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El acotado y riesgoso mercado de las ventas en corto en la plaza local
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LarrainVial, BTG Pactual y Banchile son los principales actores del acotado mercado de ventas en corto en la bolsa chilena.
Fue a fines de septiembre cuando estas operaciones hicieron noticia porque se habían transado con la acción de Latam, pensando en generar la ganancia una vez se suscribieran las nuevas opciones que generará el plan de salida del Chapter 11.
Sin embargo, con lo que no contaban los corredores era que las suscripciones no estarían en 48 horas, por lo que tuvieron que salir al mercado a comprar acciones haciendo subir -ficticiamente, dicen varios consultados- hasta los $ 90, cuando el nuevo valor tras la colocación de las nuevas acciones se acercará a los $ 10.
Es más, recién esta semana se conocieron las condiciones de la salida de la quiebra y la fecha para la eventual suscripción de la nueva masa de acciones quedó para noviembre, tal como lo había anticipado el mercado.
El mercado de ventas en corto en Chile es acotado aún, y solo hay un reducido número de acciones que son factibles de operar en corto, por la volatilidad y el número de títulos que hay disponibles en el mercado. Entre ellas Banco de Chile, SQM, Copec, CCU, Vapores, Cap y Enel.
En palabras sencillas, lo que se hace con una venta en corto es arrendarle el instrumento a alguien por un tiempo y apostar a que ese papel va a bajar. Por ejemplo: si un accionista decide ceder su acción a una corredora su acción de Copec para que transen en corto y vale $ 6.000 hoy, y un inversionista decide tomarla prestada por dos meses.
La apuesta de ese inversionista, que vende esa acción en el mercado el mismo día, es que en dos meses la acción caiga, por ejemplo, a $ 5.000, comprándola a ese precio y quedándose con esa ganancia de $ 1.000, y luego devolviendo esa acción al dueño original en seis meses.
Si la acción salta a $ 7.000 por ejemplo, la pérdida es total y tiene que, además, poner $ 1.000 de su bolsillo.
En otros mercados más desarrollados como Estados Unidos hay una industria potente de instrumentos para hacer ventas en corto. Incluso, existen sofisticados hedge fund que se dedican a invertir solamente en apostar que el mercado va a caer brutalmente.
De hecho, el documental sobre la caída de la fintech alemana Wirecard cuenta cómo un grupo de inversionistas fueron los primeros en dar las alertas de que algo iba mal en la empresa, por lo que habían apostado -contra todo el mercado- que la acción se iba a desplomar. Lo que finalmente ocurrió.