Punto de partida
PleIQ, la startup que busca revolucionar la educación preescolar
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Hace siete años, Antonio Da Rocha se encontraba en Venezuela, su país natal, participando de la academia Wayra -brazo de aceleración y de apoyo a startups en Hispanoamérica de Telefónica-, cuando conversando con Edison Durán decidieron crear algo en conjunto.
Da Rocha es profesor universitario de tecnología e innovación y en esos años trabajaba en una plataforma digital de enseñanza de ciencias. Cuenta que siempre le preocupó el abandono de la educación preescolar en su país y en Latinoamérica, ya que todos los proyectos que surgían eran para niveles superiores. Tenía la idea de crear unos cubos o juguetes interactivos, pero no sabía cómo darle forma a su proyecto.
Una noche, le comentó su inquietud a Durán, físico que se dedicaba a la realidad aumentada en marketing de empresas, quien conocía poco de educación, pero la propuesta le gustó: él se encargaría del diseño de la tecnología y Da Rocha de lo pedagógico.
En tres semanas crearon un prototipo y se lo presentaron a Wayra. Pese a que fue bien aceptada, la iniciativa fue catalogada como un spin-off, por lo que no recibió fondos. "Nos dijeron que no olvidáramos nuestros proyectos individuales, pero que lo presentáramos en un concurso de la Fundación Ideas en Venezuela", cuenta Da Rocha. "Participamos y ganamos, siendo los más innovadores de ese año (2015)", agrega.
La idea la bautizaron como PleIQ, una solución tecno-educativa que realiza actividades interactivas de aprendizaje para niños preescolares, donde se logran conectar el mundo concreto con el digital a través de la realidad aumentada (tecnología que permite al usuario visualizar parte del mundo real mediante un dispositivo tecnológico con información gráfica añadida).
Les llegó una invitación desde Boston para participar de otro proceso de aceleración. Ahí recibieron buenas críticas, pero les dijeron que no tenían números que los validaran. Eso sí, les advirtieron que en Chile estaban ávidos por proyectos como éste y que Start-Up Chile podría interesarse. Así que compraron pasajes a Santiago.
Hecho en Chile
Aterrizaron en la capital chilena en 2016 esperanzados en conseguir financiamiento. Pero con ellos había otras casi dos mil empresas postulando. Consiguieron quedar entre las 100 seleccionadas por Start-Up Chile y finalmente fueron elegidos ganadores, y con ello obtuvieron un primer financiamiento por US$ 50 mil.
Durante el 2016 hicieron las gestiones para que el equipo se asentara en Santiago, y desde aquí generaron toda la producción, pese a que había quienes les sugerían fabricar en China para abaratar costos.
En el 2018 nació el PleIQ Home, su producto estrella, un cubo que es un juguete que usa realidad aumentada para desarrollar la inteligencia de los niños a través de actividades. El objeto fue presentado en la feria del juguete de Nueva York.
"Se nos acercaron LEGO, Walmart y Amazon a pedirnos cantidades que eran imposibles de entregar. Ahí nos dimos cuenta de que los inversionistas tenían razón sobre China, ya que acá solo podíamos producir 10 mil cubos y ellos nos estaban pidiendo 100 mil", expresa Da Rocha, CEO de la firma.
Con el PleIQ Home los niños pueden jugar y aprender desde sus hogares o sus establecimientos educacionales (PleIQ School). Los apoderados o docentes pueden monitorear el avance del menor a través de la app donde se reportan las actividades realizadas. Además, dicen que es un trabajo personalizado, porque la inteligencia artificial se adapta a las respuestas de cada niño.
Luego crearon los smartbooks, que son textos escolares interactivos diseñados junto a la editorial Caligrafix. Esto les permitió a muchas escuelas del país solucionar el problema del aprendizaje a distancia producto de la pandemia, ya que los profesores tuvieron trazabilidad del aprendizaje de cada estudiante gracias a que los resultados aparecían en la plataforma PleIQ School de cada colegio.
Sin conexión a internet
"No existe una plataforma más económica, ya que los textos escolares, de 150 páginas cada uno, no sobrepasan los $ 7 mil y las licencias que le vendemos a los colegios no alcanzan los $ 1 mil por niño. Nuestro fin es llegar a los niños de Latinoamérica que no tienen acceso a educación de calidad, ni a una tecnología responsable", manifiesta Da Rocha.
Dada la brecha digital que existe en el país, explican, en PleIQ trabajaron durante la crisis sanitaria para que sus recursos se utilizaran sin conexión a internet. "Dimos una opción a los apoderados y escuelas de descargar los contenidos a sus dispositivos y que los niños jugaran en ellos. Una vez a la semana se debían conectar un minuto a internet para que se subieran los resultados a la nube", indica el fundador.
También decidieron facilitar el acceso a las actividades con el plan "Aula Inteligente", a través del cual entregaron un tablet por cada tres estudiantes a todos los establecimientos que se adhirieron a esta alianza por al menos dos años, sin ningún costo adicional.
Por todo lo anterior, este 20 de enero recibieron el premio más importante a nivel mundial en el rubro de los startups educativos: el Global Edtech Startups Awards (GESA), que premia anualmente a los emprendimientos educativos más prometedores. Una de las principales razones de otorgarles el premio fue por "el impacto educativo de la solución pedagógica durante la pandemia de Covid-19", indicaron en la ceremonia telemática celebrada en Londres.
Actualmente, PleIQ se encuentra en más de 40 países, donde su app ha superado las 100 mil descargas. Según sus números, en Chile más de 400 mil preescolares han utilizado los productos de la marca. Esperan replicar el modelo de éxito en mercados internacionales como el mexicano, brasileño o el estadounidense. Para esto no descartan buscar rondas de inversiones en Europa o Norteamérica, donde esperan alcanzar cifras superiores a los US$ 3 millones.