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Por dentro

Nicholas Davis: “De izquierda a derecha, hay conciencia de que a Chile lo tenemos que cuidar”

Nicholas Davis: “De izquierda a derecha, hay conciencia de que a Chile lo tenemos que cuidar”

El presidente de EuroAmérica dirigió la comisión del CEP que elaboró propuestas para sumar seis millones de hectáreas a la conservación de la biodiversidad. Este empresario cree que, pese a la crispación política actual, se puede lograr un acuerdo. Y de paso, repasa sus negocios “verdes”, la venta de Enjoy y entra en los temas de la agenda política-económica.

Por: Valeria Ibarra | Publicado: Sábado 19 de agosto de 2023 a las 21:00
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Presidió una comisión del Centro de Estudios Públicos (CEP) que durante cuatro años -los primeros dos años lideró Jorge Matetic- analizó el estado de la conservación en Chile y que propuso 30 medidas para lograr preservar el 30% de la tierra y los océanos del país de manera representativa por ecosistema.

Nicholas Davis, timonel de EuroAmérica y miembro del directorio global de Océana, es catalogado como “un empresario verde” y un convencido de que con herramientas de mercado se puede alcanzar dicha meta, haciendo que además el país se sitúe como líder mundial en electromovilidad y protección de la naturaleza. 

Si bien su amor por lo natural viene desde su infancia, el interés en la preservación de la biodiversidad se consolidó con la Fundación Punta de Lobos, que creó en 2013 para proteger esa zona de Pichilemu del desarrollo inmobiliario. Desde entonces ese lugar, donde pasan cerca de 600 mil personas al año y es el paraíso de los surfistas -de hecho, allí se hará el Panamericano de Surf-, está destinado a la preservación y promover el cuidado de la naturaleza. Allí se ha invertido unos US$ 3 millones en comprar tierras, restaurar la flora del lugar y contar con la infraestructura del parque del mismo nombre.

“El CEP reconoce una realidad: al 2030 tenemos que llegar con un 30% de nuestro territorio protegido, según acuerdos internacionales. Mi visión es que con el 30% no llegamos a solucionar el problema. La ONU dice que debiéramos tener el 50% de nuestro planeta protegido porque la naturaleza nos entrega una serie de servicios que consumimos, que si seguimos extrayéndolos, se nos van a acabar y cuando eso ocurra, la humanidad también lo hace”, señala. “Estar en conservación es preocuparse del ser humano habitando el planeta: si hacemos el planeta inhabitable, tenemos un serio problema”, resume. 

Hoy en Chile hay cerca de un 22% dedicado a conservación, pero hay ecosistemas -en el sur- sobrerrepresentados y otros -los del centro y norte- subrrepresentados. 

- ¿Cómo se balancea el desarrollo económico y lograr estas metas?
- Ambos objetivos van de la mano: la actividad económica se tiene que hacer, pero de una manera sustentable. 

- ¿Cómo se logra?
- Debemos hacer un ordenamiento territorial, para reconocer los ecosistemas prioritarios de conservar, para no hacer allí actividad económica. El sector privado puede aportar mucho y ser un gran catalizador que nos apoye en cómo conservamos y restauramos ecosistemas dañados y valiosos para el planeta.Para llegar al 30%, nos faltan seis millones de hectáreas, donde tenemos ecosistemas sub-representados, en el centro y norte del país. Y esos ecosistemas que están cerca de centros urbanos son mucho más importantes de preservar y también nos permiten acercar a las personas a la naturaleza. 

- ¿Qué lugares de la zona central son importantes de preservar?
- El Santuario de la Naturaleza, los Altos del Cantillana, Cerro La Campana, el bosque esclerófilo, que está amenazado por desarrollo humano y el cambio climático. 

- ¿Hay interés del mundo empresarial para apoyar financieramente estas propuestas?
- El financiamiento es clave. Chile tiene de las menores inversiones del mundo en nuestras áreas protegidas, donde no existe manejo, ni monitoreo y nos sirve sólo para hacer un check de que tenemos territorio preservado. Tenemos que aumentar la inversión en nuestras áreas protegidas; segundo, tenemos que mirar de manera holística áreas privadas y públicas, porque la naturaleza funciona en conjunto, no reconoce fronteras. 

