La historia de la Comandante Tamara parece de ficción. Cecilia Magni fue la única mujer que formó parte de la directiva del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. La joven de clase alta, hija de un acomodado empresario, estudió en el colegio The Grange y luego entró a Sociología en la Universidad de Chile.

Ahí conoció otras realidades muy distintas a la suya y se movilizó en oposición a la dictadura. Cambió. Entró a las Juventudes Comunistas y se adentró en la literatura marxista. Se casó con Rafael Walker, también militante comunista, y tuvieron una hija, Camila. Su anhelo por derrocar al régimen la transformó en Tamara (chapa inspirada en la guerrillera argentina Tamara Bunke), una de las líderes del entonces naciente FPMR, grupo que llevaría a cabo acciones terroristas.

Magni cortó radicalmente con su vida anterior, y los años siguientes los pasó entrando y saliendo de la clandestinidad: a su hija y a su familia los visitó de manera intermitente. Fue parte del fallido atentado a Pinochet en la Cuesta del Melocotón en 1986, donde resultaron muertos cinco escoltas.

Dos años después, en octubre del 88, y tras haber perpetrado una serie de asaltos en Los Queñes, que terminaron con un carabinero asesinado, su cuerpo y el de su pareja, comandante Rodrigo, uno de los alias del frentista Raúl Pellegrin, aparecieron en el río Tinguiririca con signos de haber sido torturados. Tenía 31 años.

Mariana di Girolamo interpretando a la Comandante Tamara

La memoria avanza y retrocede
Vencer o morir trabajó esta historia que se estrenará el 18 de octubre en la plataforma Prime Video. Su creadora y showrunner es Josefina Fernández, periodista que arrancó su carrera en el canal Rock&Pop y trabajó en varios medios de comunicación; digitales como el ya desaparecido El Sitio o tradicionales como revista Qué Pasa. 

Muy amiga de Pablo Illanes, con quien fue compañera en Periodismo de la Universidad Diego Portales, empezó a trabajar con él como guionista y en 2004 tomó un curso de guiones en la Universidad Complutense de Madrid. Junto a Illanes escribió grandes éxitos televisivos, como las teleseries nocturnas Alguien te mira y ¿Dónde está Elisa?, de TVN, también las primeras temporadas de la serie de acción Prófugos, primera producción original de HBO en Chile.

Pasó por Chilevisión donde trabajó en el equipo de guiones de Coca Gómez, escribiendo Mujeres de lujo. Volvió al canal estatal y en 2011 creó la idea original y fue jefa de guiones de Los archivos del Cardenal, serie emitida por TVN y basada en los trabajos de la defensoría de derechos humanos de la Vicaría de la Solidaridad durante la dictadura. Una historia cercana para ella, ya que su padre fue abogado de esta organización.

También trabajó en Mega, donde nuevamente junto a Illanes escribieron la telenovela Perdona nuestros pecados en 2017. Ese mismo año se estrenó 62: Historia de un Mundial, serie escrita y producida por ella junto a Mauricio Dupuis, quien además es su pareja y padre de sus mellizos. Su último trabajo televisivo fue Dime con quién andas, teleserie que emitió Chilevisión el año pasado.

De alguna manera, Vencer o morir se puede interpretar como una continuación de Los archivos del Cardenal, afirma Josefina. “Es algo que se da naturalmente en mí como un interés de revisar el pasado desde distintos puntos de vista. Son hechos que creo relevante visitar, y hacerlo desde la perspectiva de una mujer me pareció atractivo. Cecilia Magni fue realmente un personaje que parecería inventado. Una mujer que en una época en que éstas escasamente se metían en política, dejó todo. Literalmente de armas tomar. Todas las figuras de la resistencia latinoamericana son hombres”, comenta. 

La guionista plantea que el cine o las series son un lugar desde donde se puede hacer memoria sin dejar de lado la misión de entretener: “La ficción es una especie de memoria colectiva en que cada uno aporta lo que siente”.

La memoria no avanza de manera lineal, “va y vuelve”, sostiene respecto del ánimo de reflexión que se dio en el país cuando se cumplieron los 40 años del Golpe, en comparación con el clima más reñido que se vivió el año pasado con ocasión de la conmemoración del medio siglo.

“Uno pensaría que mientras más pasa el tiempo, más se establecen ciertos parámetros, pero uno se encuentra con que la historia se va cuestionando. Por eso siempre es bueno volver a visitarla o contar realidades desde una perspectiva distinta para que la gente se interese y también ser vehículo de entretención. La ficción no pretende dar clases de Historia, para nada. Es una interpretación, aunque sea para poner temas de conversación”, acota. 

