Fue el ministro Juan José Ossa quien contactó al socio del estudio Gana & Gálvez, Jorge Gálvez, para que tomara la defensa del Presidente Sebastián Piñera en la acusación constitucional que presentó la oposición en su contra la semana pasada.

Ambos se conocen como profesores de la Escuela de Derecho de la UC, y estrecharon relaciones en agosto, cuando el jurista representó a su amigo Raúl Figueroa en la acusación en la Cámara de Diputados. La intervención del penalista en defensa del ministro de Educación -cuya estrategia se basó en el derecho punitivo- fue celebrada en el Parlamento este jueves por el senador Pepe Auth.

El éxito de la jugada, sumado a “buenos comentarios” por parte de los penalistas del círculo de Piñera -Luis Hermosilla, Gabriel Zaliasnik, Juan Domingo Acosta- habrían sido clave para pedirle que represente ahora al Presidente.

Gálvez, doctorado en Derecho en la Universidad Pompeu Fabra, no milita en ningún partido político, pero es cercano a la centroderecha, y sobre todo a la UDI. Fue presidente del centro de alumnos de su facultad en 1997 -le ganó en una primaria al candidato del gremialismo Guillermo Infante- y ha sido tanteado varias veces por el sector para desarrollar una carrera política, cuestión que siempre ha rechazado. Y aunque el de Figueroa fue su primer juicio político, antes, en el caso Spiniak, representó a la UDI.

En La Moneda aseguran que es la primera vez que Gálvez trabaja con Piñera. “Eso es un factor relevante, porque no es un abogado que se haya vinculado con sus negocios, sino que se dedica estrictamente a cuestiones político-constitucionales”, aseguran en el entorno presidencial.

La defensa del mandatario -cuya estrategia se maneja con absoluta reserva- la está trabajando con el equipo de su oficina, y en conjunto con la Segpres.

La próxima semana, Jorge Gálvez deberá exponer ante la comisión de la Cámara. Luego, ésta tiene seis días para revisar aspectos de la defensa para después hacer sus recomendaciones a la Sala. De aprobarse ahí el libelo, pasará al Senado para ser votado.

Este, dicen en el entorno del abogado, si bien no es el trabajo más difícil que le ha tocado en su carrera -participó en los casos Penta, Inverlink, SQM y EFE- es el de mayor responsabilidad.

Un destacado abogado de la plaza así lo resume: “Perder esto es dejar al país sin Presidente”. No solo eso: “sentaría el precedente de que en una crisis política, el Congreso pueda sustituirlo y designar un reemplazante”, añade la misma persona. Por eso, Gálvez está al 100% dedicado al caso en coordinación con Ossa y el ministro Jaime Bellolio: yendo a la comisión, revisando la prensa, trabajando en el texto de contestación y preparando su defensa oral.