Esta semana llegó a Chile el intelectual venezolano Moisés Naím, autor de varios libros, entre ellos La revancha de los poderosos, El fin del poder, Repensar el mundo.

Su visita fue organizada por La Otra Mirada, espacio que creó el empresario Nicolás Ibáñez para debatir y generar una instancia donde se promueva la conversación, y que para ello anualmente organiza seminarios en los que expone alguna figura internacional.

Este año fue el turno de Moisés Naim, quien ayer miércoles por la tarde fue el protagonista de un encuentro en el Hotel W en el que habló de populismo, posverdad y polarización. 

El primero en subir al escenario fue el anfitrión, quien presentó a Naim. Luego este inició su charla, la que concluyó con una entrevista con la periodista Paula Escobar. Al finalizar hubo un cóctel. 

"Le regalo esta escultura"

Pero antes del evento, hubo algunos encuentros más reservados.

Uno de ellos ocurrió el lunes por la tarde en la Galería Carroza, en Vitacura. Se trató de una recepción privada organizada por La Otra Mirada para recibir al destacado analista político. Ahí, fue el propio Ibáñez quien entrevistó y lideró la conversación con el venezolano.

Entre los invitados estaba Sebastián Piñera, a quien Ibáñez se dirigió públicamente. Cuenta uno de los presentes que "el empresario y filántropo destacó los valores patrióticos del presidente Piñera y la capacidad para enfrentar el fuego amigo y enemigo durante el estallido social. Ibañez agradeció su temple y convicción para sacar al país adelante en tan difíciles circunstancias". 

Fue ahí entonces cuando sorprendió a los que ahí estaban. Ibáñez, durante este homenaje a Piñera, le dijo "le regalo esa escultura", apuntando a la obra "Lutte Critique", del artista francés Edmé-Nicolas Faillot (1810-1849), en la que está tallada la figura de un hombre enfrentando a un león (la traducción del nombre de la obra quiere decir "lucha crítica"). Varios creyeron que era broma.

Hasta que, al momento de salir del encuentro, el empresario se encargó de que Piñera efectivamente se llevara la escultura.

Y así, se le vio al ex Presidente caminar desde la galería junto a sus escoltas cargando la obra de bronce patinado, de 42 cm de alto y firmada por su autor. Fiel a su estilo, no faltaron las bromas en ese momento.

Quienes conocen a Nicolás Ibáñez cuentan que él es un gran coleccionista de arte y que "el regalo tiene que ver con la valentía de Piñera de querer estar en la política".