Inversionista inmobiliaria: los caminos de Paola Luksic

Montañista, filántropa e Inversionista inmobiliaria: los caminos de Paola Luksic

Próxima a cumplir los 61 años, Paola Luksic se prepara para asumir como directora de Quiñenco, cuando en diciembre su hermano Andrónico Luksic se retire. No es el primer directorio empresarial que asume, pues ya es la vicepresidenta de Grupo Patio y en Quiñenco es parte del Comité de Directores.

Por: Azucena González | Publicado: Sábado 7 de octubre de 2023 a las 21:00
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Este lunes y martes, Paola Luksic Fontbona estuvo en Málaga, España, participando junto a su esposo, Oscar Lería, de un evento mundial. El Global Impact Summit 2023, una cumbre anual realizada al alero de la organización mundial GSG, que promueve las inversiones con rentabilidad ambiental, social y económica.

Se trata de una actividad a la que la empresaria le ha dedicado buena parte de su vida, desde el 2000 como consejera y luego, desde 2005, como presidenta de la Fundación Luksic, cuando falleció su padre, Andrónico Luksic Abaroa. 

Claro que ahora, próxima a cumplir los 61 años -el 31 de octubre-, es una actividad que tendrá que combinar, pues hace una semana quedó sellado su ingreso al directorio de Quiñenco como parte de los recambios que tendrán lugar en la mesa de esta rama industrial del grupo Luksic, a partir del 29 de diciembre, cuando se concrete el retiro de su hermano Andrónico Luksic. 

Paola Luksic era la persona idónea para este recambio, dicen varios profesionales cercanos al grupo, y a nadie le llamó la atención que fuera ella la escogida, dado que era un paso natural y una transición obvia desde su actual posición como “asesora permanente” de ese directorio desde el 26 de febrero de 2021 y miembro del Comité de Directores.

“Todo el mundo sacaba la cuenta que cuando hubiera una renovación del directorio ella iba a entrar”, describe un cercano, quien hace el énfasis en que no es el primer directorio de empresas al que se suma, pues ya está en la mesa de Grupo Patio, donde participa a nivel de su propio family office (no como Grupo Luksic), y donde es la vicepresidenta, además de participar en otras mesas, como Paz Ciudadana, o el Consejo Asesor Empresarial del ESE Business School de la Universidad de Los Andes.

Tras estudiar en el colegio Santa Úrsula, Paola Luksic optó por un camino que combinara su vocación científica con la vida al aire libre, por lo que optó por Ingeniería Forestal. Y con opción cierta de entrar tanto a la PUC como a la U. de Chile, optó por esta última casa de estudios, dado que calzaba más con su visión de mundo: liberal en lo económico y en lo valórico. De hecho, personas que la conocen cuentan que Paola Luksic, si bien es creyente, no profesa religión.
“Todo el mundo sacaba la cuenta que cuando hubiera una renovación del directorio ella iba a entrar”, describe un cercano.
Su elección la llevó a estudiar durante tres años en el campus ubicado en Santa Rosa, en la comuna de La Pintana, aunque la carrera no la terminó, pues en 1981 partió a Londres a estudiar Geología en el Imperial College, una carrera muy en línea con el core minero del grupo y de su padre, aunque en esta ocasión tampoco terminó, pues regresó a Chile para contraer matrimonio con Óscar Lería, con quien en estos años han desarrollado un diversificado grupo de negocios con fuerte impronta inmobiliaria (ver recuadro).

Esta raigambre en los negocios, la llevaron a cursar el programa PADE de la Universidad de Los Andes, en 2012.
 

Montañas y el family 

Con su hermano Andrónico, Paola Luksic tiene más elementos en común que sólo los negocios, pues ambos han sido activos montañistas, afición que ha llevado a Paola Luksic a participar de un grupo con el que protagonizó varias ascensiones, al Mont Blanc, al Elbrús en Rusia, el Aconcagua, el McKinley (Alaska), el Kilimanjaro (África), el Vinson (Antártica) y, por cierto, el Everest.

