Bandeja de salida
La columna de J.J.Jinks: El experimento cubano
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En su libro Cuba: Viaje al fin de la revolución, el escritor, periodista y hoy convencional constituyente Pato Fernández muestra un fresco extraordinario de la realidad cubana muy atingente para seguir los acontecimientos actuales en la isla. El libro es muy entretenido (no es poca cosa) y tiene la particular gracia de que a través de sus páginas se transmite nítidamente el cariño que desarrolló Fernández por el país, sus ciudadanos y de alguna forma también por el proceso revolucionario. Ese trato afectuoso hacia los cubanos y su forma de vivir la realidad que les toca hace aún más evidente en el relato el fracaso estrepitoso de la dictadura de los Castro. El libro no está escrito desde la rabia ni la denuncia sino desde la total desilusión. Si no lo ha leído, ésta es una gran ocasión.
En este mundo en que todo se sabe, donde tenemos imágenes de lo que ocurre en cualquier parte del mundo en cosa de segundos es particularmente llamativo el contraste pues, en la práctica, no tenemos idea que ocurre hoy en Cuba. La historia dirá si las protestas de esta semana serán el inicio de algo más grande o simplemente serán aplastadas nuevamente por la bota militar comunista. De las pocas cosas que sabemos es que los cubanos lo están pasando entre mal y muy mal. La situación económica se ha deteriorado aún más con la pandemia y naturalmente hoy no llega ayuda de Venezuela que tiene problemas similares. Al parecer el experimento no funciona muy bien.
Son generaciones completas de cubanos que han sido condenados a la pobreza y a la falta de libertades fundamentales. El resultado es realmente desolador, pero al parecer nada es suficiente para abrir los ojos de los que ven en la revolución cubana y el comunismo una religión. Dato mata relato dicen algunos optimistas que pululan por ahí, pero la realidad muestra que el relato se sigue imponiendo en vastos sectores de la sociedad, especialmente mientras más alejados estén de las penurias cotidianas de los cubanos.
Frente a las noticias de un inicio de levantamiento popular en Cuba, ni corto ni perezoso el Partido Comunista de Chile sacó una rápida declaración apoyando a la dictadura. En otro momento esto no tendría mayor relevancia ya que estamos acostumbrados a la total obsecuencia del partido con los regímenes donde han logrado instalarse. La diferencia es que esta vez el PC cuenta con un candidato competitivo para la presidencia de la República. Hoy, tipín seis y media de la tarde, sabremos si el candidato Daniel Jadue será parte de la papeleta en noviembre y por tanto si la izquierda irá representada por un defensor de la dictadura castrista.
No deja de ser increíble que con la historia que tenemos a la vista estemos en disyuntivas como esta. La lógica dice que si bien podemos haber enloquecido un poco (o más que un poco) como país no hemos llegado al nivel de tirar todo por la borda. Lo malo es que no sería la primera vez que Chile decide ser parte de un experimento. Me bajaron los nervios, mejor voy a releer a Pato Fernández.