Siempre hay un chileno. O chilena. Tatiana Marshall dice que no está autorizada a entregar detalles de la quiebra de su empleador, el First Republic, el banco norteamericano que este lunes fue disuelto por la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés) y adquirido por JP Morgan Chase.

“Seguimos trabajando. Nos pidieron ‘business as usual’, Estamos en modo híbrido: tres días desde la oficina en downtown San Francisco y dos en tu casa”, indica desde Estados Unidos.

Marshall, ingeniera comercial UAI, es la única chilena que trabaja en el First Republic, banco californiano que tenía 7.200 trabajadores y que experimentó profundos problemas de liquidez. Su caída representa el segundo colapso bancario más grande de la historia de EEUU.

¿Su puesto? Senior Strategic Sourcing Manager, es decir, la responsable de compras estratégicas. Esto, en sus palabras, significa que está a cargo de la relación con los proveedores para facility management, marketing y professional service.

“Vine a hacer un MBA hace casi tres años en una universidad de San Francisco. Al terminar un reclutador me contactó y me contrataron”, explica Marshall, quien comenzó trabajando en octubre de 2021.

Previamente en Chile había trabajado en Enaex como analista de la cadena de suministro. También en Cencosud, donde participó del equipo que lanzó el departamento de abastecimiento estratégico de la compañía. Luego, arribó a Unilever Chile, donde lanzó un departamento similar en las oficinas de la empresa en Perú y Bolivia. Su último trabajo en suelo nacional fue en Walmart, donde -según su LinkedIn- generó un ahorro anual de US$ 6 millones gracias a su rol como Strategic Sourcing Manager.

Sobre la interna del First Republic, Marshall comenta que “la frase del creador ‘It’s a privilege to serve you’ (es un privilegio servirte) resonaba en todos lados. Si decías que trabajabas en el FRB la gente te decía ‘amo tu banco, es excelente’. Cada vez que llueve, la ciudad se llena de los paraguas de First Republic, verdes con un águila, y todos siempre querían tener uno”, relata.

“El banco llevaba creciendo sobre cifras del 20% cada año durante las últimas tres décadas. Y eso sin marketing, sólo boca a boca. El banco estaba presente en ambas costas. La gente siempre está dispuesta a ayudar, a crear lazos y comunidades. Los ejecutivos siempre estaban presentes y los veías frecuentemente como otro trabajador más”, agrega.

Marshall comenta que a los empleados del First Republic les entregaron un plan con tres opciones: paquete de salida, ayudar en la transición con el nuevo dueño por tres meses, u optar por una nueva posición en JP Morgan Chase. 

“Por lo que estamos esperando esto, de igual manera la mayoría ya busca trabajo. La situación no es fácil, dado que en los últimos seis meses las empresas tecnológicas han despedido más de 150,000 personas”, concluye Marshall.