La primera vez en 2004, cuando acompañó hasta el campamento base a su hermano cuando éste hizo cumbre. Y luego, 10 años después, en 2014, en una expedición dirigida por Eugenio Guzmán y en la que participaron, entre otros el empresario Ignacio Cueto, y el economista Patricio Rojas, grupo que no pudo hacer cumbre, pues hubo una avalancha y el macizo fue cerrado. Paola, en todo caso, se había quedado en el campamento base y no estaba cuando ocurrió la tragedia que costó la vida a varios montañistas.

La práctica del montañismo fue el nexo con Patricio Rojas. A ambos los une una relación de amistad surgida a inicios de los 2000 -a propósito de que Paola Luksic se integró a un grupo de amigos que se dedicaba a subir cerros-, y que derivó en este vínculo que se fue afiatando con Rojas hasta transformar al economista en uno de los profesionales externos de mayor confianza de Paola Luksic, a tal punto que integra el directorio del family office de la empresaria, WildSur Inversiones, en el que sólo participa otro director externo, el exministro Félix de Vicente. 

A nivel ejecutivo, este grupo inversor lo integran el gerente general, Marco Antonio Delgado, y hace un par de meses, hubo una nueva contratación, Pedro Escobari, quien llegó como gerente de Inversiones. Se trata de un ingeniero comercial UC y MBA de Chicago, de amplia experiencia, pues su trayectoria profesional en los últimos ocho años, entre 2015 y este año, estuvo ligada al family office de Sebastián Piñera, los Piñera Morel, primero en Bancard y luego en Odisea.

En el family de los Piñera Morel, Escobari llegó como portfolio manager y escaló a gerente de Inversiones. Personas que conocen de su arribo a WildSur indican que es parte de un plan en desarrollo de robustecer y apuntalar al equipo, considerando que el gerente general tomará una posición más permanente en España, dicen entendidos. 

A su vez, a WildSur se han ido integrando los hijos, particularmente Oscar Lería Luksic, el menor y único hombre, un ingeniero civil mecánico de la PUC que está trabajando full time allí y quien oficia desde marzo de 2022 como director de Sostenibilidad de WildSur. Además, es director de Patio Comercial.

La mayor de sus hijas, Ignacia Lería Luksic, es abogada, y trabaja en forma externa, en el estudio MICP, que lidera Rodrigo Cuchacovich, quien es el abogado de cabecera de este family. La otra hija, Camila Lería Luksic, es diseñadora y emprendedora independiente, pues desarrolló su propio negocio, Arpa Tienda. El clan familiar lo integran también dos hijas de Oscar Lería, Claudia y Catalina Lería Scarneo. 

Piedras, calor, la picota en el norte buscando vetas, y Lota Schwagger: el íntimo relato de Paola Luksic sobre el Grupo Luksic
Hace dos años, en un encuentro privado organizado por la Asociación de Empresas familiares (AEF), fue la propia Paola Luksic la que, en un íntimo relato, contó la historia empresarial de su familia. En la inédita presentación, a la que tuvo acceso DF MAS, la empresaria puso varios énfasis. Partió reivindicando el rol de ser emprendedor y la razón por la cual como grupo apoyan a emprendedores a través de Impulso Chileno, enfatizando que lo que todos llaman Grupo Luksic no existía cuando ella y sus hermanos nacieron.
Paola Luksic situó el origen de la historia como familia empresaria, cuando su padre, Andrónico Luksic Abaroa, con sus ahorros llegó a controlar Soinorte, una concesionaria de Ford que operaba en Antofagasta. Luego derivaría a la minería, porque su padre, donde otros veían piedras, calor y soledad, veía una oportunidad.
Comenzó relatando que fue su abuelo Policarpo -un inmigrante sin redes, quien llegó a Antofagasta en 1907 desde Croacia- el que comenzó a abrirse paso en la salitrera de Pascual Baburizza, pero destacó también el rol de su abuela, Elena Abaroa, como la persona que motivó la incursión en pequeños negocios.

