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Punto de partida

Del barrio al fútbol profesional: la historia de la marca deportiva OneFit

Del barrio al fútbol profesional: la historia de la marca deportiva OneFit

Un empresario dedicado a la construcción en Curicó decidió emprender: armó un taller para confeccionar ropa para equipos de fútbol locales. El negocio se masificó y hoy la firma viste a casi un 30% de los planteles profesionales del futbol chileno.

Por: Martín Ayala Vasallo | Publicado: Domingo 10 de enero de 2021 a las 04:00
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Cristian Ramos (43) es técnico en construcción, oriundo de Curicó, fanático del fútbol y en los últimos años se ha dedicado a emprender en distintos rubros: tiene una empresa constructora, llamada Cabeju, un gimnasio y una marca de ropa deportiva que, según cuenta, jamás vislumbró hacer.

En 2015 inició un emprendimiento textil, pensando en dejar un negocio a sus hijos como herencia. Al principio quiso diseñar uniformes escolares, pero tras recibir pedidos para confeccionar indumentarias deportivas -desde calcetines hasta camisetas y shorts para jugar-, finalmente optó por dedicarse a vestir equipos amateurs de la región.

No fue difícil bautizar el emprendimiento: le puso OneFit, el mismo nombre que tiene el gimnasio que creó un año antes en Curicó, donde se encuentra su única sucursal.

Cambio de ruta
Ocurrió a mil kilómetros de su hogar, en la Región de Atacama. Ahí, un desastre natural hizo que cambiara de ruta. A finales de marzo de ese 2015, un aluvión arrasaría con varias ciudades de esa región, dejando daños materiales y pérdidas humanas, que superaron los 30 muertos. Club Deportes Copiapó, equipo de la Primera B del fútbol chileno, no quedó exento de la tragedia: su estadio se inundó y su indumentaria se deterioró.

La catástrofe impactó a Ramos, quien, según cuenta a DF MAS, no quiso quedarse de brazos cruzados: decidió donar al "León" de Atacama ropa de su emprendimiento. La iniciativa fue aceptada por el club nortino y su buena recepción generó que, un par de meses después, otra institución de la categoría se vistiera -a modo de canje- con la marca: Deportes Puerto Montt.

"Partí en la casa de mi mamá porque ahí había buen espacio y podíamos colocar las máquinas de impresión y costuras. No éramos más de 10 personas, ya que estábamos enfocados sólo en estos dos equipos", manifiesta Ramos.

La prueba de fuego vino cuando les tocó trabajar con Curicó Unido en 2016: "La gente de la ciudad fue la más crítica con el diseño y la calidad. Tuvimos que ser rupturistas y así le terminamos gustando a la hinchada. Nuestro lema siempre ha sido calidad por sobre cantidad, algo que los jugadores y dirigentes han valorado", comenta el empresario.

Luego de posicionarse como una marca local capaz de vestir a tres equipos del balón pie nacional, fueron arribando nuevos clubes. Actualmente, son los responsables de vestir a 12 escuadras del fútbol profesional chileno: cuatro en primera división (Deportes La Serena, Unión La Calera, Curicó Unido y Huachipato); cinco en la primera B (Club Deportes Copiapó, Santiago Morning, Rangers, Ñublense y Deportes Valdivia); y tres en la segunda división (San Antonio Unido, Colchagua y Deportes Linares).

La expansión lo obligó a crecer: el taller se mudó al segundo piso de su gimnasio -crearon salas dedicadas al diseño, bordado y costuras- y el personal tuvo que aumentar su dotación, que asciende a los 40 trabajadores.

Ni ganar ni perder
Sobre el modelo de negocios, Cristian Ramos detalla: "Nosotros le entregamos a un club 25 o 30 millones de pesos en indumentaria, por ejemplo. Con eso tenemos la franquicia para vender sus productos mientras dura el contrato. Una camiseta, que es la prenda más vendida, tiene un valor comercial aproximado de $32.990, mientras el precio costo está entorno a los $10.500".

De todas formas, según el fundador, este método no ha traído utilidades a la marca: "En estos cinco años no hemos obtenido ganancias económicas, ni pérdidas. Tenemos tanto trabajo que nuestra página web y las redes sociales no están muy actualizadas, lo que nos genera un déficit en ventas, que en el último tiempo la hemos ido supliendo. Pese a eso, hemos conseguido prestigio, posicionamiento de marca y lo que podría atraer a algún comprador en el futuro".

OneFit se ha mantenido a flote gracias a que el empresario curicano destina fondos de sus otros rubros a este. "Hoy vivo de la construcción, pero hay una satisfacción personal en esto. Aparecemos todos los días en la televisión por los partidos, la gente compra los productos y le gustan los diseños, es un logro. Mientras no perdamos, será una ganancia", agrega.

"Todos los días reflexiono si la satisfacción personal de invertir millones en esto va de la mano con el gasto que tenemos y lo que cuesta recuperar. Me ha sobrepasado, pero es mi hobby y busco cumplirlo de forma profesional", analiza el técnico en construcción.

La pandemia y el 2021
La pandemia no ha sido fácil para OneFit. Las cuarentenas han obligado a disminuir el trabajo presencial en el taller y replantearse la logística de los envíos. Se trabaja en colaboración con la familia, trabajadores y amigos que puedan llevar los encargos hasta las ciudades de los equipos.

Ramos también debió transformarse en repartidor: "Lo solucionamos como sea y nuestros productos llegan, sobre todo ahora que los partidos se programan dos veces por semana".

El 2021 es un año lleno de expectativas para la empresa de la Región del Maule. La participación internacional de Huachipato y La Calera, en la Copa Sudamericana del año anterior, hizo que equipos argentinos se interesaran en la armadura de OneFit. "Sería un sueño, pero nuestros desafíos para este año son generar utilidades y confeccionar 20.000 camisetas", finaliza.

El turbulento recorrido de Shipit

La startup pasó de emplear 110 personas, vender US$ 13 millones anuales y tener un acuerdo firmado con inversionistas por una ronda de US$ 10 millones, a tener 20 empleados, facturar la mitad y que el directorio recomendara la quiebra. Tras dos años de ese “valle de la muerte”, su CEO Allan Guiloff dice que la empresa tiene Ebitda positivo y acuerdos con acreedores para repactar el 85% de la deuda.

La ruta de Imagine: de aceleradora a fondo de venture capital de US$ 4 millones

Tras un viaje a Silicon Valley con el exPresidente Piñera surgió una idea de Microsoft de hacer un centro de innovación en Chile. Al mismo tiempo, cuatro empresarios buscaban crear una incubadora de negocios fuera del mundo académico. Los caminos se cruzaron y en 2014 nació Imagine Lab, que ha financiado 120 startups en la región. En abril de este año iniciaron una nueva etapa y ya están invirtiendo como fondo de capital de riesgo.

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