- ¿Cómo se maneja el desafío de contar hechos históricos que involucran dramas nacionales e historias personales de manera entretenida pero sin caer en la frivolización? 
- Uno habla de entretenimiento, pero en realidad se busca un enganche emocional con una historia basada en hechos reales. Es muy importante que exista conexión con los personajes, que haya emoción y eso no es banalizar una historia, simplemente es contarla desde un punto de vista que conecte con la audiencia y que eso traiga todo lo demás, aunque sean cuestionamientos. Es parte de la conversación y está bien que se dé. Es mejor hablar las cosas que no hablarlas.

Acción e investigación
A pesar de ser una buena conocedora de la historia política de Chile, Fernández no se consideraba una experta en el FPMR y junto a Mauricio Dupuis, cocreador de la serie, llevó adelante una completa investigación que involucró un montón de literatura, pero también entrevistas con la familia de Cecilia Magni.

“Ellos nos abrieron su intimidad y fue un proceso de conocer nuevas cosas de ella, de su relación con su familia, con su hermana, que a pesar de que tenían posiciones políticas distintas, nunca dejó de apoyarla. Hay mucho detalle emocional que tratamos de plasmar lo mejor posible en un guion que además se entrelaza con una historia de acción”, comenta. 

En Vencer o morir hay acción, sin duda. Explosiones, persecuciones, disparos, muerte. “Una de las cosas que queríamos transmitir es que los frentistas eran muy jóvenes y que en un inicio todo lo hicieron guiados más que nada por el impulso. Por un idealismo rayando en la locura”, concluye Josefina.

La serie se centra sólo en los inicios de la organización guerrillera, entre 1983 y 1988, el tiempo en que Tamara fue parte de ella. Para dar con más detalles de esos años se entrevistaron también con exfrentistas.  

Después de investigar y escribir, Prime Video le dio luz verde al proyecto que se filmó entre fines de 2021 y principios de 2022. Los protagonistas son Mariana di Girolamo como Tamara y el actor uruguayo Nicolás Furtado, reconocido por su rol de Diosito en El marginal, interpretando al comandante Rodrigo.

La decisión de fichar a Furtado pasa en parte por la intención de que la serie traspase las fronteras chilenas y llegue a la audiencia latinoamericana. Actúan también Mario Horton, Gabriel Urzúa, Pedro Campos, Pedro Fontaine, Andrew Bargsted, Cristián Campos y Tamara Acosta, entre otros. 

La música también es un componente importante. Cada canción fue elegida con pinzas y la labor de conseguir las licencias, ardua. La serie cuenta con música original de Carlos Cabezas y la canción principal es una versión de Por quien merece amor de Silvio Rodríguez interpretada por la cantante puertorriqueña iLe.

Sin buenos ni malos

Camila Misas lidera el equipo de contenidos originales para Chile, Colombia, Argentina y Brasil en Amazon Studios. Fue una pieza clave en la producción de la serie que estuvo a cargo de la productora Parox y se refiere también al desafío de contar historias locales a grandes audiencias:

“Como productores, ejecutivos o guionistas, nuestro principal objetivo siempre es entretener. Queremos que a la gente le quede algo de la historia a través de una emoción, de un sentimiento, siempre estamos pendientes de cómo contar”.

Camila Misas, de Amazon Studios.

Misas es colombiana, lleva cinco años en Amazon y ésta no es su primera producción basada en hechos reales, cuenta. Estuvo directamente involucrada en Noticia de un secuestro, serie dirigida por el realizador chileno Andrés Wood: “Fue una época muy violenta en Colombia donde había secuestros masivos como el que narra la historia de García Márquez. Pienso que a pesar de ser una trama muy dura, que cuenta un tema álgido, la intención era mantener el entretenimiento, no entendido como risa sino como conexión emocional con la audiencia”.

Cita también el caso de Argentina, 1985, película sobre los juicios a la cúpula militar de la dictadura en el país vecino cuya productora es la chilena Javiera Balmaceda, Head of Local Originals, para Latinoamérica, Canadá y Australia de Amazon Studios:

“Pienso que hubiera sido una película muy distinta sin la idea de hacerla entretenida y que llegara a una audiencia amplia. Habría sido otra película más de nicho sin el impacto global que alcanzó. Nuestro propósito no es hacer una apología de los hechos históricos, sino contarlos. En ningún show, ni particularmente en Vencer o morir, pretendemos decir quiénes eran los buenos o los malos, el espectador es finalmente quien sacará sus propias conclusiones”.