La alerta se encendió en el subdepartamento de Courier de la Aduana Metropolitana. Desde ahí detectaron una subvaloración en la declaración entregada por el empresario Juan Hurtado en 2019 para ingresar obras de arte y una colección de sillas windsor, subastadas en Christie´s por un valor cercano a los 800 mil dólares, pero que fue declarada por 36 millones de pesos, revelada esta semana por Biobío Chile.

Desde ahí, el caso escaló hasta el Departamento de Fiscalización de Evasión de la Región Metropolitana, comandado por María José Rodríguez. Se trata de una unidad pequeña compuesta por no más de 10 personas, en su mayoría contadores auditores, que realiza la fiscalización a posteriori de las mercancías que entran al país. Desde ahí realizan el cotejo de la información entregada y realizan cruces de datos con las facturas entregadas y el origen de los productos.

Se trata de un departamento relativamente nuevo -se creó hace seis años- que ha ido sofisticando su actuar en el tiempo y que tras la pandemia, ha tenido un aumento de su actividad producto del alza de envíos. De hecho, el año pasado hubo un incremento de la recaudación de 78,4% respecto de 2020, con US$ 11,7 millones extras –que se suman a los cerca de US$ 193 millones recaudados- , tras la revisión de más de 4 millones de encomiendas en base a diversos criterios, entre ellos subvaloraciones y ausencia de documentación de respaldo para las compras realizadas en el extranjero.

La fiscalización en terreno la realizan funcionarios de Aduanas en las instalaciones de las empresas de envíos rápido o courier y de Correos de Chile ubicadas en la zona del Aeropuerto Internacional de Santiago y los parques industriales aledaños.

Fueron ellos también quienes detectaron el caso de Pilar Matte, hija del empresario Eliodoro Matte, quien subdeclaró el ingreso de joyas y juegos de copas, caso por el cual el Servicio Nacional de Aduanas ingresó una querella por contrabando.

A diferencia del caso de Juan Hurtado, quien se acogió a la Renuncia de la Acción Penal (RAP), una figura que permite al evasor evitar la querella criminal previo pago del monto del impuesto no declarado más una multa. Sin embargo, Matte no pudo acogerse a esa figura: la RAP no corre para la internación de joyas.