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Opinión

J.J. Jinks: La agenda perdida

J.J. Jinks: La agenda perdida

El 11 de marzo asumió la presidencia Gabriel Boric, cuatro días después, con un fin de semana de por medio, fue la desastrosa visita a Temucuicui de Izkia y desde ese día en adelante el gobierno extravió el manejo de la agenda y no la pudo recuperar nunca más.

Por: J.J. Jinks | Publicado: Sábado 15 de octubre de 2022 a las 21:00
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Pocos días antes de la segunda vuelta presidencial a usted le ofrecieron irse a una isla desierta en medio del Caribe con arenas blancas sedosas, mar tibio turquesa y daiquiris a discreción. La única restricción es que no había internet. Usted le dio una vuelta de medio segundo y con honda sabiduría aceptó con gran sonrisa, no estaba mal escapar del Chile que se nos venía. Como la felicidad no es eterna, al menos en la Tierra, esta semana su paseo ha llegado a su fin y usted persona curiosa por construcción las primeras palabras que surgen espontáneas a su regreso es “¿Qué ha pasado en Chile?”.

Los familiares y amistades que lo rodean se atropellan unos a otros en contestar: El rechazo ganó por paliza el plebiscito constitucional es lo primero que surge, la macrozona sur sigue muy complicada, pero el despliegue de militares ha bajado en algo la actividad terrorista, finalmente se dejaron de aprobar retiros de las AFP y hay un consenso relativamente amplio que ha sido muy negativo para la inflación. Mientras usted sorprendido trataba de procesar toda esta información alguien le complementa, esta semana pasaron varias cosas también: el Presidente dio su respaldo a Carabineros, condenó la inmigración ilegal y en el Senado se aprobó por gran mayoría el TPP11. Perplejo ante las noticias, usted se anima a preguntar, ¿finalmente ganó Kast entonces? Sus amigos y familiares se miran entre ellos y sueltan una carcajada.

El 11 de marzo asumió la presidencia Gabriel Boric, cuatro días después, con un fin de semana de por medio, fue la desastrosa visita a Temucuicui de Izkia y desde ese día  en adelante el gobierno extravió el manejo de la agenda y no la pudo recuperar nunca más. Dar justificaciones y pedir disculpas se ha transformado en el día a día de la administración gubernamental. Una impertérrita y articulada Camila Vallejo se pone frente a los micrófonos para explicar lo inexplicable. La tarea la realiza con gran solvencia y aplomo, pero no logra cambiar la sensación general de falta de timón.

Una semana son las patitas del amigo embajador en España la siguiente es el flamante director de Metro que llamó a evadir el pago de … el metro (un poco inconveniente). Y ahí estamos toda la semana dándonos vueltas en construcciones verbales siempre a la defensiva política y comunicacionalmente. Parte del problema es que el gobierno no resuelve los problemas sino que decide arrastrarlos y mantenerlos en el tiempo en la búsqueda de dar una señal de que no será pauteado por la oposición. Es entendible esa intención, pero el no cerrar los temas termina por contaminar toda la agenda del gobierno.

Un botón, ante la contundente derrota en el Senado, el gobierno ha decidido postergar la firma del TPP11 mediante la dilación de las side letters. En momentos que el país requiere con desesperación señales económicas positivas las autoridades han optado por hacerle un gesto a su tribu herida por tanta derrota política. En vez de dejar el asunto atrás, el tema surgirá cada vez que haya una mala cifra de crecimiento y por lo que sabemos abundarán en los meses que vienen. Saber hacer las pérdidas necesarias es fundamental para poder construir un relato propio, nada de eso está ocurriendo y no es culpa de la oposición.

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