Luego, su padre, Andrónico Luksic Abaroa, fue vendedor de autos, con un tío, Juan Abaroa -quien se dedicaba a la ganadería en Calama-, lo que luego, en la década de los ‘50, hizo que su padre ingresara como socio minoritario a la propiedad a Soinorte, una concesionaria de Ford que operaba en Antofagasta, empleándose además como gerente.

Con ahorros, prosiguió Paola Luksic, su padre llegó a controlar Soinorte con su tío Juan, lo que la empresaria sitúa como el comienzo de la historia como familia empresaria, que luego derivaría a la minería, porque su padre, donde otros veían piedras, calor y soledad, veía una oportunidad, dijo.

Así, salía con su picota en largas jornadas por el desierto, a buscar vetas, lo que dio frutos. En 1954 lograba vender su primer yacimiento, Portezuelo, a la japonesa Nippon Mining, creyendo que la vendía en $ 500 mil, cuando era una oferta en dólares.

Ahí la empresaria se detuvo en otra anécdota mucho más desconocida: su padre, que tenía el 62,5% de Portezuelo, había aceptado la oferta, porque era a todas luces un negocio millonario, pero tenía otro socio, el francés Monsier Seguy, quien como había vivido en Indochina durante la Segunda Guerra Mundial y había sufrido los campos de concentración, no quería hacer negocios con los nipones.

Su padre, entonces, optó por comprar con deuda el 100% de Portezuelo, para proseguir el acuerdo con los japoneses, tomando un riesgo alto, pues la promesa de los japoneses estaba sujeta a un informe geológico y aún necesitaba la aprobación de un directorio de Tokio. El riesgo valió la pena, porque -resaltó Paola Luksic- esa fue la primera piedra de lo que se conoce como Grupo Luksic.

Un episodio de los riesgos que se corren, dijo, fue el que su hermano Jean-Paul vivió años más tarde, cuando en 1996 -1997 buscaba desarrollar Los Pelambres, pero necesitaba US$ 1.300 millones, para lo cual los bancos pedían en garantía -literalmente- todas las acciones de Quiñenco y Antofagasta Plc. En otras palabras, arriesgar todo el grupo, enfatizó Paola Luksic, recordando -de paso- cómo había surgido de la reestructuración de Lota Schwagger, Forestal Quiñenco, que luego daría el nombre al holding que se diversificó, dado que en los años ‘80 adquirieron firmas como CCU, Anaconda South American, el Banco O’Higgins y las primeras acciones del Banco de Santiago.

Luego de relatar toda la travesía del grupo por el negocio financiero, hasta llegar a la propiedad del Banco de Chile y al arribo del Citi como socio -mérito de la tenacidad de su hermano Andrónico, dijo-, destacó un sello característico en los negocios del conglomerado, de contar con un socio de talla mundial: Heineken, Nestlé, Shell, Mitsubishi, Marubeni, Pepsico, Nexans y Hapag Lloyd, caso este último donde tuvo palabras para su fallecido hermano Guillermo, pues relató que más de una vez le escuchó decir que se había enfermado producto del estrés que CSAV le generó, pues al inicio de este negocio, éste perdía US$ 6 millones al día.

Paola Luksic cerró su relato destacando que la actividad filantrópica es un brazo más del grupo, al que le dan la misma importancia y profesionalización que las empresas, y señalando que parte del éxito fue que su padre involucrara a sus hijos tempranamente en los negocios, lamentando eso sí que, como eran otros tiempos, las mujeres no fueron a la par. Ahora, dijo, les tocaba dar ese voto de confianza. 


