Punto de partida
Reestructuración y despidos: el difícil año de Justo
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Fue una de las startups chilenas con mayor proyección. En 2020 -y antes que muchas otras- Justo pasó por Y Combinator, la principal aceleradora de Silicon Valley. Oficialmente nacieron en 2019, pero fue al año siguiente cuando su producto -un software de logística y delivery gastronómico- explotó gracias a la pandemia.
El aumento de tamaño fue exponencial: de un año a otro pasaron de 10 empleados a 150 y su crecimiento mensual se multiplicaba por tres. El negocio generó tracción y rápidamente se expandió a otras latitudes: a fines de 2020 lanzaron operaciones en México y Perú y al año siguiente aterrizaron en Colombia y Ecuador. También concretaron un aumento de capital de US$ 2,3 millones, donde entraron fondos como Jaguar Ventures (hoy Wollef), Investo y Liquid2 Ventures. Con ese levantamiento, se comentaba que la firma había alcanzado una valoración de US$ 100 millones.
Reclutaron empleados de grandes compañías y armaron un equipo robusto para que el crecimiento no fuera en vano. Un exempleado de Justo recuerda que dejó su trabajo de seis años para este nuevo desafío, asumiendo el riesgo de entrar a una firma incipiente: le prometieron que la compañía estaba en una buena situación financiera e “incluso comentaban que podían ser un unicornio”, afirma. Un sueldo 35% superior al que tenía, vacaciones ilimitadas y el hecho de ser parte de una startup exitosa terminaron por convencerlo. Era algo que estaba sucediendo en el ecosistema en general.
A principios de 2022 los fundadores de la compañía (Rodrigo Segal y Nicolás López) comenzaron a recibir la advertencia de inversionistas que auguraban un año muy complejo en términos económicos. Aquello era incompatible con el crecimiento agresivo que estaban llevando a cabo. Entonces, tuvieron que hacer cambios.
“Las startups tenían una mentalidad que era súper compartida: crecer a todo costo. Las tasas estaban tan bajas que la plata era infinita. Nosotros no teníamos esa mentalidad, pero tampoco estábamos en el otro extremo que era ‘la empresa tiene que ser rentable. Si algo no da plata, se corta’”, explica Nicolás López, quien además es gerente de producto de la firma.
Ex trabajadores de la compañía cuentan que entre fines de 2021 y el inicio de 2022 planearon llevar a cabo un levantamiento de capital. Lo mismo manifestó Willem Schol, director regional de Justo, en una entrevista con Radio Pauta en mayo de este año: “Hoy ya se está trabajando, de acuerdo a los resultados que hemos tenido, en nuevas alternativas para seguir recaudando fondos. (El monto del levantamiento) debería ser bastante más (de US$ 2,3 millones). El hecho de que ya estemos pensando en una Serie A apunta a otro tipo de inversionistas de los que ya hemos tenido”.
Los socios aclaran a DF MAS que si bien no hubo un plan concreto, como toda startup sí analizaban la opción de levantar capital y que aquello fue desechado.
“Tuvimos que hacer ese cambio de switch, buscar más rentabilidad, empezar a ser más eficientes en los procesos. Ahí fue donde decidimos despedir gente, cortamos proveedores, ordenamos procesos, nos metimos con lupa. Se podría escribir un libro de todas las cosas que hicimos. Fue un desafío súper grande: de cómo llevamos una empresa con una mentalidad de no tanta preocupación, a una que se enfocara en los costos, la rentabilidad, y a (darnos cuenta) que la plata no es infinita. De eso se trató el segundo semestre, de hacer los cambios dolorosos”, complementa López.
Despidos
Ex funcionarios de Justo afirman que durante el año existieron dos olas de despidos “importantes”, las cuales habrían totalizado unas 80 personas. Desde la compañía, eso sí, aseguran que fueron 45 desvinculaciones en total.
Hace una semana se hizo viral un post en LinkedIn del ex jefe de Marketing, Ignacio Bravo, que decía: “Siempre he tenido ‘suerte’ de que me han buscado de trabajos y en los cuales he durado mucho tiempo y he logrado grandes cosas. En esta última, buscándome por un verdadero cambio, ofreciéndome estabilidad, mejores condiciones, vacaciones ilimitadas, y un sinfín de beneficios que me hicieron renunciar a mi trabajo anterior, de cinco años y medio, de armar un equipo de 23 personas, de abrir en otro país (...). Pero, en estos casi seis meses solo me di cuenta de algo, que por mucho que te ofrezcan un paraíso, logres cambios positivos en tu equipo y tantas cosas buenas, nunca tendrá el mismo peso que tu bienestar mental y el ser la buena persona que siempre has sido”.
