Punto de partida
Compartomimaleta: el emprendimiento que trae tus productos del extranjero
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Juntar las dos puntas: por un lado a aquellas personas que quieren comprar algo en el extranjero, pero desisten por la logística, el costo del envío o por inseguridad; y por el otro, a viajeros frecuentes que dejan un espacio para encargos en sus maletas, sin recibir nada a cambio. Los ingenieros Felipe Hargous, Cristián Godoy y Carlos Gómez vieron que entre ambos grupos se podía hacer un match.
Hargous y Godoy habían coincidido en Latam y renunciaron juntos en 2016 para emprender. El primer intento fue Workis, una plataforma colaborativa donde ofrecían servicios temporales de gásfiter, niñeras y profesores, entre otros. Con esa idea entraron a StartUp Chile, pero al poco andar se dieron cuenta de que el proyecto no era tan firme como creían. En ese entonces ya contaban con el programador Carlos Gómez, con quien comenzaron a cranear una segunda apuesta ligada -también- a la economía colaborativa.
"Siempre que viajábamos alguien nos tiraba el cacho de que trajéramos algo, pero a veces terminaba siendo para el amigo del amigo. En base a esto surgió la idea de ganar dinero al realizar estos favores", relata Hargous. Hicieron un estudio de mercado y armaron un prototipo. Al testearlo, tuvo buena recepción, ya que no existía nada similar en el país. Aún continuaban en StartUp Chile, cuando dieron el giro. Esta vez sí les gustó a los inversionistas, que apostaron con US$ 25 mil. Con ese primer capital echaron a andar el emprendimiento: lo llamaron Compartomimaleta.
Los tres socios hacían toda la logística. Felipe y Cristián recibían los pedidos, los guardaban en su casa y los repartían en sus autos, mientras que Carlos desarrollaba y gestionaba la página web. Luego ingresaron a la aceleradora Imagine Lab, de Microsoft, donde levantaron un capital de $ 50 millones. Dos años después, participaron de otro fondo de la misma incubadora, que ahora se había asociado con Corfo. Ahí consiguieron $ 60 millones de la corporación gubernamental y otros $ 68 millones de privados.
Match
¿Cómo funciona? Los viajeros son contactados por personas que les encargan determinados productos a cambio del pago de una tarifa. "Generamos una economía colaborativa: los viajeros con el cobro pueden pagar parte de su viaje, mientras que los clientes ahorran dinero en la compra del producto o en la importación", comenta Hargous, gerente de operaciones de la empresa.
Para hacerlo, ambos deben registrarse en la página web con un mail o a través de Facebook. Los viajeros registran su lugar de destino, y los "encargadores", rellenan un formulario de lo que quieren comprar, con el precio y link del producto. Con esos datos cotizan con distintos viajeros, quienes ofrecen sus propias tarifas por acarrear los encargos. Una vez escogida la maleta, el cliente hace la compra y la envía a la dirección del hospedaje del viajero, entregada por la plataforma. "Todo el contacto es por dentro de la página para centralizar la información, resguardar los productos y ver si surge algún problema entre las partes", indica Hargous.
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En Compartomimaleta hay pocas restricciones: primero, que los productos deben ser legales; segundo, que no superen los 15 artículos y que calcen adentro de una maleta. No hay mínimos, ni máximos de precios.
El modelo de negocio está en que la startup cobra una comisión a ambas partes. a quien trae el producto le descuentan un 12% del cobro y al comprador un recargo variable que va entre un 12% y un 15%. "Sacamos de los dos lados una comisión, y eso nos da los ingresos", explica el socio fundador.
Pandemia y expansión
En 2018 llevaron el negocio a Perú y a fines de 2019 aterrizaron en Colombia. "En Latinoamérica existe este problema de que hay una menor variedad de productos importados y que si están son carísimos. Entonces, surge una oportunidad de negocio para importarlos", dice Hargous, quien se instaló en Bogotá para abrir ese mercado. Pero a los tres meses, debió regresar a Chile. La pandemia había llegado.
Pese a que las compras por Internet no bajaron, de un momento a otro no había viajeros capaces de traer los paquetes. "Sufrimos mucho en 2020. De marzo a septiembre estuvimos paralizados en un 95%. Pero nunca pensamos en cerrar, estábamos convencidos de que volveríamos a retomar el impulso", narra.
Para mantenerse, redujeron los costos operacionales, recurrieron a sus ahorros, a las ayudas del Gobierno y suspendieron los contratos de sus tres trabajadores que tenían contratados en Chile. El 5% que seguía operativo se debía a clientes que viajan frecuentemente.
Las más de 1.400 ventas mensuales post apertura de las fronteras aéreas en Chile, ya les hablan de que lo peor ya pasó. La operación peruana, en tanto, funciona con dos personas que trabajan en la oficina en Lima, ubicada en el distrito de Miraflores. Ese mercado les reporta más de 500 ventas mensuales.
"Para este año esperamos un crecimiento sostenido del 15% de las ventas en el negocio", dice. Con eso esperan ir por una ronda de financiamiento a Estados Unidos o México "y así meternos nuevamente en Colombia y dar el salto hasta un gigante como es Brasil", agrega el gerente de operaciones y cofundador de Compartomimaleta. Es el plan que ahora echarán a volar.