- ¿Quiénes son los llamados a hacer esto?
- El Estado y los privados. Tenemos que generar los incentivos para que los privados puedan aportar en conservación y eso se puede hacer con incentivos tributarios, bonos financieros, conservación de tierras donde no se tenga que pagar contribuciones, por ejemplo. A mí no me cabe ninguna duda de que el sector privado está totalmente disponible para participar en esto porque tiene la conciencia de que si no se hace, todos estamos en problemas. 

Lo que hace el CEP es darte esta mirada holística: está la ley de la naturaleza (biodiversidad) que te permite hacer una mirada más completa entre áreas protegidas públicas y privadas y las propuestas de cómo generamos más aportes y cómo incentivamos a los privados a participar. También hay temas de ordenamiento territorial, de loteos rurales, cómo se regeneran dos millones de hectáreas que podemos incluir entre las áreas protegidas.

Tenemos que tener una mirada país para hacerlo, hay países que lo hacen muy bien a través de la filantropía, como Estados Unidos. Eso es algo que falta en Chile: generar los incentivos tributarios y legales para incentivar la conservación. 

- ¿Hay espacio para legislar sobre la propuesta del CEP considerando el ambiente político actual?
- Desde el punto de vista político hoy hay crispación porque hay visiones distintas del desarrollo. Lo que sí creo es que, a nivel político, de izquierda a derecha, hay conciencia de que a Chile lo tenemos que cuidar.

Tenemos la ley de naturaleza (biodiversidad), que acaba de ser aprobada; está la ley REP, la de plástico de un solo uso, la ley de pesca del punto de vista técnico, la eliminación de la pesca de arrastre, la creación de muchas áreas marinas protegidas terrestres y marinas… Chile históricamente ha hecho una pega muy buena en el cuidado de la naturaleza. ¿Nos falta? Sí, no tenemos que quedarnos tranquilos con lo que hay.

-Muchos empresarios se quejan de que el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) es lento y, a veces, arbitrario. ¿Lo piensa así?
- Es súper importante tener un ordenamiento territorial, como en una casa, donde se decide que la cocina estará acá y el baño más allá. Eso permite definir los distintos usos del territorio. Nadie quiere lugares de sacrificio,  pero no podemos ser tan ingenuos en pensar que no va a haber lugares de sacrificio, lo importante es decir: “Vamos a tener uno o dos lugares de sacrificio, y no 300”.

Cuando ordenas el territorio empiezas a generar certezas. El problema acá es que hemos tenido incertezas de parte del gobierno y también de las empresas. Nos falta eso, decir: ‘Este lugar es prístino y lo vamos a cuidar y este otro lugar que tiene aptitud minera y tiene ecosistemas que podemos regenerar y podemos hacer ciertas actividades de manera sustentable’. Nadie se va a quejar de eso.

- Respecto de la reforma tributaria, ¿cree que hay espacio para incluir incentivos para la conservación?
- Yo creo que se puede. El CEP hizo un estudio de filantropía que finalmente amplió, mediante un cambio en la ley, las áreas en las que se podía donar: antes se podía donar en salud y cultura y hoy puedes donar en medioambiente.

Nuestra reforma tributaria debiera contener dos elementos que son claves: uno, los impuestos verdes, es decir, cómo gravamos aquellas actividades humanas que van consumiendo nuestros ecosistemas, porque no podemos seguir extrayendo (recursos) del planeta y más encima, gratis. Y segundo, me gustaría que tuviéramos mayores incentivos para la conservación y para la restauración de ecosistemas.
Por ejemplo, en las 500.000 hectáreas que se consumieron con los incendios forestales y que hay que restaurar. Si somos capaces de reconstruir esos ecosistemas y somos capaces de incluir a las comunidades aledañas, tenemos ganancias por todos lados. Hace falta que el Estado se haga cargo de eso.

- Pero se ha intentado un impuesto al diesel en las últimas reformas tributarias y el lobby del transporte es tal que siempre se cae…
- Yo soy de la idea de igualar (los impuestos de los combustibles) o quizás, tener un impuesto según cuál contamina más. Si voy a quemar carbón o gas, es distinto para el ecosistema.
Lo otro es cómo hacemos la transición desde los combustibles fósiles a la electromovilidad, y para eso tenemos que generar los incentivos. Ojalá todo el transporte público sea eléctrico. Y en el caso de los camioneros, cómo generamos los incentivos para que todos sus camiones sean eléctricos.

