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Cultura

Un nuevo espacio multidisciplinario en el corazón de Parque Bustamante

Un nuevo espacio multidisciplinario en el corazón de Parque Bustamante

Tomar un helado, comprar un libro, escuchar música en vivo, trabajar, participar de una reunión, visitar una exposición de arte o comerse un sándwich. Todas estas actividades en un mismo lugar es lo que ofrece Espacio Bustamante.

Por: Sofía García-Huidobro | Publicado: Jueves 14 de abril de 2022 a las 12:31
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“Este proyecto es una locura de pandemia”, cuentan los socios Eduardo Cancino y Nicolas Maur, fundadores de este nuevo espacio cultural ubicado en un edificio de la calle Ramón Carnicer 65, frente al Parque Bustamante, y que abrió sus puertas a mediados de diciembre.

Están sentados en la Sala Azul del primer piso. Se llama así porque el lugar, que a la hora de almuerzo tiene mesas de trabajo y/o almuerzo, está rodeado en una cortina azul brillante que por la noche envuelve los muros hasta en 360° y se convierte en sala de música.

Previo a la concepción de este proyecto, nacido desde el confinamiento impuesto por la pandemia, está el dato de que el edificio se encuentra en la denominada zona cero, que sufrió los estragos más intensos del estallido social –entre finales del 2019 y comienzos del 2020–, y a pasos del destruido Café Literario de Bustamante.

La gente nos pregunta por qué ahí o si nos da miedo. Esto es sin miedo. Vimos la oportunidad y pensamos ‘o nos quedamos paralizados o efectivamente hacemos cosas’. Hay un espíritu genuino volcado acá. Queremos que confluyan distintos elementos al mismo tiempo”, dice Cancino.

La mayoría de quienes frecuentan el lugar son vecinos del barrio y que están entusiasmados con la aparición de espacios que recuperen esta zona. Los viernes, cuentan, el conflicto se concentra en Baquedano o se traslada hacia Lastarria y Bellavista.

Puede haber enfrentamiento entre la policía y los manifestantes a dos cuadras, y acá en el parque hay gente haciendo yoga y nosotros abiertos. Es muy extraño”, comenta Maur. Aunque tienen protocolos de seguridad, no han necesitado implementarlos.

Nunca han cerrado, abren de lunes a domingo, y los días de semana a partir de las 07:30 am.

Los socios Eduardo Cancino y Nicolas Maur.

Curatoria integral
Eduardo Cancino es arquitecto y trabaja en Grupo Gibraltar. Ahí conoció a Nicolas Maur, ingeniero y asesor de gestión y planificación de empresas, con quien compartía intereses como la música, el arte y la literatura. No han dejado detalle al azar, hasta la taza en que se sirve el café fue especialmente elegida y conversaron con la ceramista sobre el diseño que se imaginaban.

El actual edificio es la unión, realizada con anterioridad, de una vivienda familiar de dos pisos y una construcción de cuatro pisos, ambas de la década del 30. En total suman unos 1.500 metros cuadrados y en el primer nivel se encuentra la cafetería y librería Feras, el espacio multimedial Sala Azul y el cowork Selva, con un área compartida y dos salas de reuniones. Por un costado, además, se accede a la sala de exhibición OMA Art Gallery (ver recuadro).

Los pisos superiores, que estarán completamente destinados a cowork, aún se encuentran en obra. En mayo habilitarán el segundo, y luego el tercero y el cuarto, de aquí a final de año. Arquitectónicamente el proyecto busca rescatar y poner en valor la estructura original del inmueble, dejando zonas con ladrillos a la vista, mostrando capas de materialidades que forman parte de su historia.

Ellos son los curadores generales de lo que acontece en Espacio Bustamante, pero cuentan con asociados para los respectivos sectores. Por ejemplo, el catálogo de los títulos que se encuentran en la librería lo realizan en conjunto con Javier Méndez, y él, como asociado, se encarga de la relación con las editoriales. La selección pasa por ediciones de humanidades, ciencias sociales, filosofía, historia, narrativa contemporánea, poesía y algunos clásicos.

Hay especial presencia de editoriales chilenas independientes, incluso con ejemplares hechos a mano, pero también se encuentran títulos de Anagrama o Penguin Random House, entre otras editoriales grandes.

José Manuel Belmar es el director de OMA y quien lleva la relación directa con los artistas y el montaje de las exposiciones, pero también existe un diálogo permanente con Cancino y Maur. “No es ánimo de control, todo lo contrario, se trata de participar y darle una orientación al espacio en su conjunto. No es que tengamos un comité curatorial, pero instintivamente hemos tendido hilos que hacen sentido”, afirman los socios.

