Click acá para ir directamente al contenido

Punto de partida

Alejandro Algaze: el chileno que vivió por dentro la caída del Silicon Valley Bank

Alejandro Algaze: el chileno que vivió por dentro la caída del Silicon Valley Bank

Lleva más de 20 años en Miami, EEUU. Estudió un MBA, fundó una startup de logística que trabajó con Amazon y que luego fue adquirida por un private equity. Abrió operaciones del Banco Boston Private en Miami, el que más tarde fue adquirido por el Silicon Valley Bank. Así, Alejandro Algaze aterrizó en la firma que en marzo de este año sufrió un colapso histórico. Quienes participan en esta industria dicen que él es el chileno con el que hay que conectar en el ecosistema emprendedor en Miami.

Por: Juan Pablo Silva | Publicado: Sábado 18 de noviembre de 2023 a las 21:00
  • T+
  • T-

La cumbre de la Asociación chilena de Venture Capital abrió con un panel con Manuel Medina (cubano radicado en Miami, socio de Medina Ventures y eMerge Americas) y Alejandro Algaze. Pocos sabían que este último, managing director del Silicon Valley Bank (SVB), era chileno, el único en el que hasta antes de marzo de este año, estaba en la lista de los 20 bancos más grandes de los Estados Unidos. Era, sin dudas, el más grande de Silicon Valley. Pero en marzo, aquello se vino abajo.

En la conversación, moderada por el presidente de la ACVC, Francisco Guzmán, Algaze contó detalles de la semana negra que hundió al banco.

“Fue un año bien particular”, dijo Algaze en su presentación. En marzo del 2023 se produjo el colapso de distintos bancos norteamericanos, entre ellos el Signature Bank y el First Republic. Un mal manejo comunicacional y en una situación -dice Algaze-, completamente evitable, también cayó el SVB.

Fue Peter Thiel, quien cofundó la firma estadounidense PayPal junto a Elon Musk, el que empezó esta corrida bancaria: escribió en un chat y recomendó a sus seguidores sacar el dinero del banco. Se retiraron más de US$ 42.000 millones en un día.

El viernes 10 de marzo a las 12:30 el FDIC (La Corporación Federal de Seguro de Depósitos) entró a las oficinas del banco en Menlo Park, San Francisco, y tomó control de la institución. Todo esto, “podría haberse evitado, lo que estaba sucediendo para el tamaño del banco era mínimo, había que hacer la pérdida de US$ 1,8 millones y había formas de solucionarlo”, afirma Algaze. Sin embargo, el temor infundido en redes sociales “hizo que este cáncer llegara a todo el mundo, y si todos sacan los depósitos al mismo tiempo, cualquier banco cae”, agrega. Factores como un mal manejo comunicacional, alza de tasas en tiempo récord y mal asesoramiento produjeron la crisis. Ese domingo a las 19:30 el FDIC envió un documento anunciando que protegería los fondos, nadie perdería un dólar y buscaría un socio para comprar el banco”, recuerda el ejecutivo.

Su historia
El año 2001, la familia de Alejandro Algaze decidió mudarse a California. Él, entonces de 21 años, se quedó en Chile terminando estudios. En ese entonces, se acercó su tío, el fundador de la Universidad Uniacc, Andrés Guiloff, y según recuerda, “me dijo ‘Miami muchas veces se considera un lugar de fiesta, la gente que realmente quiere trabajar parte a Nueva York, pero te adelanto que Miami va a ser el futuro y el hub para todos los negocios internacionales, especialmente los relacionados con Latinoamérica, va a tomar un tiempo, pero es el lugar correcto’”.

Tomó el consejo y partió a la costa este. Ahí estudió un MBA. Al egresar, el año 2006, conoció a su actual esposa, hija de inmigrantes cubanos que llegaron a Estados Unidos en los años ‘60, “cuando Miami era un estado muy virgen, ellos son de los creadores de la ciudad, son muy exitosos”, reconoce el chileno.

Aquí, el ejecutivo hace una pausa para afirmar, “ninguno puede creer que siendo exitoso en su país, haciendo lo mismo en Estados Unidos, le tiene que ir igual. No es la correlación uno a uno, por lo tanto puede haber muy buenos negocios, muy buenas ideas, gente muy talentosa, pero lo primero es tratar de buscar gente allá local, que sepa cómo navegar los distintos desafíos y poder buscar alianzas”.

