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Cultura

El Crowne Plaza se levanta tras el impacto de la pandemia y el estallido social

El Crowne Plaza se levanta tras el impacto de la pandemia y el estallido social

El hotel Crowne Plaza Santiago y la galería Plaza se convirtieron en uno de los símbolos de la destrucción del estallido social. Hoy, a casi tres años de aquellos episodios, empiezan a levantarse. De 130 locales del centro comercial, ya hay 60 ocupados y cada mes se abren entre una y más tiendas. El Crowne Plaza, en tanto, reabrió sus puertas a público el 10 de mayo pasado. Ya tiene habilitadas 180 de las 291 habitaciones, cinco de los 11 salones, su restaurante Urbano 136, el bar Trafalgar, el gimnasio y ha cambiado su foco desde los eventos masivos a los matrimonios.

Por: Antonieta de la Fuente | Publicado: Sábado 20 de agosto de 2022 a las 21:00
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El luthier Lino Ruiz nunca olvidará los días de violencia que vivió defendiendo su local y los de sus vecinos en la galería Plaza durante el estallido de 2019. Después de varios días de vandalismo y barricadas en el sector de Plaza Italia, los ataques llegaron hasta el centro comercial, ubicado a los costados del hotel Crowne Plaza, y conocido por ser el epicentro de las tiendas de música de la capital.

Destruyeron ventanales, instrumentos musicales, parlantes, máquinas de coser y mobiliario. No hubo compasión por el trabajo de distintas pymes, la mayoría dedicadas a la música.

 

“Yo fui uno de los siete u ocho que siempre estuvimos aquí. Vivo al frente y nos quedábamos y en las noches o veníamos cuando el guardia nos necesitaba. Hubo momentos críticos, al principio golpeteos, después querían entrar, quemar y saquear y siempre cambiaban de estrategia. Un día se metían a un local, después querían abrir un hoyo en la pared. Tuvimos que poner barricadas adentro, vallas papales, que nos sirvieron de resguardo para convencer a la turba para que no avanzara”, cuenta Lino, dueño de la tienda Ruiz Custom Guitars. 

En el hotel Crowne Plaza, las turbas llegaron hasta la entrada e intentaron prender fuego. Pese a que reforzaron el perímetro, donde hasta el día de hoy hay un muro de color crema que se cierra durante las noches, e instalaron rejas en ventanas y puertas, no les quedó más remedio que cerrar el 28 de octubre de 2019. 

Así estuvieron hasta el 6 de abril de 2021, cuando el recinto volvió a abrir sus puertas, pero como residencia sanitaria, condición que mantuvieron hasta el 30 de abril de este año.  

En la galería de instrumentos musicales, los locales se fueron cerrando poco a poco y la mayoría optó por cambiarse a lugares más seguros en la capital, como el Omnium de Apoquindo, donde hoy operan varias de las tiendas que dejaron el centro.

Pero hubo un grupo de vecinos que resistió y nunca cerró, entre ellos Lino Ruiz y Marcela Bravo, dueña del minimarket de la galería. Hoy ambos son vicepresidenta y presidente de la Asociación Gremial de Galerías Crowne Plaza, organización que crearon para hacer frente a los desafíos que enfrentan tras los destrozos. 

Han pasado dos años y 10 meses de aquellos episodios y aunque por fuera se mantienen los grafittis y los muros de fierro, por dentro, tanto el hotel como la galería ya empiezan a volver a la vida. El 10 de mayo pasado, con el hashtag #hemosvuelto el Crowne Plaza abrió definitivamente sus puertas. Ese día, el gimnasio, el bar Trafalgar, el restaurante Urbano 136 y nueve de los 11 salones, empezaron a funcionar. 

Jueves de música

Marco Silva siempre quiso tener una tienda en la galería del Crowne Plaza. En 2019 surgió la oportunidad y el día antes del estallido social estaba listo para firmar. Solo el derecho a llave bordeaba los $ 3 millones, porque encontrar un local vacío entre los 130 que componen el centro comercial no era fácil. Por las cosas de la vida, el trámite se atrasó y justo ocurrió la revuelta. 

En marzo pasado Marco cumplió su sueño. Se instaló en la galería sur con su tienda Affinity, donde vende instrumentos, conversa con los clientes y aprovecha de tocar junto a sus socios. Ellos son parte de la banda que todos los jueves toca rock de los años ‘80 y música latina en el bar Trafalgar del hotel Crowne Plaza. 