Madrid, Costa del Sol, Baleares y 800 millones de euros en activos gestionados

En el family office WildSur Inversiones están arraigados los negocios de toda la familia comandada por Paola Luksic y su esposo Óscar Lería
, aunque éste en forma independiente está también en otra sociedad, Osler, de la que depende el megaproyecto Maratué, en Puchuncaví, y que en 45 años pretende levantar 14 mil unidades de viviendas.

En WildSur, a su turno, hay un portfolio muy diversificado con inversiones financieras, activos alternativos y también en inversiones de impacto. Un área específica y muy desarrollada son las inversiones inmobiliarias -WildSur Real Estate-, que cuenta con activos en Chile, Estados Unidos y España, en total unos 1,5 millones de metros cuadrados gestionados. En España, están en Madrid, Costa del Sol y Baleares, con más de 800 millones de euros en valor en los activos inmobiliarios gestionados, junto a diversos socios españoles.

En el año 2018 WildSur Inversiones unió fuerzas con Med Capital Management, una Sociedad Gestora de Entidades de Inversión Cerrada (SGEIC) registrada en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de España, y que gestiona capital para desarrollo residencial, desarrollo de suelo urbano, venture capital inmobiliario y desarrollo de activos comerciales.

Y juntos WildSur y Med Capital formaron el Fondo Value I, con un equity de 40 millones de euros, y que computa seis inversiones, tres ya terminadas y las restantes en proceso de construcción, cuyo término se proyecta para 2025.

La cartera de WildSur y Med Capital en estos años incluye sobre 400 viviendas terminadas y más de 600 viviendas actualmente en desarrollo. Y gestiona suelos para desarrollar más de 850 unidades. Wildsur y Med Capital, asimismo, planificaron un nuevo fondo de desarrollo de 60 millones de euros de equity, con la misma tesis de inversión que el fondo I.

Otra arista de negocios inmobiliarios en España incluyó a la firma española iKasa, que junto a WildSur y Med Capital, crearon la empresa “Arrayan Real Estate”, que es una gestora inmobiliaria que nace con el objetivo de crear una cartera de suelo en desarrollo, que implica invertir en la adquisición y gestión urbanística de suelos en las principales ciudades de España.

La estrategia principal es la adquisición de suelo en tramitación urbanística, para obtener parcelas con diferentes usos (residencial libre, protegido, terciario e industrial), y gestionar su posterior venta. El Fondo Arrayán es de 70 millones de euros, en un plazo de seis años. iKasa es una empresa familiar que nació en abril de 1970.

Una tercera área inmobiliaria integró los esfuerzos de las empresas españolas A&G, iKasa y Med Capital, junto con las chilenas Grupo Patio y WildSur, quienes sellaron una alianza para crear una compañía llamada Alerce Real Estate. En una primera etapa, centrados en la adquisición de terrenos para el desarrollo de activos comerciales de proximidad en los mercados de España y Portugal.

Esta alianza busca desarrollar una cartera de medianas superficies. Fundado en 1987, A&G es un grupo español independiente especializado en servicios de asesoramiento y gestión global de grandes patrimonios privados e institucionales. La entidad, con licencia bancaria desde 2014, cuenta con 11 oficinas en España y una en Luxemburgo y más de 350 profesionales.

El negocio de la pelota: los ganadores y perdedores del campeonato nacional

Con la temporada recién terminada, Colo-Colo -el equipo campeón- recibirá cerca de US$ 11 millones en premios, mientras que la U, a tres años de cambiar su propiedad, mantiene un estricto plan de eficiencia para mejorar sus números internos. Eso sí, ahora Azul Azul deberá enfrentar la suspensión de aportes que hizo la CMF a Sartor -firma que gestiona el vehículo de inversión que controla el club- por “deficiencias relevantes detectadas en su gestión”. Cruzados, en tanto, levantará fondos por tercera vez para concretar su esperado “Proyecto Estadio”. Este es el zoom a la billetera de los tres grandes del fútbol nacional en una semana llena de acontecimientos extrafutbolísticos.

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