Chile debería liderar en esto, porque muchas de las materias primas que se ocupan para eso -cobre, hidrógeno verde- provienen del país.

- ¿Ve que es el momento de una reforma tributaria o pacto fiscal?
- A mí me preocupa que cada gobierno que llega, hace una reforma tributaria. Eso no lo entiendo. ¿Quiere decir que todo está malo hacia atrás? Eso me preocupa, porque al final genera incertezas, incertezas en la inversión, que no son buenas.

Tiene que haber un consenso y podemos hacer distintas modificaciones pequeñas, pero no estos cambios transformacionales. Yo creo que el momento económico de hoy no es el correcto para hacer una reforma tributaria. Hoy la economía en Chile viene saliendo de una altísima inflación, tenemos un desempleo que está creciendo, entonces, ¿queremos meterle más riesgos y más desincentivos a la inversión? Creo que no es bueno.

"A mí me preocupa que cada gobierno que llega, hace una reforma tributaria, eso no lo entiendo. ¿Quiere decir que todo está malo hacia atrás?". 
- El Caso Convenios, ¿le puso una lápida a la reforma tributaria (pacto fiscal)?
- Yo creo que sí, pero más allá de eso y de si se es de derecha o izquierda, tenemos que tener un Estado más eficiente, donde los recursos que se recauden vía impuestos lleguen a los usuarios finales y no se queden en 70% en un Estado grande e ineficiente.

Una reforma tributaria -y así se ha planteado- requiere de una reforma y una modernización del Estado porque si no, vamos a tener reformas tributarias en todos los gobiernos para poder financiar este tremendo Estado que tenemos.
 

“Océana en Chile se ve más activista”

Nicholas Davis es director de Océana a nivel global, donde están los actores Sam Waterston y Ted Danson o el expresidente de Colombia, César Gaviria. “Océana se ve mucho más activista de lo que es, en Chile se ve más activista, pero en el mundo se reconoce por actuar bajo evidencia científica y en países donde es posible proponer cambios en políticas públicas que vayan alineadas con la ciencia”, reseña. Por eso, ejemplifica, no están en China.  

- Océana promueve la creación de un área marina costera en la zona de La Higuera, donde está Dominga. ¿Está a favor de esa reserva? 
- Prefiero pasar.
 

Reforma de pensiones: “Creo en el ahorro individual”

Como presidente de EuroAmérica, Davis tiene su opinión sobre la reforma previsional. Para empezar, declara de plano: “Creo en el ahorro privado”, pero considera que “debe existir más competencia”.


-¿Les gustaría entrar en el negocio de las AFP?
-No necesariamente, nuestro negocio es muy distinto: existimos en el mundo de las pensiones por el lado de las jubilaciones. A priori, no me gustaría entrar. Pero sí creo que es un mercado que tiene que tener mucha más competencia.

- ¿Es partidario de eliminar el giro único de las AFPs para que otros actores ingresen?
- Si ves hacia afuera, existen fondos de pensiones vinculados a profesores, como Ontario Teachers, pero muchos de los ahorros de pensiones se manejan en fondos mutuos, fondos de inversión, que son actores que administran plata y no necesariamente tienen giro exclusivo (de AFP).
En el caso de las AFP, el giro exclusivo era para resguardar estos fondos, pero hoy existen formas de resguardar que esos fondos estén y nadie se los lleve para la casa. No veo ningún problema en que se elimine el giro exclusivo, pero que existan resguardos para no usar la información de los clientes de las AFP en otras actividades que no sean el ahorro previsional para venderles otras cosas. 


Apuesta verde: crecer en hoteles, más locales de supermercados Aldea Nativa
y aliarse con NatGeo en festival de cine Santiago Wild
La sustentabilidad es el sello de Davis en los negocios, en especial en aquellos que están bajo el alero de su incubadora 180 Grados, que se llama así siguiendo la filosofía de hacer las cosas de un modo distinto al tradicional.