En éste, relata que el 25 de noviembre se le comunicó por un llamado que ya no formaba parte del equipo de Justo.
“No es fácil que te echen y quedar feliz. Entiendo que no haya sido la misma empresa entrando que saliendo. Es muy dura esa situación, uno queda muy mal. Uno no puede hablar con todas las personas (que se van). No es una experiencia agradable”, explica López al ser preguntado por las desvinculaciones que concretaron en 2022.
Junto con Bravo, se desmanteló el área de prensa, diseño, country managers y ventas. Uno de los problemas -cuenta uno de los afectados- es que la política de vacaciones ilimitadas tiene vacíos, y hoy les estarían cobrando en el finiquito los días que se tomaron. Aunque hasta el momento la empresa no tiene problemas judiciales, una reciente excolaboradora no descarta ir a tribunales.
Además, durante el año renunciaron una serie de ejecutivos con cargos gerenciales, como el CFO, Carlos Soto. Actualmente Justo no tiene un reemplazo público para este puesto, sino que lo está llevando a cabo otro gerente interno.
Operación en el extranjero
A mediados de 2021 Justo anunció que llevaría a cabo una inversión de US$ 1 millón en Colombia, la cual, dicen entendidos, se concretó “sin problemas”. Seis meses después también anunciaron la misma cifra para Ecuador. Sin embargo, en este último caso, la situación fue distinta, ya que no invirtieron la cantidad de recursos que anunciaron inicialmente, según relata López en entrevista con DF MAS.
El proceso de reorganización interna que comenzaron en 2022 los obligó a cambiar la estrategia de administración de los distintos países. En un principio ésta se basaba en abrir geografías con equipos locales que supieran la idiosincrasia de cada territorio, siendo liderados por un country manager. “Pensar que uno puede hacer una expansión de un punto y abrir muchas cosas en toda Latinoamérica, creo que eso no funciona”, comentó Schol en mayo pasado a Radio Pauta.
Pero justamente eso comenzó a ocurrir.
A mediados de este año redujeron los equipos internacionales y decidieron sacar a los country managers de cada latitud. A algunos los desvincularon y otros, por distintas razones, se terminaron yendo de la firma.
Lópezagrega: “Vivimos en otra era, ¿cuál es la diferencia de tener a alguien en Chile o en Costa Rica?”. Además, destaca que “hemos descubierto que Justo necesita un tiempo de maduración natural para que el mercado empiece a agarrar fuerza y se consolide. El caso de Costa Rica y Ecuador están precisamente terminando esa fase inicial donde cuesta que haya market fit, pero ahora está llegando muy fuerte, y solo el hecho de seguir vivos en esos mercados está haciendo que los grandes clientes empiecen a trabajar con nosotros”.
4.702 clientes
Actualmente, los socios aseguran estar en buen momento financiero y a pesar de que ex empleados afirman que hay capital hasta marzo, recalcan que esto no es cierto. “De hecho, vamos a llegar a un punto de equilibrio el próximo año. Si no levantamos plata, no vamos a morir”.
Para respaldar esto Rodrigo Segal entrega algunas cifras: “En 2021 crecimos 160% en facturación en comparación con 2020, y en el 2022 logramos una facturación casi igual a la del 2021”.
Además, menciona que en 2020 trabajaban con 1.465 marcas, en 2021 con 3.436 y que actualmente están con 4.702 clientes.
Sin embargo, en mayo Schol ya había dicho que la operación local era rentable: “La rentabilidad es clave porque es un negocio que no se contiene por sí solo. Dicho eso, hoy Chile es un país rentable y los otros países van encaminados a lo mismo”.
Sobre México -donde Segal se mudó hace tres meses para supervisar la operación-, afirman que “a pesar de ser competitivos estamos muy contentos por cómo se está cerrando el año. Este 2022 crecimos entre 3x y 5x”.
En Perú, afirman que la situación también es buena. Relatan que entraron de la mano con el grupo Acurio y eso les ha significado muchos clientes que buscan seguir sus pasos. “En donde nos estamos enfocando hoy es fuera de Chile, donde hay menos inflación y la crisis va a ser menos dura, vamos a lanzar nuevos productos y ser más eficientes”, afirman, y descartan el cierre de cualquier geografía.