Cuando sus hijos eran menores, Andrónico Luksic los llevó a Cabo Cañaveral, en la costa este del estado de Florida, zona conocida por ser el principal centro de las actividades espaciales de Estados Unidos. Es ahí donde está el Centro Espacial Kennedy, una de las instalaciones más importantes de la Nasa.

Quienes conocen al empresario cuentan que aquel periplo fue significativo para sus hijos, y por lo mismo, cuando desde Fundación Educacional Oportunidad -brazo filantrópico del empresario que tiene como foco la educación temprana, fundada hace 20 años-, le presentaron la idea de llevar a niños chilenos a ese emblemático lugar, conocido como la Costa Espacial de Florida -desde donde han salido misiones como Apolo, entre otras-, a él le pareció muy atractivo.

Del entorno del presidente de Quiñenco cuentan que la educación siempre ha sido un tema al que le dedica tiempo. En particular, la asistencia a clases. Esta preocupación se remonta a antes de la pandemia, porque los estudios de Fundación Educacional Oportunidad demostraron que era una de las falencias más importantes de la educación parvularia.

De hecho, en el mundo de la educación inicial, comentan que una de las instituciones que más incidencia en políticas públicas de asistencia ha tenido es Oportunidad, cuya directora ejecutiva es Marcela Marzolo.

En tanto, el aumento de la inasistencia provocado por la crisis sanitaria-entre ellos, que un 61% de las niñas y niños de prekínder y kínder faltaron seis semanas o más a clases durante el año-, llevó a que Luksic le pidiera a su equipo que tomaran una posición más proactiva en el tema y dado que la fundación está en conocimiento de que el problema en Chile es grave, hace ya meses, viene insistiendo en la necesidad de armar una campaña que visibilice y masifique la toma de conciencia de padres y apoderados sobre la importancia de que los niños asistan a clases.

“Hizo énfasis en que se hiciera de una manera positiva y llamativa, que fuera una motivación para padres y madres pero también para los niños, y que se profundizara en mensajes positivos, alentadores, inspiradores”, dicen de su equipo. Es así como se llegó a la idea de un concurso para llevar a 16 niños o niñas a la NASA con sus apoderados.

Uno de los requisitos que establecieron es que sólo podrán participar alumnos de educación pública o particular subvencionada, de entre 2 y 6 años de edad, y que cuenten con un 90% de asistencia a clases. “Se buscó un premio atractivo para toda la familia, y que genere conversación a nivel país, porque lo que se busca es romper el estigma de que cuando los niños son chicos, no importa si dejan de ir a clases. Es todo lo contrario: se trata de la etapa más fundamental para el desarrollo de habilidades, conocimientos y oportunidades de desarrollo integral”, añaden.

Si bien en un principio la fundación pensó en regalar sólo un viaje a la NASA, el controlador de Banco de Chile lo amplió a uno por región, porque, según señaló a sus colaboradores, es fundamental que esto llegue a todo Chile. La iniciativa se lanzó hace dos semanas, y ya hay más de 5.000 postulaciones.

Para la segunda etapa de la campaña se piensa instalar un gran cohete, de unos 7x3 metros, en alguna plaza de la Región Metropolitana, e invitar a autoridades y personas del mundo de la educación a conversar sobre la importancia de que nuestra sociedad tome conciencia de la gravedad del ausentismo en educación. Este cohete luego se moverá por Chile para generar conversación en todo el país. La entidad de Luksic hará un sorteo con los postulantes y así resolverán quiénes son los ganadores.

En paralelo a este concurso, la académica, exsenadora y exministra del gobierno de Sebastián Piñera, Ena von Baer, asumió como presidenta de Fundación Oportunidad, y en el directorio de otras fundaciones del empresario como Amparo y Justicia, y Te Apoyamos.