Fue eso, la familia de su señora -dice-, lo que lo ayudó en un principio a saber con quiénes no hacer negocios y quiénes son las personas que realmente pueden ayudar. Al egresar, entró a trabajar en el Banco israelita Leumi. Aquí se desempeñó en el área de wealth management y manejó portafolios de grandes clientes de Latinoamérica: “estaba muy contento, tenía 26 años y podía volver a mi país una vez al mes”, recuerda. Terminó manejando el cono sur con un equipo bajo suyo.

El salto al mundo tech
En enero del 2013, Algaze se independizó y creó Green Logistics, una startup de logística de transporte que movía carga para FedEx y Amazon. “Con el tiempo, Jeff Bezos se dio cuenta de que la logística era parte fundamental del negocio y había que eficientar mucho más, entonces, creó una empresa de transporte dentro de Amazon. Ahí nos contactaron, nos dijeron que Bezos podía cerrar el negocio en cinco días si quería, pero nos daban la oportunidad de participar y ser una de las primeras cinco compañías en todo Estados Unidos en ser parte de esto”, rememora.

Partieron operando en Lackland y tras cerca de ocho años funcionando, la creación de nuevos sistemas y tecnologías con Amazon y una facturación de US$ 600 mil semanales, fueron adquiridos por un private equity.

Cáncer
Al vender la compañía, cuenta Algaze que un suceso le cambió la perspectiva de la vida, “me encontraron un cáncer muy extraño en la nariz. Tengo dos niñitas y fue una situación muy extrema, no sabía en qué etapa estaba. Nos fuimos a tratarlo a Houston, Texas. Tuve radiología y quimioterapia, es una de las cosas más duras que me han pasado en la vida, pero dije, ‘este no es mi momento’”.

Relata Algaze que “gracias a Dios, estaba en una etapa muy inicial”, y sacó una lección de esta experiencia: “descubrí en ese momento la importancia del foco, poder encontrar tu misión. Fue una de las primeras veces en mi vida en que nada era más importante que curarme, esa convicción con mi familia y red de apoyo, me hizo darme cuenta que es lo que te lleva al éxito en cualquier industria y situación”.

El 6 de septiembre del 2019, Algaze volvió a Miami. Sano. Tres meses después se asoció con un ex Merrill Lynch para abrir la operación de un banco de Boston Private en Florida. Tuvieron US$ 2 billones de capital administrado, y tras un año y medio los compró el Silicon Valley Bank.

Vuelve al venture
Fue así que Algaze volvió al mundo de la innovación; incluso -entre risas- comentaron en el panel que si un emprendedor latino quería abrir una cuenta, o conectar con alguien en Miami, Algaze era el hombre indicado.

“Cuando el presidente del Silicon Valley Bank fue a Miami se quería juntar con los neoyorquinos y californianos que se habían mudado para allá; yo le dije que me parecía mejor juntarse con aquellos que realmente se han sacrificado por la ciudad, y uno de ellos era Manuel Medina, se hicieron muy cercanos”, relata el chileno. Empezaron a sponsorear eventos y situaciones académicas, y rápidamente el banco se involucró en la comunidad tech.

La caída y el retorno
Algaze asegura que los clientes están volviendo al banco y en los últimos meses “ha habido un inflow positivo de empresas que están regresando sin que las busquemos. Por un tema de experiencia, y porque ahora estamos respaldados por un banco más grande y con balance muy sano, ellos entienden que seguimos haciendo el mismo servicio”.

El dulce negocio de Sweets Hamilton

Si hay algo que llamó la atención entre los asistentes al Bazar ED el fin de semana pasado, fueron las largas filas para comprar galletas en un pequeño carrito. Se trata de Sweets Hamilton, el emprendimiento de la reconocida influencer en repostería, Teresita Hamilton (27). Aquí la ingeniera comercial cuenta cómo llegó al mundo de la cocina, explica el éxito de su marca y cómo fue el recorrido para construir su propio negocio.

Fundadores de Nomad crean software para acelerar despachos en retail

La startup de logística fundada en 2020 tiene nuevos controladores: el family office de la familia Lecaros González, socios de Minuto Verde. Ahora, los cuatro fundadores de Nomad están desarrollando Flapp, un SaaS que ya tiene 220 clientes y facturación anual de US$ 900 mil.

Cómo la foodtech Mycobites llegó a la quiebra

Comida en base a hongos, esa era la propuesta de Mycobites. En 2021 fueron la startup más rápida en levantar una ronda de financiamiento en la historia de Broota y al año siguiente cuadruplicaron sus ventas. A finales de 2022 buscaron dar el salto: levantar US$ 5,5 millones a una valorización cercana a los US$ 50 millones, pero ahí empezaron los problemas. Hace poco más de un mes presentaron su liquidación en tribunales. Este es el camino recorrido.

SIGUIENTE »
« ANTERIOR