También hay comida: ofrecen sándwiches, ensaladas, quiches y algunos platos, todos con productos de primera calidad. Para los conciertos hay una modalidad de ticket que incluye comida y bebida.

Actividades varias
¿Qué hace este lugar distinto de otros? “Por un lado, está la mezcla de arte, cultura y trabajo colaborativo, y también consonancia con los nuevos tiempos, entendiendo cómo han cambiado los espacios de trabajo. Se trata de la experiencia de escuchar música, buscar un libro, instalarte a trabajar o comer algo, en un mismo lugar”.

El calendario de la Sala Azul indica que el 19 de abril a las 20:00 horas se presenta Cuarteto Austral, grupo de música clásica contemporánea; al día siguiente Gustavo López con música flamenca, el viernes 22 es el turno de Mauricio Gallardo Cuarteto de jazz, y siguen las presentaciones durante el resto del mes.

Además de la música en vivo, hay programados lanzamientos de libros e inauguración de exposiciones, eventos a los cuales piensan sumar otras actividades como exhibición de películas. Los socios mencionan también el Taller Vino y dibujó a cargo del artista Azul Arraigo, que, como indica su nombre, se trata de una sesión de dibujo mientras se comparte un vino.

El domingo 27 de abril tendrá lugar el Taller bitcoin, en el que el cientista político, especialista en bitcoin y educación financiera, Pedro Solimano, se referirá a la revolución tecnológica del dinero. “Ahí se empieza a cruzar emprendimiento y cultura. Solimano nos propuso hacer el taller porque venía a tomar café. Estamos muy abiertos a crear comunidad”, dice Cancino.

Membresía y escalabilidad
El proyecto que, en palabras de sus socios, ahora recae sobre sus hombros y bolsillos, también tiene una perspectiva de negocio. Aunque van a “empezar a navegar las aguas de los fondos” –mencionan uno de la Municipalidad de Providencia y otro de Sercotec–, el desafío es generar membresías. Que quienes se instalen a trabajar ahí se animen a inscribirse y disfrutar de los beneficios del espacio de cowork.

La oferta de membresía es de $99.000 con IVA y eso incluye un 10% de descuento en el servicio de cafetería, uso de un espacio exclusivo para miembros, salas de reunión privadas y un sistema de crédito para otros servicios anexos. Por el barrio no hay oferta equivalente, dicen, y esperan posicionarse.

También proyectan que espacios como la cafetería y librería Feras o Selva cowork sean escalables e incluso franquiciables. La idea es que en los pisos 2, 3 y 4 se generen relaciones colaborativas entre los emprendedores, de manera que haya retroalimentación y, por qué no, proyectos en común.

Con su experiencia en gestión y planificación de empresas, Maur afirma que además podría asesorar a quienes lo requieran. “Muchas veces hay buenas ideas y problemas que no son difíciles de atender. Podría ser un plus que aquí puedan construir sus sueños o proyectos”.


Experiencia OMA
La galería de arte fue el primero de los espacios en activarse, en septiembre de 2021. José Manuel Belmar, director de OMA Art Gallery, cuenta que durante la pandemia recibió la invitación a sumarse a Espacio Bustamante.

“Me resultó interesante territorialmente y por la posibilidad de generar valor simbólico. Es un orgullo estar abiertos al barrio porque no había un espacio así”, cuenta Belmar, que también es el creador de la plataforma itinerante One Moment Art.

En la antigua cochera del edificio se habilitó la sala de exposición, que además tiene un pasillo angosto y un tercer espacio. “Las exposiciones han funcionado súper bien. Algunas más minimal y otras más saturadas”, menciona.

Nicolás Franco, Francisca Eluchans, Bárbara Oettinger, son algunos de los artistas que han expuesto en el lugar. Este jueves se acabó la muestra “500 días del año”, de Sebastián Espejo y Gabriel Holzapfel.

El sábado 23 de abril se inaugura la exposición de José Yiza que intervendrá la galería, pero también la azotea del edificio, con una caja de luz que conversa con los clásicos carteles lumínicos de Bustamante, como el de Valdivieso.

“OMA no solo se trata de una experiencia artística, también es cultural porque se genera un diálogo con la librería, el café y la música. El ejercicio funciona”, concluye Belmar.

“De cuando aún tenía recuerdos”, de exposición de la artista Francisca Eluchans en OMA, diciembre 2021. 

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