La idea nace de un grupo de amigos que buscaba hacer una marca propia enfocada en aventuras, surf y motos. Sus grandes referentes internacionales eran compañías como Roark y Deus Ex Machina.

“Partimos nuestro proceso diseñando algunas poleras y accesorios y nos dimos cuenta de que había toda una curva de aprendizaje larga para llegar a los proveedores que fabricaran con la calidad que nosotros queríamos. De hecho, mandamos a hacer unas poleras a Perú y nos llegaron unas que parecían refrigeradores, con pésimo calce. Algo similar nos pasó con un intento de poleras de rally que encargamos a Malasia”, dice Alfonso Bou, country manager de la marca en Chile.

Así, tras varias frustraciones, Bou le escribió por Instagram al dueño de Roark, Ryan Hitzel, preguntando si pensaba en un modelo de distribución. Al día siguiente tuvieron respuesta y empezaron las negociaciones. Tras meses de conversaciones, que incluyeron un viaje a San Diego y otro a Los Cabos, México, se selló el acuerdo.

Con una inversión de US$ 200 mil, a finales del 2023 abrieron en Mall Sport la séptima tienda de Roark en el mundo y primera fuera de Estados Unidos.

Los dueños son: Alfonso Bou, León Wielandt, Francisco Bize, Julián Sánchez y Soledad Torres y un grupo de inversionistas entre los que está Paul de Laire y su family office, Federico Correa Tagle y su hermano José Miguel Correa Tagle, Camila Rikli, Tere Pérez y Eduardo Gomien, entre otros.

Este año esperan facturar US$ 750 mil y acaban de contratar como embajadores a los destacados surfistas Guga Dvorquez (Arica) y Catalina Hotz (Buchupureo), además de sellar una alianza con el grupo de Ultra Running Maffs.