Bandeja de salida
J.J.Jinks: La credibilidad del Presidente Boric es muy baja "cuando advierte el efecto inflacionario de los retiros"
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Niños que en primero básico, donde se supone tienen que aprender a leer, se comportan como si no hubiesen tenido ninguna educación preescolar y tienen dificultades para seguir instrucciones básicas.
Dificultades graves de socialización en todas las edades, cayendo en situaciones de violencia realmente preocupantes y sorprendentes. Estos son solo un par de los múltiples efectos negativos que nos dejó la pandemia y la imposibilidad de los niños de ir al colegio.
El daño es gigantesco y sus efectos perdurarán por años, afectando a una generación completa donde, como siempre, quienes sufrirán mayor impacto serán los niños más vulnerables que no encontraron en sus casas el capital cultural que les permitiera compensar la falta de clases.
Esta semana el ministro de Educación fue quien esbozó una especie de mea culpa por haber tenido los colegios cerrados. En Chile estuvieron sin abrir durante 70 semanas, lo que se compara con 40 semanas de promedio mundial. Una verdadera vergüenza si además se tiene en cuenta el éxito del proceso de vacunación.
Grandes responsables de este drama que afecta a muchos niños es el Colegio de Profesores, que en una actitud de una contumacia pocas veces vista politizó su labor gremial e impidió la vuelta a clases.
A este coro se sumó el sector que hoy gobierna, quienes no solo apoyaron al Colegio de Profesores sino que llegaron al sin sentido total de acusar constitucionalmente al ex ministro Figueroa por insistir en la importancia de volver a clases presenciales.
Hoy, no son solo los niños vulnerables los afectados. Sus padres enfrentan un importante encarecimiento del costo de vida. El IPC de marzo superó todas las expectativas y deja la inflación anual en la vecindad del 10%.
Esto se da en medio del desorden oficialista que desde el Ejecutivo busca evitar un quinto retiro, que agregaría acelerante al fuego ya en estado de descontrol, mientras muchos de sus parlamentarios parecen decididos a seguir jugándose por el populismo. No es fácil la labor del ejecutivo, ya que todos sus integrantes, salvo San Mario, fueron férreos defensores e impulsores de los retiros anteriores.
La credibilidad del Presidente Boric en esta materia es muy baja cuando advierte sobre el efecto inflacionario de los retiros y hace pocos meses interrumpía la campaña para ir a votar a favor del cuarto retiro (igual que de los tres anteriores).
Hay múltiples declaraciones de actuales ministros señalando que oponerse a los retiros era ser insensible frente a las necesidades de las personas y que negarse a ello era para beneficiar a las AFP y a los grandes empresarios. Quién los ha visto y quién los ve.
Sin duda, uno debe alegrarse de que nuestros gobernantes defiendan medidas que están amparadas por los expertos en la materia y que van en la dirección correcta, pero uno también tiene su corazoncito. Cuesta olvidar que en distintas materias no tuvieron empacho en apoyar medidas que perjudicaban a los más vulnerables con tal de dañar al gobierno de Piñera y da un poquito de rabia. Quizá más que un poquito.