Cultura
Alejandra Urrutia, directora de orquesta: “Mi sueño era traer el mundo a Chile”
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“Tú llegas y abres una puerta de madera grande, que tienes que empujar con las dos manos por el peso, y es como que entrar a un cuento”, así describe Alejandra Urrutia la impresión de ingresar al hotel Portillo, emplazado en la cordillera de Los Andes, a 146 kilómetros de Santiago, mirando a la Laguna del Inca.
Es ahí donde se realiza el Festival Academia Internacional de Música Portillo (PortilloFest) que en su quinta versión recibirá a 57 jóvenes de distintas partes del mundo. Desde el 13 al 23 de enero estarán concentrados en las instalaciones hoteleras recibiendo clases de la propia violinista, que es además directora artística del festival, y de otras eminencias de la escena internacional como Laurie Carney del American String Quartet, afamado cuarteto neoyorkino que este 2024 cumple 50 años de existencia y que abrirá sus celebraciones con esta actividad.
La oportunidad de reunir a los talentos en un recinto como este y en un entorno natural único se dio gracias a que Carolina Ward y Angélica Fanjul, socias de la curadora de talentos Fanjul & Ward, conocían a Miguel Purcell, dueño del hotel Portillo, porque habían realizado otros proyectos ahí.
Ellas junto a Alejandra se acercaron con la propuesta y él les dijo: “Ok, hagámoslo aquí”. Comenta que tanto Miguel como su padre, Henry Purcell, tienen intereses y estudios musicales así que conectaron inmediatamente con la idea.
Hace tiempo tenía ganas de crear un festival para músicos en nuestro país, cuenta Alejandra conectada por Zoom desde el norte de Nueva York, a punto de viajar a Santiago para dedicarse a los últimos preparativos del festival. La directora pasa gran parte del tiempo fuera de Chile dirigiendo a orquestas internacionales pero mantiene proyectos que son muy importantes para ella en tierra nacional.
Además de ser directora titular de la Orquesta de Cámara del Municipal de Santiago e impulsora de PortilloFest, está detrás del Gran Concierto por la Hermandad y creó un Hub para mujeres directoras de orquesta (ver recuadro).
“Mi sueño era traer el mundo a Chile. Yo tuve la oportunidad de irme a estudiar a la Universidad de Michigan en Estados Unidos. Ahí participé del Festival de Aspen como violinista y como directora. Viví experiencias que me cambiaron y eso quiero transmitir a estos jóvenes. Me gusta mucho enseñar y creo que a través de la música estás transformando la vida de las personas.
En el caso de los jóvenes que vienen al festival, casi todos se van a dedicar a la música asique tienes la oportunidad de empujar sus mentes más allá. Y al tener profesores de tan alto nivel, vas desarrollando un nuevo estado mental. Es muy intenso porque no hay alternativa más que estar ahí 100% y eso puede ser agotador, pero es el training que a mí me interesa para estos jóvenes. Qué ganas de poder mostrártelo en acción porque suena abstracto, pero eso es lo que hace la educación y lo que a mí me fascina", comenta Urrutia apasionadamente.
Es lo que vivirán los 57 becados de esta edición. Todos tienen entre 18 y 30 años y vienen de Chile, Australia, Austria, Canadá, Colombia, Cuba, México y Perú, y por primera vez un alumno de Letonia.
Cuenta Alejandra que en esta ocasión recibieron más de 320 postulaciones y el proceso de selección pasó primero por requerimientos artísticos; los estudiantes deben mandar videos de ellos tocando (cada instrumento tiene su especifidad determinada por los profesores). Luego se les realiza una entrevista sobre sus motivaciones donde deben contar por qué quieren venir al festival y qué significa para ellos.