Fue en un evento en abril en la mitad de la galería, cuando Marco sacó sus instrumentos al pasillo y montó un recital improvisado, que el gerente general del hotel, Leandro Bertolotto, les pidió si podían tocar en el bar. Hasta allá llegan todas las semanas los antiguos parroquianos que frecuentaban el hotel y que han regresado de a poco. 

Si antes en el hotel, eran los eventos masivos corporativos los que marcaban pauta, hoy son los matrimonios los que llevan la delantera. Ya tienen varios agendados hasta marzo. Se trata de un área nueva, que inauguraron justo antes del estallido social y que ahora es uno de los fuertes entre las actividades del recinto.

También ha cambiado el perfil de los clientes. Vivian Torres, directora de Ventas&Marketing, explica que previo al estallido y la pandemia, eran visitantes internacionales, sobre todo asiáticos y europeos, además de ejecutivos de empresas, los que reservaban sus habitaciones; hoy son principalmente personas de regiones que prefieren un alojamiento cerca del centro cuando visitan la capital.

Eso sí, esperan que vuelvan a llegar los visitantes foráneos hacia fin de año, ahora que se flexibilizaron las medidas de entrada al país sin la necesidad de homologación de vacunas para extranjeros. 

De las 291 habitaciones, hoy hay 180 que están habilitadas y del edificio de 22 pisos, está clausurado desde el 9 hacia arriba. De los 11 salones, hoy están funcionando cinco. Torres explica que el plan es abrir esos espacios en 2023. 

Otro de los planes en compás de espera es la remodelación de la fachada. Sacar el muro beige que hoy día protege el hotel de la calle e instalar rejas que dejen mirar hacia el interior y cambiar las jardineras y hacer un nuevo paisajismo, es parte del proyecto que debe ser aprobado por la dirección del hotel, que depende de la sociedad Inversiones Hoteleras Holding SpA (IHH) (ver recuadro).

El recambio

El regreso de los locatarios de la galería ha sido lento, pero continuado. Marcela Bravo, presidenta de la AG, explica que cada mes se abre entre uno y dos locales nuevos. Pero no todos son tiendas antiguas. Muchos músicos que trabajan desde sus casas, vendiendo, construyendo o reparando instrumentos, vieron una oportunidad tras la caída de los precios. “Si antes los valores de arriendo partían en 700 a 800 mil pesos, hoy van desde 200 mil pesos”, dice Bravo. 

Otro cambio que está ocurriendo post pandemia, es que varios de los locales hoy funcionan como bodega de tiendas que prefirieron mutar hacia la venta online, en vez de la atención directa a público. 

Gracias a que se organizaron a través de una asociación gremial, los locatarios han podido acceder a fondos de Sercotec y actualmente están en conversaciones con el gobierno de Gabriel Boric para acceder a nuevas ayudas. También han recibido aportes de Desafío Levantemos Chile.

Aunque entre los locatarios se comenta que las grandes tiendas podrían volver, el gerente general de Casa Amarilla, Vicente Martínez, cuenta que si bien tienen la intención de regresar, todavía no está claro.

“En junio fui a ver cómo estaba la tienda, pero con la vuelta a clases de los colegios y la violencia que ha habido en algunos, decidimos que era mejor esperar. Lo vamos viendo todos los meses, en septiembre, post plebiscito, queremos ver cómo funciona el Crowne. Me encantaría abrir en diciembre, personalmente me encanta ese lugar, pero depende de cómo avance todo”, dice. 

“Este centro comercial tiene una historia de más de 40 años, hay gente acá que lleva más de 30 años trabajando en el rubro de la música. Este es un hito de la música, no lo abandonamos y logramos mantener el movimiento con los pocos tratando de que vuelva de a poco el público. Por eso nunca cerramos”, añade Marcela Bravo.


Los dueños

El Hotel Crowne Plaza es propiedad de la sociedad Inversiones Hoteleras Holding Spa (IHH) que, a su vez, es parte del fondo Inversiones Hoteleras, gestionado por LarrainVial Administradora General de Fondos. La sociedad además es propietaria de los hoteles Ritz, Intercontinental y Sheraton.

Los años de pandemia han sido duros para IHH. De hecho, la sociedad cerró 2021 con patrimonio negativo y en abril pasado decidió castigar el 100% de su inversión, la que hoy depende de que aumente sus ingresos. Y aunque al cierre del primer trimestre de este año, mostró cierta recuperación y cerró con números azules, los hoteles Crowne Plaza y Sheraton siguieron registrando pérdidas, según los registros contables. Los resultados al cierre del primer semestre todavía no son públicos.

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