Una semana cumplió la noche de este viernes Rodrigo Topelberg fuera del anexo Capitán Yáber. Tras cuatro meses en prisión preventiva  por el Caso Factop y luego Audio, su destino fue la casa de su hermana Nicole Topelberg, de modo que estuviera acompañado y contenido por su familia.

Y aunque no vive allí, cercanos cuentan que su madre Aida Kleinkopf ha cumplido un rol muy presente, instalándose casi de punto fijo para hacerle compañía a Topelberg, y también participando activamente -y con opinión- en las reuniones con los abogados y en la estrategia de defensa.  

Coincidiendo con el cambio de cautelares el viernes 30 de agosto por la noche, justo este lunes 2 de septiembre Topelberg estaba de cumpleaños -cumplió 46-, por lo que se produjo una natural concurrencia de su núcleo más íntimo a la vivienda de su hermana. Personas que supieron de esta reunión relatan que no fue una celebración, sino que un reencuentro familiar, y que fue en medio de esta situación que quemó la ropa con la que había estado en prisión, casi como un simbolismo para dejar atrás los días en Capitán Yáber.

Durante esta primera semana en arresto domiciliario, cuentan también cercanos, ha dormido y también pidió un archivo con todas las publicaciones de prensa en que haya aparecido su nombre mientras estuvo detenido. Asimismo, ha estado leyendo y repasando el expediente del caso, como parte de su trabajo de defensa, que como primera valla debe sortear no volver a prisión preventiva, luego de que tanto el Ministerio Público como querellantes del caso Factop apelaran a la decisión adoptada por el Cuarto Juzgado de Garantía, en orden a cambiarle la cautelar y enviarlo al arresto en domicilio. Al cierre de esta edición, la justicia aún no se pronunciaba sobre estas apelaciones.  

Cercanos indican que en Topelberg hay una dosis extra de cautela en torno al devenir del caso, pues con todas las revelaciones del teléfono de Luis Hermosilla en que han sido nombrados fiscales, jueces, ministros de corte y autoridades, hay inquietud de que esto no contamine o predisponga a las autoridades que deban tomar decisiones sobre la causa Factop.

Estas fuentes remarcan que cuando Topelberg difundió el audio, nunca imaginó que esto iba a derivar en la filtración de todo el contenido del teléfono de Hermosilla, ni menos qué contenía este aparato, sus chats y el calibre de lo que se ha ido conociendo. Menos aún que Juan Pablo Hermosilla iba a arremeter contra el Poder Judicial. El objetivo de Topelberg era sólo desenmascarar a Daniel Sauer. 

Fue el 1 de agosto de 2023 cuando Topelberg presentó su autodenuncia en la CMF, un documento de siete carillas en el que, en lo medular, relató los mismos hechos que estamparía en querellas, acusando a los hermanos Sauer de haber utilizado un mecanismo ilegal de financiamiento en favor de cercanos, como los hermanos Álvaro y Antonio Jalaff Sanz. 

En dicho documento, junto con solicitar acogerse él al mecanismo de colaboración compensada -reducción del 100% de la sanción pecuniaria y exención de cualquier responsabilidad penal-, pidió extender los beneficios a otras 10 personas de su entorno. Su padre y madre (Enrique Topelberg y Aída Kleinkopf); sus hermanos (Eduardo y Nicole Topelberg); su exseñora (Yael Speisky Rozenbaum); los hermanos de ésta (Yudith, Mauricio y Jonathan Speisky Rozenbaum); Alessandra Reyes Lorca (cuñada de Yael Speisky y que trabajó en STF) y Jonathan Herzfeld Bacalu (más conocido como “Noni”), que es un amigo de la infancia tanto de él como de Daniel Sauer. 

¿Por qué este listado? Todas estas personas no sólo son familiares o cercanos, sino que eran inversionistas directos o indirectos de Factop “que no han tenido participación en los hechos”, dijo en el documento.