La noticia de la compra de CGE por parte de la china State Grid International en US$ 3 mil millones remeció al mercado este viernes. Hacía tan solo unos meses que la firma que en su página web se define como "líder de la revolución global de energía, pioneros en servir a la gente y la nación" había desembolsado US$2.230 millones por Chilquinta y ahora, de la noche a la mañana se convertía en uno de los principales operadores locales del mercado energético local. Solo en distribución, los chinos controlan ahora el 50% del negocio en el país.

En su página web donde explicita cuál es su cultura corporativa, la eléctrica detalla sus seis compromisos guía, además de su misión y visión. Y entre éstos hay varios que llaman la atención por su explícito apoyo a las iniciativas gubernamentales chinas, así como al Partido Comunista de ese país.

"Mantener el liderazgo del Partido, implementar de manera integral las decisiones y políticas del Comité Central del Partido y el Consejo de Estado y liberar el potencial de los empleados para administrar negocios. Es nuestro camino hacia el éxito", dice en su web.

Y luego detalla como líneas de "pensamiento estratégico", destacar el liderazgo general del Partido y ayudar al desarrollo de la Nueva Ruta de la Seda, el ambicioso proyecto geopolítico y comercial del presidente chino Xi Jinping.