Además, se les explican las reglas del certamen: “En el festival no se pueden consumir ni drogas ni alcohol y somos súper estrictas con eso. Es como un retiro o una concentración para atletas de élite, solo que son músicos de elite. Ellos reciben una beca completa, no tienen que pagar nada durante su estadía, pero estas son las reglas. Además, se trata de un asunto de seguridad, estamos a 3000 metros de altura y no queremos accidentes”, dice la directora de orquesta y violinista.
Le gusta recordar una anécdota que tuvo lugar la primera edición de PortilloFest en enero de 2020. Al llegar los estudiantes, tuvieron la primera reunión informativa donde se les recuerdan los reglamentos, uno de ellos es que pueden practicar con sus instrumentos en sus respectivas habitaciones sólo hasta las 22:00 horas, esto para no molestar a los otros huéspedes del hotel.
Pasada esa hora deben bajar al subterráneo del hotel. “Primera noche y como a las 23:30 se escucha el sonido de un corno. ¡Chuta! Salí a recordarle al alumno que no se podía y aproveché de ir a darme una vuelta. Abajo estaba todo el hotel transformado. Sky Portillo era ahora un resort de música. Fue realmente conmovedor para mí”.
Alejandra rememora la versión 2021 que por efectos de la pandemia no pudo realizarse de manera presencial pero que tuvo un inmenso despliegue online: “Fue espectacular porque pudimos abrirlo aún más al mundo”. Ella les pidió a grandes músicos que habían sido compañeros suyos en la Universidad de Michigan que se sumaran a dictar clases y por el formato fue más fácil que accedieran. También agregaron contenido extra como música y ciencia, música y física, música y medicina.
“Quedé agotada porque estaba histérica con la parte tecnológica (ríe). Armamos dos canales como de televisión con transmisión en español y en inglés. Fue muy estresante pero realmente increíble”. El 2022 decidieron no realizar el festival por razones de organización y el año pasado retomaron el modo presencial en la montaña.
Conseguir el financiamiento, admite, siempre es uno de los desafíos más difíciles, pero la situación ha ido mejorando con los años y actualmente cuentan con el apoyo de Mundo Pacífico, Fundación Ibañez Atkinson, WeWomen, Qantas y PWC, entre otros, además de donantes privados.
Al Municipal y en comunas
Durante diez días los alumnos estarán inmersos estudiando y trabajando con sus profesores. Cada noche hay distintas actividades incluidos artistas invitados. Y el fin de semana del 20 y 21 tocarán un concierto que vendría a ser una especie de ensayo general para las dos funciones que presentarán el lunes 22 y martes 23 a las 20:00 horas en el Teatro Municipal de Santiago.
Alejandra llama a los espectáculos de cierre de esta temporada “conciertos collage” porque estrenarán un formato inédito e innovador con momentos de orquesta y también grupos de cámara. La idea, dice, es compartir la experiencia con el público, recaudar fondos a través de la venta de entradas y además invitar a las personas a subir a Portillo a presenciar el trabajo del festival en su próxima edición, porque esos días las puertas del hotel están abiertas para quienes visitarlo, ya sea un paseo por el día como una estadía más larga.
“A nosotros nos interesa realmente que la gente sienta que puede subir y ser parte del festival, aunque sea por unas horas. Ya lo hemos vivido y ha sido fascinante”.
Como parte de la programación también está Portillo en los territorios con actividades y conciertos en comunas cercanas, como Los Andes, Calle Larga, San Esteban, Catemu y Til Til. Y también una presentación en La Pintana. “Se trata de expandir el festival a estas localidades y llegar a más gente”, afirma.
Desde el podio
-Te ha tocado marcar varios hitos, como transformarte en la primera mujer chilena en dirigir la Orquesta Filarmónica de Santiago. ¿Cómo ha sido eso para ti?
