Punta de Lobos: Un imperdible de Pichilemu es el recorrido por la punta. Además de ser uno de los mejores lugares para observar el mar, se trata de una reserva de biodiversidad, en medio de un tramo de 237 kilómetros sin intervención industrial. Ahí se pueden encontrar especies de cactus nativos y endémicos de la zona centro sur de Chile, aves migratorias y, si tienes suerte, ver delfines. Ahora se abrió un centro de información donde cualquier persona puede anotarse para participar de alguno de los proyectos de voluntariado. 

Cardumen Café: Es un buen lugar para pasar por un café de grano recién molido. En pleno centro de Pichilemu, es de los pocos locales que está abierto desde las 8 AM. Además, los fines de semana y en vacaciones, se instalan con su combi en Punta de Lobos para que turistas y surfistas puedan calentar el cuerpo después de salir del agua. El que siempre pido: el Americano doble shot. 

Restaurante Casa Cuesta: Es uno de los mejores locales de Pichilemu, siempre se come y se pasa bien. Almorzar ahí, con vista al mar desde la terraza, me recuerda mi lugar de infancia, Infiernillo, donde aprendí a surfear. 

La mejor torta de zanahoria: Viene de cerca la recomendación, pero la pastelería de mi hermana, que está ubicada en el centro comercial Altomar, tiene una variedad de tortas y dulces que hay que probar si uno pasa por Pichilemu. Mi favorita es la torta de zanahoria.