¿La derecha se re baraja?

Esta semana 16 convencionales electos de RN, Evópoli e independientes lanzaron un nuevo colectivo, con logo incluido, como señal de distancia y separación con sus antiguos compañeros de Chile Vamos.

El nuevo grupo no solo presentará propuestas de normas constitucionales propias, independientes a las que haga la UDI y Republicanos, sino que también tratará de tender puentes con fuerzas del centro, como Independientes No Neutrales.

En palabras de una de sus integrantes, Barbara Rebolledo: “no creemos en las trincheras ni tampoco en las ideologías extremas. Lo que queremos es unirnos en este objetivo común que es sacar adelante una nueva Constitución”.

Ahora, ¿esta escisión debe entenderse como un fenómeno propio de lo que ocurre dentro de la Convención o, más bien, como un indicio de lo que luego podría suceder a nivel de coalición?

Una vez resuelta la elección presidencial, donde de acuerdo a diversas encuestas JAK obtendrá una maciza votación, puede ser posible que la UDI y Republicanos, tal como sucede hoy en la Constituyente, se abracen y formen un polo de derecha clásica.

De ser ese el caso, ¿RN y Evópoli seguirán el mismo camino que sus convencionales? Pareciera ser que la llave ya está puesta en la cerradura.

Las encuestas y el oráculo

En la actualidad no contamos con instrumentos fiables que nos permitan pronosticar, con algún grado de seguridad, cómo será el resultado de la elección presidencial.

Sin embargo, a la fecha, las principales encuestas (Cadem, Criteria, Activa y Feedback) tienen algo en común: posicionan a José Antonio Kast en el primer lugar de las preferencias. Ahora, ¿esta marcada tendencia es sinónimo de garantía?

Las encuestas han fallado consistentemente desde que se incorporó el voto voluntario al sistema electoral. De esa fecha en adelante, nadie ha sido capaz de construir un modelo que permita traducir la intención de voto en participación efectiva.

En esta ocasión, el impacto reputacional para las encuestadoras será tan polar como el escenario político: o todas triunfan junto a JAK o todas compartirán su derrota.

Serie Recomendada: “Maradona, sueño bendito”

El fútbol es una pasión que logra atravesar diferentes capas sociales, continentes y culturas. Se puede jugar con una pelota de cuero o con una pelota de papel. Se puede disputar con arcos de madera o con arcos hechos de remeras. Incluso se puede jugar sin compañeros, solo en una plaza, compitiendo contra un equipo imaginario al cual se anota un gol de volea imaginario que permite conquistar el campeonato mundial imaginario.

El fútbol está en todas partes y se expresa de todas las formas. No por nada le llaman el deporte rey. Y para una gran parte de quienes habitamos dicho reinado, el balompié tiene un dios, alguien que fue capaz de conseguir lo que nadie más logró. Y no me refiero a quien consiguió más goles, títulos y récords. De esos jugadores hemos visto varios y magníficos, como Di Stefano, Pelé, Cruyff, Platini o el gordo Ronaldo.

Por sobre ellos, hubo un jugador que fue capaz de plasmar la máxima expresión del fútbol -EL ENGAÑO- en todas las canchas donde jugó y en todas las facetas de su vida. Con sus regates engañó a cuanto rival le enfrentó y con esos mismos engaños logró burlar a la muerte en más de una ocasión.

En el campo de juego esa habilidad se transformaba en magia, mientras que en su vida privada se traducía en mentiras. Maradona fue más grande que Diego y el personaje terminó por consumir al morochito de Villa Fiorito al que los vecinos llamaban Pelusa.

Es una historia que todos conocemos pero que se experimenta con vividez en esta serie que acaba de estrenar Amazon Prime, donde la caracterización, el arte y las imágenes de archivo cumplen la función de zambullirnos en un viaje plagado de nostalgia y de muchos autogoles.