"No es prioridad en mi cabeza cuando estoy trabajando, pero cuando pasa digo “Wow, qué impresionante”. Me siento agradecida de las oportunidades que la vida me va poniendo al frente. Lo más importante es tener la mejor preparación posible y esperar que todo se conjugue. Cuando tú vas a dirigir a una orquesta como invitado hay muchos factores que entran en juego, desde tu preparación hasta la química que hay entre el director y la orquesta. Las dos veces que me ha tocado dirigir la Filarmónica, han sido realmente momentos muy especiales que los atesoro mucho. Es sentir que estamos creando algo juntos, un propósito mayor que yo y la orquesta".
-Has hablado también sobre la importancia de los referentes femeninos. Ahora eres tú como quien lleva la batuta, ¿cómo vives la misión de inspirar a otras mujeres a que se abran un camino en la música?
"He sido referente y siento una gran responsabilidad. De hecho, uno de mis grandes proyectos – también junto a Fanjul&Ward- es el Hub de directoras mujeres. Hay tanta mujer increíble, en todos los ámbitos. Y ahora hay que darles visibilidad".
-Hasta hace poco la figura del director de orquesta era el estereotipo de un caballero blanco de cierta edad? ¿Crees tú que en los últimos años se ha ido rompiendo ese molde?
“Sí, muchísimo. Y de hecho desde la pandemia yo creo que ha habido un cambio drástico en el tema. Ha sido realmente increíble. Ahora escuchas todo el tiempo: “tal orquesta tiene nueva directora mujer. Es realmente inspirador”.
El HUB para directoras
“Una parte de ser director de orquesta es que te haces mejor al practicar. Es como ser tenista. Mientras más juegas, más te sueltas. Y si te toca jugar con un top ten entonces saca lo mejor de ti. Aquí pasa lo mismo. Mientras más cancha tú tienes dirigiendo orquestas, más libre te vas a sentir”, así explica Alejandra el propósito del taller intensivo de cinco días para directoras de orquesta, que lideró en noviembre.
La iniciativa consiste en un workshop con mentorías e instancias donde puedan trabajar todas juntas, potenciar sus aprendizajes, colaborar entre sí y formar una comunidad. “Les voy enseñando: ´observa tu postura’ ¿Qué estás haciendo con esta mano? Son muchas las aristas”, ejemplifica Urrutia.
Además de las clases de dirección orquestal, se imparte coaching, construcción de la marca personal y más. En la temporada que tuvo lugar en noviembre pasado fueron invitadas a participar las directoras de la Orquesta de Cámara del Municipal de Santiago, de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Concepción, Orquesta Filarmónica de Temuco, Orquesta Sinfónica de Ñuble y Orquesta Filarmónica de los Ríos.
Lo novedoso de este HUB, agrega la directora, es que termina con un concierto para que ellas muestren lo aprendido. Así van dirigiendo una detrás de otra, frente a la Orquesta de Cámara del Teatro Municipal.
MAS: Los nuevos rockstars
A principio y a fines de 2023 se estrenaron dos películas cuya figura central son directores de orquesta. La primera de ellas fue Tár, cinta dirigida por Todd Field y protagonizada por Cate Blanchett (se puede ver en HBO Max) y recientemente Maestro (Netflix), con dirección y rol protagónico de Bradley Cooper interpretando al célebre director Leonard Bernstein y la relación con su mujer Felicia Morales.
-¿Son los directores de orquesta los nuevos rockstars?
"Yo creo que sí y es fantástico. Le hace súper bien a la música clásica y a todo nuestro nuestro ambiente musical. En el caso de Tár no estoy de acuerdo con esta idea de que una mujer con poder se va a comportar de la misma manera que un hombre. O sea, puede ser y puede no ser. Me molestó ese enfoque".
-¿Y Maestro qué te pareció? ¿Es Bernstein una figura importante para ti?
"Yo me esperaba que se iban a enfocar más en él como artista multifacético, no solo director de orquesta. Fue un hombre brillante, con una mente increíble: compositor, director, pianista, escritor. Tenía una capacidad de creación infinita y eso casi lo superaba, como muestra la película. Pero me gustó conocer más de su esposa, que además era chilena".