Cultura
Cecilia Puga, directora del Precolombino: “No podemos ponerle una lápida encima al museo”
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“Celebramos por estos 40 años y por los 40 que vendrán”, dice la arquitecta Cecilia Puga, directora del museo desde hace un año. Su relación con el Precolombino es antigua.
Tanto así que fue su abuelo, el arquitecto Sergio Larraín García-Moreno, quien fundó el museo hace 40 años tras donar más de mil piezas de su colección personal. Pero además ha estado directamente vinculada a la institución durante las últimas dos décadas, como parte del Comité ejecutivo de la Fundación Familia Larraín Echeñique, y apoyando la gestión de Carlos Aldunate, su director desde la fundación.
Que ella asumiera como directora, cuenta, tuvo que ver con un afán de continuidad y atendiendo al momento: “Interrumpimos el proceso de búsqueda porque no estábamos en condiciones de contratar a un nuevo director y decidimos que alguien interno se hiciera cargo. Fue lo que tocó y estoy muy contenta. Ha sido interesante, porque con crisis o sin crisis, este un espacio sumamente estimulante y vigente”.
Cecilia habla con DF MAS desde su oficina. Es martes por la mañana y al día siguiente se inaugura 40 años, 40 siglos. Cosas que cuentan. La muestra, dice, fue posible gracias al apoyo público privado del Ministerio de las Culturas, la Municipalidad de Santiago, Escondida-BHP y la Ley de Donaciones Culturales.
Se trata de una exposición única, enfatiza la profesional también responsable de la remodelación del Palacio Pereira, tanto por el aniversario como por el original montaje a cargo del destacado arquitecto Smiljan Radic y el diseñador Gonzalo Puga (Radic también estuvo a cargo de la sala Chile antes de Chile del Precolombino, inaugurada en 2014).
40 años… mostrará 188 piezas, algunas de ellas nunca antes exhibidas, y que representan parte de la colección que suma más de 11 mil objetos donados a lo largo de estas cuatro décadas por distintas personas, familias y fundaciones.
“La exposición habla de cómo estas piezas sueltas provenientes del mundo privado se integran a un contexto público. Representan diversas culturas, geografías y momentos de América. Hablan de nuestro pasado, pero también de nuestro presente”.
Las piezas seleccionadas están dispuestas sobre mesones de nogal y la idea es que el visitante pueda recorrerlas libremente sin una jerarquía dominante impuesta por la institución. Se proponen tres rutas: Tecnologías del deseo, Juego de las identidades y Seres extraordinarios.
Cosas que cuentan
“Estamos a cargo de una colección que contiene 40 mil años de identidad latinoamericana. Celebramos desde esa perspectiva: confiamos en que Chile ha llegado a una madurez suficiente como para entender que un proyecto de esta envergadura no se puede poner en riesgo por dos años de pandemia. No podemos ponerle una lápida encima al museo por circunstancias coyunturales. Confiamos que así será, otro escenario es demasiado difícil de asumir”.
Cecilia Puga se refiere a la profunda crisis presupuestaria del museo. Hasta hace dos años el Precolombino generaba el 40% de sus ingresos principalmente por concepto de venta de entradas. Era uno de los museos más visitados del país, con gran flujo de colegios y turistas. De hecho, en 2018 alcanzó la mayor cifra de su historia en cuanto a asistencia de público con más de 180.000 personas.
El estallido complicó las visitas del último trimestre de 2019 y la llegada de la pandemia obligó a cerrar sus puertas. Por ende, perdieron ese 40%. El 60% restante de su financiamiento proviene, en iguales porcentajes, de la Municipalidad de Santiago y del Ministerio de las Culturas, además del aporte de empresas privadas o públicas para las exhibiciones.
Durante este tiempo han tenido que rebajar el 30% de la planilla de gastos, lo cual significó reducción de personal y cierre temporal de la mayoría de sus salas. Mantuvieron el equipo mínimo que requiere el funcionamiento y la mantención de la plataforma online, señala Puga.
