No se dan por vencidos. Los dueños de Lotus -productora que trae Lollapalooza a Chile- quieren concretar sí o sí el masivo festival para 2022. Incluso, la semana pasada Sebastián de la Barra viajó hasta Chicago para estudiar las fórmulas de la edición original, la cual, hasta ahora, ha sido calificada como “exitosa”. Incluso, se reunió con autoridades locales para conocer las medidas sanitarias que se incluyeron en el certamen estadounidense.

La ofensiva de Lotus para reactivar la industria del espectáculo comenzó en junio, cuando recurrió al Tribunal de la Libre Competencia (TDLC) donde acusó “posición dominante” por parte de la Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales (SCD). Su objetivo, acorde a la medida prejudicial, es definir una tarifa de derechos de autor distinta para los festivales versus otro tipo de conciertos.

Luego, el pasado jueves 29 de julio, el mismo De la Barra se reunió con la nueva alcaldesa de Santiago, Irací Hassler. El objetivo de la reunión fue expresar la voluntad de continuar haciendo el festival en el Parque O’Higgins (el cual congrega a cerca de 240 mil personas). Además, planteó la idea de conformar mesas de trabajo con la comunidad para abordar situaciones de interés en el contexto del desarrollo de distintas iniciativas en el parque.

Por ahora, los ejecutivos buscan avances sustantivos desde la autoridad sanitaria, ya que Lollapalooza representa una de las mayores fuentes de ingreso de Lotus, productora que también trae eventos como Cirque Du Soleil o Santiago Gets Louder. Por ahora, a pesar de no tener novedades concretas, los ejecutivos dicen que el festival se realizará sí o sí. De hecho, en la página web de la productora mantienen la fecha que anunciaron en septiembre de 2020: 26, 27 y 28 de noviembre de 2021.