Punto de partida
El anticuerpo de alpaca que puede neutralizar los efectos del Covid
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En enero, el académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile, Alejandro Rojas, recibió un llamado de la Coalición Coreana contra Enfermedades Infecciosas, un grupo que hasta ese momento le otorgaba aportes económicos de US$ 90.000 para sus estudios contra el virus Hanta.
Desde la alianza -formada por 13 países- le explicaron que en China el virus del SARS-CoV-2 se estaba propagando rápidamente. El mensaje, al otro lado del teléfono, ese día fue claro. "Hagan lo que puedan", cuenta ahora Rojas.
Les dieron así la posibilidad de utilizar los recursos libremente, por lo que se pusieron a trabajar en la obtención de alguna alternativa capaz de contrarrestar los efectos del virus. El grupo de 18 investigadores liderados por Rojas, vio en la alpaca una buena alternativa. "Compramos cerca de un miligramo de la proteína Spike causante de la infección en los humanos y a mediados de marzo logramos neutralizar una alpaca", comenta Rojas, quien desde el año 2016 había estado estudiando el camélido.
Lo primero que hicieron fue desarrollar una vacuna para el animal al que llamaron Buddha. A las pocas semanas lograron la inmunidad contra el virus. Según el científico, sacaron un poco de sangre y empezaron a aislar todos los anticuerpos. "Eran cerca de 3 millones de nano anticuerpos y los analizamos para ver cuál era el que mejor se pegaba a la proteína Spike", sostiene.
Vieron que uno de ellos, el W25, era capaz de neutralizar el virus, debido a que se pegaba a la proteína causante de la enfermedad e impedía que entrara en la célula. Aunque sólo fue un inicio, ya que después de tales análisis han estado trabajando con medicina nuclear con el objetivo de saber dónde se aloja el SARS-CoV-2 en el cuerpo. "La idea es comprender por qué afecta distinto a los hombres, a las mujeres, a los niños o a los asintomáticos", comenta el también director del Núcleo de Investigación CISNe.
Radiotrazador
Uno de los profesionales que participan en el desarrollo del anticuerpo radioactivo es el químico alemán Vasko Kramer, quien trabaja en PositrónMed, una de las cuatro entidades que colaboran en la investigación y que se dedica a realizar exámenes de tomografía por emisión de positrones (PET). Según él, las otras tres instituciones son la Universidad Austral de Chile, quienes se encargan de crear el anticuerpo; La Universidad de Copenhague en Dinamarca, que tiene la tarea de hacer estudios en ratones y PositrónPharma, que es "nuestro laboratorio farmacéutico donde producimos todos los radiotrazadores", explica.
Según Kramer, "lo primero que se debe asegurar es que el compuesto radioactivo se pegue a la proteína Spike de forma muy específica. No se puede unir a nada más que al virus para que la medición sea exacta", comenta. A partir de eso la mejor opción fue adherir un compuesto químico al anticuerpo W25 desarrollado por Alejandro Rojas, ya que este se pega directamente a la proteína Spike, permitiendo así, saber hacia dónde se dirige el virus dentro del cuerpo.
El seguimiento lo hacen a través de imágenes PET, que es una cámara especial capaz de tomar imágenes de moléculas específicas en el cuerpo y tiene un precio US$2.000.000 por aparato. Tal procedimiento sirve para "medir las trazas de radiactividad que se inyectan y se obtiene una imagen del paciente en 3 dimensiones", sostiene Kramer.
Hasta el momento los estudios han sido realizados sólo en ratones, a quienes se les inyectan pequeñas cantidades del radiotrazador elaborado. "El procedimiento parte por agregarle al anticuerpo una pequeña molécula llamada TCO que nos permite la marcación radiactiva. Eso se hace a través de la 18F-Fluorotetracina, que es un compuesto intermediario que nosotros producimos y luego el anticuerpo radioactivo se puede inyectar para el estudio", explica Kramer. Además, menciona que los ratones tienen muchas similitudes con el organismo del ser humano, aunque existen diferencias que obligan a llevar el estudio a personas.
Voluntarios
"Estamos muy optimistas de obtener resultados de un radiotrazador humanizado y finalizar los estudios de toxicidad dentro de los próximos dos meses", enfatiza el químico. Este paso es importante, para minimizar el riesgo de reacciones adversas en los humanos. La idea es que para el año 2021 ya se puedan hacer estudios clínicos en Chile y dar así una primera aplicación en humanos. "Comenzaremos buscando voluntarios sanos y algunos con covid positivo para estudiar la biodistribución del radiotrazador en ambas condiciones", agrega Kramer.
En cuanto a la forma de administración buscan desarrollar un inhalador para llevar los anticuerpos directamente a los pulmones. "Nuestros estudios PET nos permitirían evaluar la diferencia entre un anticuerpo inyectado por vía venosa diferenciado con la administración por un dispositivo de inhalación y de esta forma optimizar la administración", sostiene Kramer.
Además, destaca que se podría aplicar a un costo bajo y a gran escala a nivel mundial de forma no invasiva porque no se requiere a una persona inyectando una droga, sino que es un dispositivo que se puede manejar de forma mucho más fácil. Esto permite una terapia en base a un "anticuerpo neutralizante que en el fondo reacciona con el virus y previene que este infecte e ingrese a células sanas", dice Kramer.
Financiamiento
Los recursos de esta investigación salen directamente de las instituciones relacionadas. "Adicionalmente estamos solicitando fondos por diferentes lados, Sin embargo, nos ha sido bastante difícil conseguirlos", explica Vasko agregando que "en Chile creo que se debería invertir más en este tipo de investigación pensando en un desarrollo propio para no depender de otros países u otras entidades".