Se muestra confiada en que este momento duro pasará; sin embargo, comparte su preocupación. Cuenta que se reunió con la nueva alcaldesa Irací Hassler y el encargado de Patrimonio del municipio, Ángel Cabeza: “Tuvimos una reunión muy cordial, pero desgraciadamente con algunos anuncios no muy felices, que esperamos puedan ser revertidos. Se nos comunicó que eventualmente habría una rebaja en la subvención municipal”.
La directora señala que este no es el primer momento difícil que atraviesan como museo, pero que siempre han contado con el compromiso de la alcaldía y que un recorte, en este momento en que no han recuperado el 40% de autofinanciamiento, podría hacer peligrar su continuidad.
“Es una situación extremadamente dramática y así se los hemos hecho ver”. Puga insiste que se trata de un déficit coyuntural y que una vez que se reestablezca la normalidad, el museo recuperará la exitosa gestión que le ha significado aplausos internacionales. “Son 40 siglos de colección. Si el museo se desarma y esas piezas se dispersan, Chile nunca más tendrá la posibilidad de conocer la América precolombina”, dice.
Recalca que la institución tiene un estándar de excelencia internacional y que cuenta con programas de educación, extensión y publicaciones, creados para el 90% de los chilenos que no tiene la posibilidad de viajar a visitar museos de estas características en otros países como Perú o México.
“Trabajamos para el público general, no para las elites. Tenemos la misión de defender el museo. Estamos seguros de que cuando se abran las fronteras vamos a poder recuperar nuestro 40%, pero necesitamos pasar este momento dramático con el apoyo de nuestros sostenedores, no tenemos posibilidad de hacerlo sin ellos. El patrimonio requiere compromisos de largo plazo, la Municipalidad y el Ministerio así lo han entendido durante estos 40 años. Esperamos eso no cambie”.
La directora del museo frente a una escultura que retrata a su abuela Mercedes Echeñique de Larraín.
Hacia adelante
Cecilia menciona que en 2019 encargaron una medición de impacto a Credicorp Capital, el cual estimó que el Precolombino cuadruplicaba la inversión pública en relación a los servicios que proporciona.
“Hay que tener ojo al calcular el impacto que tiene desvestir a un santo tan eficiente y relevante para el Chile de hoy. Especialmente cuando los pueblos originarios han logrado defender el lugar que merecen en nuestra cultura mestiza, plural y diversa. Así lo vemos en la Convención Constituyente”.
La directora se explaya sobre este punto: “La colección del museo muestra culturas que siguen vivas, constituyen nuestra identidad y permiten mirarnos con mayor generosidad para entender la riqueza de la diversidad”.
Completa la muestra de aniversario, Voces que cuentan, actividad mensual donde representantes de pueblos originarios -poetas, artistas, historiadores y más- irán abriendo maneras de entender las rutas de la muestra a través de lecturas.
El exdirector Carlos Aldunate se ha mantenido al pie del caballo, afirma Puga. Luego de dejar la dirección del museo, asumió la presidencia de la fundación: “Estos 40 años están íntimamente relacionados con su gestión. El Precolombino se debe 100% a la visión de Carlos y su fiel equipo”.
A pesar del nublado horizonte, Cecilia se entusiasma al hablar del futuro. Menciona al equipo que entró al museo tras el cambio de dirección, como el nuevo curador jefe, el arqueólogo Benjamín Ballester.
También se refiere al Plan Santiago: “Hay un nuevo museo que se empieza a conformar; buscamos generar una relación con los barrios, las comunidades, las juntas de vecinos, el público, la filantropía. La institución tiene que reestructurarse incorporando otros saberes tan ricos como los que vienen del mundo de la academia. Hay una perspectiva nueva, estamos aprendiendo. Seguimos llenos de energía, pasión, compromiso. No nos han derrotado”.