Bajo este paraguas está el hotel Alaia en Punta de Lobos, Pichilemu, que crecerá de 12 a 18 habitaciones y que según su dueño “está a la vanguardia en la hotelería sustentable”. Ahí el interés es expandirse a otras latitudes dentro del país. Davis señala que han pensado en la zona de Pucón como un potencial nuevo emplazamiento de un nuevo hotel y también la Región de Valparaíso. “Este puzzle que nosotros queremos armar no nos es fácil, porque nos interesa estar en lugares con el interés en preservarlos. Sí, por ejemplo, pongo un hotel en Santiago, tendríamos que ponerlo quizás en el Santuario de la Naturaleza, algo de ese estilo. Entonces en la Región de Valparaíso nos parece atractivo el punto de vista de nuestros clientes por la demanda, pero el lugar no lo hemos encontrado aún. Pero hay que mantener la antena para ver si encontramos algo en el futuro”, explica Davis.

Otro de sus negocios es la cadena de supermercados con productos orgánicos Aldea Nativa, que tiene ya tres locales (en Tobalaba, Luis Pasteur y La Dehesa), donde también esperan crecer. “Hay que tener más locales sí o sí”, afirma. “Creemos que tener tres sucursales no es suficiente y que nuestra propuesta con Aldea Nativa tiene que ser mucho más masificada”.

- ¿Cuántos locales?
- No te podría decir el número, pero nosotros tenemos ganas de crecer a través de franquicias, locales propios, e-commerce, y estamos viendo bastantes lugares hoy para poder crecer en distintos lugares”, señala. Aunque el canal online crece a altas tasas, para Davis es clave tener tiendas físicas, “que es nuestro salón de marketing, donde las personas tengan una experiencia de compra distinta y conozcan nuestra oferta de productos.

- ¿Ganan plata con Aldea Nativa?
- Algo, pero requerimos más crecimiento”, contesta el empresario. Y si bien a priori no tiene en mente asociarse con un tercero, si se suman socios debieran contar con “know how y serían socios que nos aporten en la visión y amplitud de este mercado, y esos socios están afuera, no en Chile.
Muchos de los productos de Aldea Nativa provienen de otro de sus negocios: la agricultura y ganadería regenerativa de Trailenco, donde produce lácteos, carnes y miel en campos de la Región de la Araucanía, en la zona de Pucón.

Además, en Casablanca tienen Huerta Nativa, que produce verduras bajo la modalidad de agricultura regenerativa.

“Con Aldea Nativa y nuestro negocio agrícola nos hacemos cargo del problema ambiental que tenemos en el mundo, porque la agricultura tradicional es, después de los combustibles fósiles, la segunda mayor fuente de emisiones de CO2 en el mundo”, asegura.

Nicholas Davis también invierte en el mundo de las comunicaciones con Ladera Sur, medio dedicado a la naturaleza, que tiene 630 mil seguidores en redes sociales (Instagram y X-Twitter) y 300 mil visitas a la web al mes.

Además, Ladera Sur produce al año dos eventos donde se visibiliza la sustentabilidad. Uno de ellos es el festival Santiago Wild, muestra de cine de naturaleza y medioambiente que va en la tercera versión y en donde congregaron 15.000 personas en la semana de exhibición -del 23 de marzo al 2 de abril- superando todas las expectativas. La nueva edición tendrá la novedad que se hará en alianza con NatGeo.

El otro gran evento es Ladera Sur Fest, que se hace en noviembre y en donde se busca reunir a los protagonistas que trabajan, estudian o viven por la conservación, el medio ambiente y la vida sustentable, explica Davis.

Como presidente de EuroAmérica, en tanto, dice sobre el proceso de venta de Enjoy que “somos accionistas como muchos otros, tenemos el 20%, poquito. Lo que pasa es que tenemos directores”. Agrega que “como EuroAmérica, nosotros somos una compañía de seguros y ese es nuestro giro y a eso nos dedicamos”. Lo de los casinos “no es nuestro giro: seguros, pensiones, en eso es lo que estamos”.

El negocio de la pelota: los ganadores y perdedores del campeonato nacional

Con la temporada recién terminada, Colo-Colo -el equipo campeón- recibirá cerca de US$ 11 millones en premios, mientras que la U, a tres años de cambiar su propiedad, mantiene un estricto plan de eficiencia para mejorar sus números internos. Eso sí, ahora Azul Azul deberá enfrentar la suspensión de aportes que hizo la CMF a Sartor -firma que gestiona el vehículo de inversión que controla el club- por “deficiencias relevantes detectadas en su gestión”. Cruzados, en tanto, levantará fondos por tercera vez para concretar su esperado “Proyecto Estadio”. Este es el zoom a la billetera de los tres grandes del fútbol nacional en una semana llena de acontecimientos extrafutbolísticos.

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